Compartir

Los relatos que construimos en el mundo digital son la forma de comunicarnos a partir de lo que creemos de nosotros mismos o lo que queremos representar, todo lo que aquí sucede repercute en la individualidad y es la instancia de comunicar lo que queremos y cómo lo queremos. Nuestros mensajes son recibidos por distintos canales y públicos tan abiertos como complejos, donde las visiones de sociedad se basan en lo que haces o tienes que decir, se van formando realidades de identidad nacidas bajo simulacros de ideas que se perciben desde la instantaneidad donde el exceso de información y lo cambiante del sistema va forjando una temporalidad subjetiva e inmediata.

El mundo artificial

Hasta hace no mucho tiempo la manera de relacionarnos a diario se construía únicamente por la interacción personal, con gente que compartíamos o teníamos cerca en espacios comunes, hoy lo que está en el mundo digital se ha convertido en un nuevo mundo, nuevas visiones y personas conectadas por afinidades ideológicas, profesionales o por simple casualidad inter-espacial.

La comunicación es inagotable, sin embargo, está muy condicionada a esquemas de interacción y a impresiones de realidad, es un juego riesgoso cuando sabemos que la información condiciona y subyace dentro de grandes monopolios que afectan nuestros pensamientos e ideales.
Cada vez que recibimos información por medios digitales, estamos conectando todo lo que está en nuestro ambiente “real” con nuestras emociones, necesidades e inquietudes donde se manifiestan activas y seductoras imágenes que captan nuestra atención y residen ideas que son parte de una sociedad virtual. El mundo donde viven estas ideas es una extrapolación de muchas percepciones condicionadas y dirigidas del mundo, sujetas a lo temporal, fracturas sociales, sensibilidades y expuestas a lo público.

La tecnologías de información, especialmente las redes sociales digitales, juegan una posición importante en la forma que nos comunicamos hoy, son la manera de relacionarnos viviendo realidades virtuales que están constantemente normadas por la inmediatez. El avance tecnológico y el uso de estas herramientas sociales son el efecto “evolutivo” de la automatización y de la búsqueda de trascendencia que muchas veces traspasa la realidad tangible para dar paso a comunidades influyentes en los diferentes sectores de la sociedad.
Estamos frente a una agrupación dentro de otra, donde el mundo de las simbologías y relatos auto-referenciales, el conocimiento compartido (muchas veces desvirtuado), el copy/paste, lo personal que se hace público, etc, juega y se configura como un submundo donde cada individuo esse siente parte de un núcleo donde encaja virtualmente y es su forma de ver y representar el mundo.

Todo es simulación, vivimos en constante bombardeo de información donde las analogías y los códigos simbólicos son validaciones intangibles e imaginarios virtuales. Representaciones simbólicas en un espacio comunicativo con herramientas que buscan llevarnos a vivir un mundo dentro de otro, con interacciones inmediatas donde lo representado está impuesto y manipulado por relatos auto-referentes.

Una cita de Diego Levis* explica  el límite perceptual y cognitivo del mundo virtual: “Los simulacros virtuales, lejos de constituir espacios simbólicos universales, susceptibles de sustituir en determinados casos a lo real, son micromundos restringidos, limitados en el espacio y el tiempo”.
Son finalmente lo que encontramos en lo acotado de nuestro círculo con acceso a infinidad de resultados, pero siempre sujetos a la percepción individual.

Construir identidad en el mundo artificial

Si podemos construir relatos artificiales donde reflejamos nuestra impresión de mundo, debemos saber que estamos influyendo a otros, que otros nos leen y hacen impresiones a partir de nuestra exposición, comprender que el tiempo y espacio han logrado ser manipulados, lo subjetivo pasa a ser un estímulo para desencadenar procesos y actividades sociales.

Nuestro afán de perseverar y representar lo que queremos ver de nosotros lleva la temporalidad de la información fuera de lo tangible, extrapolando lo que somos (nuestra identidad) a un medio puramente social y activo que no discrimina, es abierto y mutable pero que es un riesgo si no sabemos controlarlo.

Para imaginarme qué involucra o qué necesito para crear una identidad me hice algunas preguntas y puedo resumir de la siguiente manera la estrategia, desde lo personal, para desarrollar una impresión efectiva:

¿Para qué construir identidad?

– Comunicar
– Compartir
– Descubrir
– Aprender
– Influir

¿Cómo desarrollarla?

– Uso de TICS
– Estrategias simbólicas de conceptualización
– Opinar, difundir
– Crear identificación
– Motivar

Riesgos

– Traspasar el límite de lo privado a lo público
– Provocar resistencia ideológica sin analizar qué queremos decir
– Que la idea sólo permanezca en el espacio virtual sin trascender al espacio tangible o real.

Creo que al construir identidad tanto empresarial como profesional pero principalmente la imagen personal, deberíamos considerar con mucho cuidado la educación de los hijos de la sociedad digital, los niños que han nacido bajo este sistema de interacción social, porque es la comunicación del futuro, la imagen personal se torna extremadamente pública y se ve sometida a las sensibilidades de quienes interactúan en ella, tiene historia y está expuesta a la crítica social, la agresión sicológica y la integridad personal.
Construir identidad en la era digital implica saber manejar nuestras habilidades, potenciarlas y reconocernos en un espacio intangible pero que finalmente representa ideas, comunicación inmediata y está sujeta a la temporalidad propia y de la realidad colectiva.

 

 

www.carolinacadiz.com
En twitter @caropaz_

 

*Cita viene de: “La Pantalla Ubicua, comunicación en la sociedad digital” por Diego Levis, Editorial Ciccus, Primera edición abril de 1999, Argentina

 

Compartir

Alguien comentó sobre “Realidad en el espacio virtual

  1. La importancia de la Identidad y su proyección cobra gran valor en los medios virtuales, el perfil, lo que se publica y hasta comenta es público. El mundo artificial, virtual, tiene las virtudes de expansión y vitrina, pero también requiere de las estrategias conscientes y constantes como medio de proyección de identidad, lo que sin duda debe ser coherente con la identidad real, en persona.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *