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En todos los espacios de diálogo se escuchan afirmaciones como tú eres de izquierda, tú eres de derecha o yo soy de derecha, yo soy de izquierda.  Y con cierta legitimidad uno podría preguntarse qué es hoy ser de izquierda o ser de derecha. Si miramos el pasado y las doctrinas políticas en boga: marxismo, socialdemocracia, conservadurismo, liberalismo, radicalismo, anarquismo, por sólo mencionar algunas, estaba clarísimo qué era ser de izquierda y de derecha. Se diferenciaban por el concepto y rol del Estado, del mercado y de las personas al interior de la sociedad. Pero pareciera que algo pasó en el camino que ya no existe plena nitidez para ubicarse en uno u otro sector político  ¿Qué pasó?.

Una primera aproximación a la respuesta podría ser que la teoría superó con creces las posibilidades reales de aplicabilidad de ellas por parte de sus adherentes. La otra es que la sociedad se resiste frente a cualquier intento de ordenamiento estricto e inflexible ya sea de izquierda o de derecha. Otra explicación podría ser que en el fondo algunos que se decían de izquierda eran propiamente de derecha y, algunos de derecha eran íntimamente de izquierda.

Si uno pudiera sintetizar al máximo los valores de uno u otro sector y con el riesgo de distorsión y de falsificación que eso implica, se podría decir que la izquierda tenía y tiene como norte la búsqueda de una mayor igualdad y la derecha ponía y pone su acento en la búsqueda de una mayor libertad. Y esa mayor igualdad para unos era conseguida por el Estado y para los otros, el Estado pugna con la libertad.

En el pasado la llamada lucha de clases era la lucha por querer mejorar el bienestar material y la búsqueda de una mayor igualdad de acceso a los bienes. La pugna era casi exclusivamente económica: entre los que tenían la propiedad y aquellos que buscaban propiedad. Pero hoy esa pugna tan clara ya no es tan sintética. Hoy se cruzan con otras necesidades tan importantes como lo son: el medio ambiente, la igualdad de sexo, las concepciones sexuales, la idea y el deseo de una liberalización amplia de la cultura, etc.

Por lo expuesto, hoy nos podemos perfectamente encontrar con que la gente puede ser de izquierda y de derecha simultáneamente de acuerdo a las concepciones antiguas. De hecho el comunismo fue profundamente conservador en materias valóricas y culturales antes de la caída del muro de Berlin (por ejemplo recordemos sus políticas durísimas contra los homosexuales). Y hoy muchos de sus simpatizantes jóvenes son bastante liberales en materias valóricas y culturales.

Esta confusión a mi juicio se debe a que sin darnos plenamente cuenta, las categorías de definición de izquierda o de derecha están hoy en el mundo completamente superadas en y por los hechos. Ella explicaría que en el accionar político los líderes ya no son identificables por su doctrina. Supuestamente piensan como la izquierda y se comportan como la derecha o, piensan con categorías conservadoras y se comportan con concepciones igualitarias.

Si no se ha podido superar y reestructrurar todavía esta división de izquierda o de derecha a mi juicio se debería a dos razones. A algunos les interesa mantener esta división porque les resulta cómoda para sus intereses personales: a los de izquierda por mostrarse como los defensores de los pobres y a los de derecha como los únicos paladines de la libertad y de la defensa del derecho de propiedad. Y la segunda razón es que falta en el mundo intelectual y político líderes que se detengan a pensar y a crear nuevas maneras de concebir política y culturalmente el mundo. Desde el siglo XIX ya no hay novedades y sólo nos movemos en esta vieja clasificación de izquierda y derecha.

Todo este pesimismo reinante y la caída de los liderazgos políticos nos están enviando una profunda señal. Las personas necesitan doctrinas, necesitan concepciones claras de vida. Y esas miradas, esas cosmovisiones de cómo nos organizamos como sociedad, deben tener coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. La crítica y desazón frente a la incoherencia de los líderes es abrumador. Falta sinceramiento y honestidad política de todos: porque cuando un líder no hace lo que dice que iba a hacer, pierde por completo su autoridad como representante de otros. De hecho, es lo que vemos hoy en Chile y en el mundo entero.

Me parece que uno podría ser perfectamente y sin contradicciones,  alguien que busca la igualdad y la justicia social, defiende la amplia libertad (no sólo económica sino también valórica) y defiende la propiedad privada.

Fotografía de Mariluz Soto H.

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13 Comentarios sobre “¿Qué es hoy ser de izquierda o derecha? ¿nos interpretan?

  1. Sin contactos, haya crisis o no la haya, no entras en ningún lado, y si te cogen por chiripa, por pena, o por un contacto de baja calidad, te pagan una miseria temporal exigiéndote más que a nadie y no te hacen fijo ni a tiros. El salario que ganes es la calidad de tu contacto casi siempre.

    Yo he visto empresas donde hay cientos de despachos ocupados por alguien, que nadie sabe lo que están haciendo, ganando sueldazos fijos… así es en todos los lados. Todo el sistema es una gran mentira y la educación la que más… ¿Tú eres de las personas que piensa que el que más vale y más trabaja es el que más gana? Estás totalmente equivocada, y así te irá como sigas pensando de esa manera.

    Cuando tienes contactos, no te hace falta nada, ni preparación ni méritos ni cualificación ni formación, todo te sobra, pero cuando no conoces a nadie, te falta todo, te exiguen que seas alto y guapo, con ojos azules o verdes jajaja, joven con capacidad de aguantar la presión, varias carreras, dos o tres idiomas y muchos años de experiencia, y con no más de 30 años de edad, a ver quién es el guapo que cumple todas esas exigencias, no hay nadie en el mundo así, y si existe, es muy rico para no tener que andar por ahí ofreciéndose a gente extraña para que le den algo.

    Asi es la vida, porque no ves más que inútiles y corruptos ocupando puestos con grandes remuneraciones y no valen para nada… Solamente hay que ver las empresas y bancos que han arruinado con sus gestiones desastrosas, anda que si te crees que vas a estar en los sitios por tu preparación y conocimientos solamente, lo tienes crudo, te puedes morir de hambre.
    Los contactos no se pueden enseñar en ninguna escuela ni universidad, ni tampoco tocando puertas de gente extraña los consigues, o los tienes o no los tienes, por familia, por política o por otro motivo como amistades, también depende mucho de la suerte de quienes conozcas, si luego esas personas pueden ayudarte o no, porque igual siembras en el desierto. Dado que donde no hay nada, tampoco se puede sacar nada.
    No encontrarás jamás un trabajo de calidad si no tienes un buen padrino, o la probabilidad de que sí lo hagas es muy baja, como dice el refrán, el que no tiene padrino no se bautiza jajaja, no importa tanto la formación que tengas, eso es lo de menos, de ahí que será prácticamente imposible que accedas a un buen puesto estable y bien pagado sin contactos y menos que te paguen la la titulación universitaria…

    Puede resultar esta realidad desilusionante, deprimente y muy dura para el que no conoce a nadie, porque tienes todas las puertas cerradas de partida, pero es cierta, es lo que hay en el sistema. Más del 90% de las ofertas de empleo de las empresas no se publicitan nunca, es decir no salen a la luz, y en consecuencia, los cauces habituales de las páginas rosas de los periódicos generalistas y de actualidad económica, y las empresas de trabajo temporal, no valen absolutamente para nada. Suelen tirar muchas veces de los familiares de empleados para cubrirlos, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer es lo que se dicen en las empresas.

    La verdad es que cuanto más alto se esté en el escalafón de una compañía, menos preparación real se necesita y más contactos de alto nivel se precisa, resulta paradójico, porque son los puestos de confianza de la dirección, y solamente se suelen utilizar los canales tradicionales de contratación laboral para aquellas colocaciones de más bajo nivel y en donde menos dinero se gana, como mantenimiento y personal de oficios, puestos de administrativos sin titulación universitaria y de limpieza, que es donde más sirve el currículum vítae para entrar a trabajar.

    La realidad es que te has podido a matar a estudiar durante lustros y que no te valga para mejorar tu vida… ya que solamente del 5% al 10% de los titulados ejercen y cobran por su titulación. Por lo que se puede afirmar, sin ningún tipo de duda, que estudiar es más un hobby que una profesión.
    Puedes crear un partido político y presentarte a unas elecciones y si te vota la gente, entonces ya te has hecho con la cifra y te pagan la titulación jajaja, así consigues el contacto que no tenías, no hay otra manera. Pero qué probabilidades tienes que eso suceda, pues cero patatero. O puedes a si mismo montar una empresa por tu cuenta, pidiendo prestado si no tienes dinero, y te arriesgas a arruinarte, ya que la mayoría fracasa, solamente hay escasos negocios que son rentables y se mantienen en el tiempo, sólo unos pocos afortunados que se lo curran mucho y con suerte triunfan, o dependes de un sueldo que te pague por ahí alguien, y no te harán más que explotarte, nada que valga la pena si no conoces a gente que tenga poder… así funciona esto.

    Para mí, la mayor estafa que existente de la educación, son los Máster de especialización, vaya negocio que tienen montado, juegan con las ilusiones de los jóvenes que necesitan trabajar para hacerse con un sueldo, menudos mangantes madre mía, qué gran mentira… Al igual que sucede cuando cursas estudios para obtener titulaciones en universidades privadas. Te sacan decenas de miles de euros para que luego te den un trabajo temporal, se coloca el 99% de los que terminan sus carreras por sus bolsas laborales de empleo, es como si compraras el contacto muy caro para poder trabajar en algo, porque luego en los trabajos, nada más se hacen gilipolleces, que no necesitas saber más ni menos, con lo esencial te vale y de sobra.
    No todo el mundo entra por enchufe en los puestos de calidad bien pagados y estables, es evidente, porque para cobrar un miseria temporal no necesitas a nadie, te vales por ti mismo para vivir como un desgraciado, pero la inmensa mayoría sí, alguno entra por méritos propios currándoselo mucho y teniendo también mucha suerte, pero tienes que ser un fuera de serie, alguien que sea muy superior a los recomendados… Qué te van a dar por ahí la gente extraña, si casi todo el mundo intenta robarte cuando vas a comprar o acceder a algún servicio profesional, cobrándote mucho más de lo que realmente vale, cosas que no puedes hacer por ti mismo.

    La valía de una persona no tiene que ver nada con el dinero que gane o tenga. Esa es una de las mayores verdades que he dicho en mi vida y he escrito miles en mis artículos, el dinero va por otro lado, en el fondo tienes lo que te quieran dar. El 90% e incluso más de lo que te pase en la vida te viene dado por tus orígenes, de dónde procedas, en qué país vivas, porque no es lo mismo nacer en Nigeria que en Suecia, depende sobre todo de quienes sean tus padres y tus familiares a los que recurrir, y lo que tengan para darte. Cada día nacen más tontitos forrados de pasta…

    Normalmente el triunfo viene dado de partida, el margen de maniobra que tienes es muy corto si empiezas de cero, puedes conseguir un sueldecillo un poco más alto que tus progenitores, una casa un poquito más grande y mejor situada o un coche un poco más grande y potente, o sacar una plaza fija en la administración si tus padres fueron pobres o de clase media baja que les cuesta llegar a fin de mes, pero poco más, hacerte multimillonario, olvídate, es de ilusos, ni siquiera pensarlo. Para fregar letrinas y trabajar de camarero, no se necesitan idiomas hablados y escritos, ni carreras universitarias, los contactos sirven para ocupar buenos puestos bien remunerados y con estabilidad, en donde te pagan la titulación, para trabajos manuales cobrando una miseria no necesitas conocer a nadie, te vales por ti mismo para hacerlo.

    Así que si eres exitoso o lo has sido en algún momento de tu vida, es porque alguien te dio una oportunidad cuando no tenías nada ni sabías ni la misa a la media, y te ofreció una existencia, o una idea de cómo comenzar tus pasos en la dirección adecuada, sin andar perdiendo el tiempo dando palos de ciego. Recuerda que estás en deuda con la vida hasta que ayudes a una persona con menos suerte que la tuya, tal y como tú fuiste ayudado.

    ARTURO KORTAZAR AZPILIKUETA MARTIKORENA ©

  2. ara ganar una miseria no necesitas conocer a nadie, ni estar en nada, de política ni de religión ni de sectas de poder económico, te vales por ti mismo, así funciona esto… ¿Sin política, qué obtienes por ahí? Miseria, temporalidad y paro, sueldos por debajo de mil euros, explotación e incertidumbre, y a los cincuenta años sin trabajo hasta la jubilación, que cobras lo mínimo, a no ser que tu padre sea el dueño de una empresa y te meta. No hay mercado laboral en realidad, es un mercado de familiares y amiguetes, solamente lo público puede hacer que cobres un sueldo digno que te permita hacer una vida para siempre, tener una familia, una mujer y sacar adelante unos hijos, pero para eso tienes que estar bien situado políticamente… Fíjaros lo que ha ocurrido con el mercado laboral privado, 6 millones de parados con la crisis de los últimos diez años, hasta los enchufados se han visto en la calle, con su vida rota por no cobrar nada o un subsidio de hambre, separaciones conyugales, conflictos, enfermedades y sufrimiento, mucho sufrimiento, mientras que lo público se ha mantenido, eso sí con una congelación de salarios. Y los que han logrado salir del desempleo, lo menos viejos, trabajan con salarios miserables, en muchos casos de la mitad que antes de la crisis, y en la eventuralidad total.

    Por el hecho de pertenecer a un partido político, tener un carné y pagar una cuota mensual o trimestral pequeña, no significa necesariamente que te den algo que valga la pena, un trabajo fijo y bien pagado, en lo tuyo, pagándote la titulación universitaria, tienes que tener contactos con la dirección, con gente que tiene capacidad de liberar fondos con poder con su firma para contratarte o sacar un plaza fija en algún organismo público… Pero si no conoces a nadie te da igual estar que no estar, a lo mejor pueden darte migajas, alguna subvención temporal pero que no te soluciona, sin contactos estar puede ser algo sentimental y emocional, de corazón, pero nada más.

    Hoy día ya no existe ni izquierdas ni derechas como hace unas decadas, solamente hay gente que tiene dinero y gente que no lo tiene, esas son las diferencias ideológicas y de clase en la actualidad.

    Un partido político es como la sociedad misma, si no conoces a nadie, nadie te da nada. Para que un partido político te meta y te acepte, te haga diputado o te de un cargo bien pagado sin contactos, tienes que ser alguien famoso por tu actividad profesional, como un partido nuevo que ha aparecido hace unos años que tiene varios artistas en sus filas, y algunas tías muy buenas muy agradables a la vista, tienes que ser alguien bien valorado socialmente… que les venga bien tenerte en sus siglas como publicidad para obtener más votos en las elecciones. Los que son de verdad de un partido sea de izquierda o derecha son los que llevan un pastón todos los meses y se solucionan la vida para siempre… el resto de militantes porque vayan a pegar carteles en las elecciones o de interventores o apoderados en las mesas de las votaciones, no lo son realmente porque no se llevan nada o apenas nada… La fidelización a algo siempre está en el dinero, así es la vida.

    ARTURO KORTÁZAR AZPILIKUETA MARTIKORENA ©

  3. En política, la separación sociológica entre derecha e izquierda, se debe a dos obsesiones:
    – La primera (el tormento de la derecha) es una fobia hacia los elementos percibidos como incompatibles con los modelos de uso en la sociedad;
    – La segunda (la obsesión de la izquierda) es la intolerancia a los modelos que aparecen impuestos por la sociedad.
    Para comprender el significado de estas líneas, es necesario dar un salto atrás en el tiempo, recordar las principales preocupaciones que cuando eramos niños nos surgieron durante el proceso de integración en la sociedad, cuando empezamos a asistir a la escuela, o mejor dicho: a clase.
    Justamente dentro de la clase tuvimos que hacer frente, de algún modo, a un cierto malestar: era el “Juancito malo”, el colegial con una actitud irrespetuosa y no precisamente un buen alumno, el compañero de clase que se sentaba en la última fila, que casi seguramente te robaba la merienda, el impuntual habitual provisto solo de un cuaderno deformado por un sin número de hojas dobladas, deformadas y llenas de garabatos horribles, el delincuentillo del que era mejor mantenerse alejado, a menos que quisieras terminar con algunas contusiones o con rasgaduras en el delantal. Una vez más: el irrecuperable bribón que tuvo las agallas para mostrarle el pito a la compañera del segundo banco y que después de regresar del baño despedía un terrible olor a cigarrillo.
    Ciertamente, el “Juancito malo” ha sido, para algunos más y para otros menos, una preocupación constante dentro de la clase / sociedad. Pero no hay que olvidarse de otro compañero, fuente de angustia tal vez aun más devastadora, era “el empollón”, descendiente de una buena familia: el escolar que ocupaba el primer banco, atento a la lección, respetuoso con los maestros, considerado con sus compañeros pobres, muy bien educado, vestido de una manera compatible con el medio ambiente frecuentado, nunca despeinado, provisto de libros forrados y dispuestos perfectamente en orden. El que colocaba cuidadosamente los lápices en la cartuchera después de haberlos usado, que cumplía diligentemente las tareas asignadas, en cuyo boletín de calificaciones se encontraban las notas más altas, que todas las mañanas esperaba al menos cinco minutos enfrente de la puerta de la escuela el sonido de la campana de entrada.
    Un modelo a seguir, la fuente de paragón, cuando ansiosamente nos dábamos cuenta de no estar en la competencia social, y cada vez el regaño de los padres, o la observación del maestro, haciendo referencia, más o menos implícita, a esa figura. Era justamente “el empollón” que particularmente nos turbaba, especialmente cuando advertiamos que estaba establecido como un modelo de comportamiento correcto por la sociedad.
    Es de suma importancia destacar que “el empollón”, en el propósito de esta “disertación “, no se considera bueno en sentido absoluto, sino como un modelo de referencia que la sociedad, a veces equivocándose, considera positivo, pero por encima de todo pretende imponernos . Del mismo modo, el “Juancito malo” no debe entenderse como una figura reprobable, sino como un elemento que la sociedad, a menudo cayendo en el error, considera negativamente.
    Se puede observar cómo el malestar generado por la figura del “empollón” prevalece en las personas emocionalmente de izquierda, mientras que la fobia contra el “Juancito malo” es una peculiaridad de los de derecha.

  4. No, la izquierda no es estar con el pueblo ese esun slogam barato que esgrimen para engañar incautos y tomar el poder y después no soltarlo es mas razonable lo que diceJuan Moya Romero, la situaciónn es si se quiere que el estado sea omnipoootente, que tenga el poder polítioco y económico y el pueblo solo ser un número enn una nómina estatal, o si, al contrario como quiere la derecha el estado solo sea un árbitro para evitar abusos y distorsiones y que la sociedad se maneje de forma autónnoma, claro ejemplo de esto se está viviendo actualmente en la hermana república de venezuela, un pais en el que el estado se está engullendo todo para tener un estado omnipotente que masacra, asesina, reprime a su pueblo con esto facilmente se caen esas ideas de que la izquierda favorese al pueblo, son mentiras.

  5. El ejemplo de la condenación dura a la homosexualidad, por parte de ciertos sectores en antaño. Y su acercamiento y hasta aceptación hoy, es un claro ejemplo de que las doctrinas (algunas de ellas bastante medievales)que cimentaron el nacimiento de las distintas ideologías político-sociales, están quedando atrás, producto de una especie de re invención, pero esta re invención cae mas en un maquillaje comunicacional que algo de fondo. Es por que los temas los llevan a cambiar su angulo de visión.
    No por que les haya nacido, y producto de esto mismo es que algunos se pasean de vereda en vereda.
    Otro ejemplo; Si sus bases dictaban que ellos tuvieran oposición total a los imperios económicos, y hoy son parte del Directorio.
    Buen articulo, mis saludos

  6. A mi juicio no hay doctrinas que puedan permanecer invariables en el tiempo, porque una característica inherente al ser humano es que evoluciona constantemente, y no sólo en el ámbito antropológico, también evoluciona en el ámbito social, cultural, espiritual y por cierto ideológico. No es extraño entonces, que los viejos paradigmas no encajen en la sociedad actual, mientras la sociedad evoluciona con vertiginosa rapidez en su conjunto, el hombre, el individuo se demora mucho más en asimilar esos cambios; así ha sido desde que el hombre es hombre y desde que existen las sociedades modernas. En síntesis, una revolución por ejemplo, es el resultado no de un momento particular en la historia, si no la suma de años y siglos de subyugación. Ahora bien, aclarado este punto, lo que no se puede cambiar es la génesis, aquella matriz filosófica que dio origen a la izquierda o la derecha.
    Básicamente cada una conserva los mismos principios que originalmente las inspiraron; por lo mismo, siguen siendo diametralmente opuestas, aunque no estemos conscientes de ello. La izquierda y la derecha tienen una cosmovisión del hombre, de la existencia del ser humano muy diferente: qué somos, para qué estamos aquí, cómo me relaciono con el otro, cuál es la finalidad de mi existencia, son preguntas que ambas resuelven de manera tajantemente distinta.
    Con matices y aun considerando que la perspectiva puede variar a causa de la evolución natural de todas las cosas, quién suscribe una no puede “a veces” suscribir la otra. No se está escogiendo entre peras o manzanas, no es una o la otra, o a veces ambas. Yo soy de izquierda porque es imposible que sea de derecha, porque una me da las respuestas que la otra no; porque lo que la izquierda representa no es un grupo de partidos políticos que se “dicen” de izquierda, para mi ser de izquierda es una forma de vivir, sentir, actuar y amar, es una forma de ver el mundo y la existencia como la derecha jamás podrá (en mi caso).

  7. El esquema se mantiene a flote porque hay unos pocos a los cuales les conviene que se mantenga.. así ellos se pueden ir alternando en el poder…

    Muchos nos críamos en hogares con ideas políticas y creencias religiosas… en un momento se nos cayeron las ideas y las creencias… en ese momento quedamos expuestos a los caprichos de los de turno.
    GDC

  8. Sam:

    Tienes toda la razón.
    Personalmente , me siento representada por diferentes ideologías, en distintos temas. Hace mucho rato ya que no me identifico ni con la izquierda ni con la derecha. Y hace varias elecciones ,que voto por personas y proyectos. Aunque reconozco que hoy como nunca, me siento absolutamente desilusionada de la política criolla y sus representantes.

    Te felicito Sam. Hacen falta miradas lúcidas como la tuya.

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