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Como dice Barthes en el libro “El placer del texto y lección inaugural”:
“Me intereso en el lenguaje porque me hiere o me seduce”
Leer, escribir, comunicarnos, devela lo que nos remece el alma.

¿Qué hace que un libro nos atrape, que nos conquiste a seguir leyendo?

Leer es sumergirse en un universo donde las historias remecen y se apropian de nuestra experiencia, marcan momentos de la vida, abren perspectivas y muestran realidades.
La narración es fundamental, porque muchas veces hace la diferencia entre leer o no un libro, lograr en el lector el juego de emociones necesarias para provocar rechazo o belleza desgarradora que eleva, desciende, pausa.
Estremecer con detalles que transportan a lugares, emociones, silencios enriquecidos, etéreos, sublimes, pacientes, histéricos, generar complicidad con las hojas, un llamado libertario, seductor o un rechazo tal, que no sabes cómo explicar.

Cuando el autor es capaz de conectar nuestros sentidos con la piel, evocar delicada o fulminantemente sus inquietudes o historias, es cuando el relato te marca, establece el sentido entre ideas y lenguaje. Todo esto provoca un buen libro, un buen autor, astuto y convincente.

El lenguaje es poderoso, somete y libera, remece y vulnera a lo más escondido, secreto, amado, anhelado y siniestro de nuestras vísceras. Actúa como espejo de realidades e identifica el alma con su ritmo y prestancia, es rítmico, sonoro, aromático, seduce y acecha dejando residuos donde la mente tiene libertad de imaginar, escapar y completar escenas, es el valor agregado que no tienen las imágenes porque es personal, pero a la vez comunitario, su interpretación depende del medio y las condiciones sociales.

Un libro es una puerta a la imaginación, a descubrir qué hay dentro de nuestra mente, qué cosas construimos, qué referentes usamos y cómo relacionamos el imaginario del autor con nuestras experiencias. Aquí, la virtud del autor es fundamental, dar claves correctas para transmitir el mensaje que queremos proyectar y encontrar la magia y el placer de leer.

En twitter me recomendaron muchos libros que desconocía y otros clásicos, les dejo la lista que recopilé aquí
¿Cuál recomiendas tu?
¡A leer con placer!

En Twitter @caropaz_

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8 Comentarios sobre “El placer de leer

  1. Leer te permite conocer otros mundos y conectarte contigo mismo (a); ampliar tu visión sobre las cosas; aprender sobre las emociones; entender procesos. Y , como bien dices, hay libros que marcan tu vida. Hay mucha gente que dice que no lee porque los libros son caros. Y lo son; muchas veces demasiado. Pero quienes tienen la suerte de vivir en ciudades con bibliotecas pueden recurrir a estas . Lamentablemente, pese a los esfuerzos hechos en los últimos 20 años, no hay una cultura de pedir o de prestar libros . Una amiga me comentaba que en un pueblo del sur la bibliotecaria no prestaba los libros a los niños (as) porque “los estropeaban”… Son muy pocas las librerías fomentan la lectura facilitando espacios para leer, mirar, tocar antes de decidirse a hacer una compra, como ocurre en otros países (y aun cuando no se compre … cómo tener un acercamiento al libro si se transforma en un objeto de deseo solamente). De mis últimas lecturas me quedo con Alan Pauls y su “historia del llanto; con Zambra y “formas de volver a casa”; y con “Leche derramada” de Chico Buarque

    1. Patricia, qué cierto eso de las bibliotecas, es muy importante interiorizar a los niños con la lectura, enseñarles que son tesoros, comprarles libros y que sepan que son suyos, donde pueden imaginar y soñar… Jamás darles el ejemplo que leer “es una lata”, he visto muchos padres que hacen eso y prefieren comprarles un autito o una barbie… creo que debe ser un regalo preciado y darle el valor que tienen desde que aprender a relacionarse con los objetos….
      ¡Muchas gracias por tu comentario!
      cariños

      1. En el Café Bustamante hay una pequeña biblioteca para niños, con mesitas hechas a su tamaño y estanterías donde pueden sacar los libros y leerlos, además de juguetes. En la Biblioteca de Santiago hacen actividades especiales para motivarlos a la lectura . En Valparaíso, una danesa creó una biblioteca trayendo libros desde su país, libros que otros niños ya habían dejado y otros nuevos, y con un grupo de voluntarias(os) tradujeron los textos y les pegaron subtítulos. Tenían un local en cerro Alegre y en una época usaron un “burro móvil” para llevar la lectura a la parte más alta del cerro, al sector más pobre de la ciudad. En Aysén, allí donde ahora hay balas y gases, funcionó durante años una biblioteca móvil que en verano recorría los confines más lejanos llevando libros, teatro y música. Magdalena Rozas, que fue directora de la Biblioteca, me decía que los niños esperaban el bibliobus con la misma ilusión que si se tratara del Viejo Pascual. Como esta ha habido muchas iniciativas a lo largo del país, algunas de las cuales han sobrevivido. Quiero decir que si alguien no tiene dinero para comprar libros puede buscar bibliotecas y llevar libros a la casa (el bibliometro , es un buen punto). Eso sí, hay que estimular el hábito de leer desde la edad más temprana; y en eso los padres o alguna persona amorosa – en el sentido básico de la palabra- juegan el primer rol.

  2. Otra de las razones por las que leo mucho es en cierta manera por escapar de lo real, lo hago desde chica y lo entendí recién hace como un año.

    y libros recomendados… El amor en los tiempos del cólera(<3), el túnel, Alsino (chileno) crónica de una muerte anunciada, cien años de soledad, Siddharta, Fahrenheitt 451, el hombre ilustrado, un mundo feliz, los que por ahora me acuerdo.

    Disfruto sosí más de la literatura hispanoamericana, por el español, quizás. Son historias y narraciones como más… pasionales, no sé, algo tienen.

  3. paso rápido por acá…..
    Acá una tripleta con lo que más me ha sorprendido y gustado;

    Historia de Cronopios y de famas de cortazar, 100 años de soledad de Garcia MArquez y 1984 y la granja de los animales de Orwell mis favoritos,

    Saludos requetecordiales 🙂

  4. Aunque siempre me he considerado un pésimo lector (sí, ya sé que me pierdo de mucho) valoro cada vez que se publica un nuevo libro, esa sucesión de hojas que hilan una historia, una vivencia, y que quedan inmortalizadas para siempre en un objeto precioso que nunca será superado -al menos eso espero- por otro formato.
    El libro es un pedazo de historia, grabado con sangre en un papel (bueno, al menos esos que se han escrito con algo más que la vaga búsqueda comercial).
    Lindo texto!

    PD: yo dije Quino.

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