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Aunque hay días para casi todo, la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa es una oportunidad para revisar los avances y focalizar la atención en los pendientes. El 3 de mayo es una excusa, pero pasarlo de largo facilita que se mantenga el statu quo. A continuación ocho verdades con distintos niveles de incomodidad:

1.-Hacer periodismo no es fácil. Pero lo que hacemos no basta. Necesitamos hacer más y mejor periodismo para que las personas puedan estar mejor informadas, tomar decisiones con libertad y participar activamente en la vida social. En esta necesaria revisión, la explicación del  “empedrado” no es suficiente.

2.-Los medios de comunicación son un negocio. Esto es parcialmente cierto. Porque aunque necesiten modelos de negocio para lograr sustentabilidad, su rol social no es transable y esto implica responsabilidad cualquiera sea su opción de financiamiento. Responsabilidad por utilizar un bien común de todos y todas, o por las consecuencias de lo que se dice o no, según sea el caso.

3.-La alta concentración de medios que existe en Chile sigue vulnerando la libertad de prensa, expresión y el derecho a la comunicación. Lo que predomina es una mirada homogénea de nuestro país y el mundo. No es que falten medios de por ejemplo, la Concertación. Es mucho más complejo, lo que faltan son medios de comunicación que den cuenta de los diversos Chile.

4.- Con Internet y las redes sociales  la posibilidad de estar bien informado es mucho mayor. Cierto, pero no nos engañemos, la dificultad para lograrlo también aumentó. Pese a todo lo que está  accesible, son pocas las personas que llegan a los contenidos de calidad. No todos tienen criterios de búsqueda, elementos de comprensión o el dinero suficiente para pagar por ellos.

5.-La gran mayoría de las personas sigue informándose a través de los medios masivos y particularmente, por la televisión abierta. En los medios masivos tradicionales, pese a la potencial gran oferta de voces y temas en la agenda, el escenario aún es parcial. Siguen faltando muchas voces, y cuesta encontrar enfoques que aporten con disonancia que enriquezca el debate social.

6.- Al expresar algo, deseamos que alguien lo escuche, que lo comprende y que eso genere una conversación en que “ambos” sigan un curso de transformaciones. Hoy aunque tengamos infinitas posibilidades para lanzar mensajes son pocos los espacios comunicacionales de encuentro. Twitter es un buen ejemplo de eso, con sus titulares de 140 caracteres nos da una excelente plataforma de inicio. Pero con frecuencia olvidamos que ese expresar inicial es  solo comienzo y está lejos de una conversación.

7.- Los medios de comunicación se llaman así no por casualidad. Comunicación tiene un origen que es “poner en común”. Por lo tanto, el que solo 13% de los chilenos tenga confianza en sus conciudadanos, según informe OCDE es un también tema de la prensa. No solo fue una noticia, sino que debe volverse desafío social comunicacional. ¿De qué manera nuestros medios de comunicación están contribuyendo a esta confianza-desconfianza? ¿Cómo los medios de comunicación pueden construir espacios de acuerdo, de colaboración y soluciones comunes?

8.- La libertad de prensa casi no es tema. Salvo para algunos, probablemente varios de los que leen esta columna o participarán del Seminario “Medios del siglo XXI: oportunidades y desafíos” (www.libertadeprensa.cl), reflexionar sobre la calidad de nuestra prensa, el trabajo periodístico y el rol de los medios no está en sus agendas. La gran mayoría de las personas no ve el vínculo entre estas, el devenir de nuestro país y muchas dimensiones de sus vidas.

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4 Comentarios sobre “Ocho verdades incómodas en el Día Mundial de la Libertad de Prensa

  1. Les comparto mi poema, inspirado en la garantía majestad del ser humano, la . . .

    LIBERTAD DE EXPRESION

    “Pobre voz confinada a ser oída en la nada”

    Voces encadenadas
    a silencio tan cruento,
    las almas condenadas,
    el callar es tormento.

    Obrar con libertad,
    garantía majestad,
    libertad de expresión,
    sueño de mí Nación.

    Obstruye el pensamiento
    la maldita censura,
    limita el intelecto,
    es del diablo su hechura.

    El miedo paraliza,
    el cerebro agoniza,
    pobres hombres silentes,
    todos son insipientes.

    Dictadura en la cumbre,
    ya se hizo costumbre,
    legislando se abraza
    la pinche “ley mordaza”.

    Prohibir información,
    cegar puntos de vista,
    la perversa intención
    de “estadistas” fascistas.

    Que la boca cerremos,
    quieren esos cabrones,
    que dientes apretemos,
    “chitón” a las razones.

    ¿Expresarte? . . . ¡jamás!,
    nada puedes decir,
    tal vez se escuchen más
    tus quejas al morir.

    El yugo del bozal
    llegó a la yugular,
    si te impiden hablar
    las ideas desangrar.

    Mas, el ser de conciencia
    no lo permitirá,
    pues perdiendo su esencia,
    a servil llegará.

    Un pueblo sometido
    siempre será vencido,
    represión del gobierno
    ¡mandémosla al averno!

    Venturoso aquel día,
    en que, sin cobardía,
    usemos la palabra
    sin censura macabra.

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    Para Brozo . . .
    Registro INDAUTOR 03-2008-101313351700-01

  2. Quizás sea tiempo de hablar no solo de la libertad de prensa o de los medios, sino de la responsabilidad de la prensa y de los medios.
    Responsabilidad que tiene que ver con asumir su papel de constructores de escenarios y de comunidades.
    Relacionado con lo anterior, una novena “verdad” que me parece clave es la alfabetización medial, más ahora que los ciudadanos no somos sólo lectores sino que casi todos somos también productores de contenidos.

  3. Si no hay democratización del sistema de medios de comunicación masiva es impensable un proceso real de participación ciudadana. Sin embargo, a veces tengo la sensación de que eso no constituye una preocupación prioritaria. La apatía y la mediocridad matan…

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