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La forma como procesamos la información en el cerebro es magnífica, no sólo las conexiones cerebrales que se activan cuando percibimos, también la capacidad de renovar y aprender a reestructurar conceptos, ideas, descubrir perspectivas, soñar, etc.

Cuando no existían estudios sobre cómo funciona el cerebro de acuerdo a los estímulos senso-motoros que recibimos del ambiente, los filósofos se centraban en analizar el post-pensamiento, es decir, aquello que daba resultado, que podía reconocer acciones y/o ideas respecto a “algo”. Así es como diferentes corrientes analíticas dieron paso a propuestas metodológicas y funcionales del lenguaje, los símbolos y la significación. Por ejemplo la Hermenéutica de Heidegger y sus contemporáneos, que estudian la interpretación, la forma de establecer relaciones entre la palabra escrita, su oralidad y concepción cultural, sin necesariamente construir realidades con los paradigmas sociales imperantes.

Hoy, todas esas perspectivas, sumadas a los estudios de neurociencia y psicología cognitiva, dan paso a nuevas aristas para comprender el “cómo pensamos”.
Se pueden establecer leyes y parámetros mentales para esclarecer estos procesos, pero definitivamente la verdad al respecto estará sesgada siempre por patrones culturales y orientaciones científicas.

De vital importancia para las comunicaciones es comprender y saber acerca de la filosofía del lenguaje y el significado, sus estructuras, el cuestionamiento que se ha hecho sobre su uso y la forma de llevarlo a la comunicación.

El modelo actual de pensamiento con el que trabajamos se centra en la percepción, que siendo muy importante, no es la llave maestra para potenciar las relaciones humanas. El lenguaje es vital para el entendimiento, la manera de construir realidades y el cómo reafirmar ideas en conceptos está siendo cada vez más desplazado por las tendencias de moda en cuanto a publicidad y diseño; Es por eso que la retórica argumentativa no se utiliza en la esfera cotidiana porque la inmediatez y el mensaje directo son las estrategias usadas para comunicar mensajes, la educación en el lenguaje se centra en ese modelo de pensamiento.

El lenguaje es una herramienta para comprender el mundo, a través de él proyectamos, imaginamos, significamos lo que nos rodea para comunicar y entendernos como sociedad humana. Desde que nacemos recibimos información donde los sentidos se entrelazan con la fonética de las palabras, el sonido y la forma de hablar conectan el cerebro con los significados y su contexto social.
Si bien existen muchas lenguas y distintas acepciones de las palabras, cada una tiene un significado único en una comunidad específica, por eso el estudio del significado es tan importante, pues es parte del cuestionamiento natural del entendimiento, desde su forma de construir realidades hasta el desarrollo mental de los individuos.

Para quienes nos dedicamos a comunicar, la importancia de construir un mensaje es inmensa, es necesario tener muy claro qué objetivo queremos transmitir, pues la construcción de significados varía de acuerdo a diversos factores, como la edad, el imaginario colectivo, el estatus social, nivel educacional, cultura y tantos otros que pueden influir en que lo dicho se interprete de manera distinta dependiendo de cómo se estructuró la información.

El fenómeno del pensamiento es global, abarca todas las áreas del conocimiento, abrirnos a nuevas perspectivas para su estudio nos entrega entendimiento multidisciplinario y así evitar caer en la localidad y en la creación de manuales únicos de desarrollo del ejercicio de la comunicación.

Artículo originalmente publicado en www.carolinacadiz.com
En Twitter 
@caropaz_ 

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