Con una mezcla de alegría y tristeza, nostalgia, doy vuelta la página 605 y última de esta novela magistral de Richard Powers que ganó el Premio Pulitzer 2019.
No pretendo hacer una critica, ni un comentario literario, sino entusiasmar a mis amigos y amigas que comparten la pasión por la naturaleza, los árboles y las buenas novelas a que entren en esta obra que creo marcará a personas y generaciones, tal como lo hicieron en algún momento El clan del oso cavernario o Las niebla de Avalon. Son libros que abren mundos, miradas, y paradigmas.
Son 600 páginas que acompañarán a quienes han sentido a veces el delirio de la comunión con naturaleza y los árboles, que recogen en una trama asombrosa de personajes e historias, datos e investigaciones pop y más profundos sobre los bosques y sus formas de vida y comunicación. Para muchos será un descubrimiento alucinante, una verdadera ampliación de conciencia.
Hace algunos años se puso de moda el tema del post-humanismo o el trashumanismo, siempre desde una mirada tecnológica, digital, cibernética. Este libro me reafirma que está emergiendo una variante que da a un paso en una dirección diferente que es un ser humano conectado, en comunicación y comunión con los demás seres vivos, como la perspectiva que han impulsado y difundido científicas como Mónica Gagliano. (curiosamente ambos se encontraran el 27 de febrero en un diálogo organizado por el Institute for Cross Disciplinary Engagement at Dartmouth).
Esta visión resuena y vibra armónicamente con las tradiciones de los pueblos originarios de América, con la urgencia de salvar los bosques amenazados por la codicia humana y el calentamiento global, con la urgencia de una nuevo paradigma de convivencia entre nosotros humanos y con la vida que nos rodea.
Disfruté cada aventura y vivencia de esta novela coral. En más de algún momento sentí el vértigo de sentirme como un personaje de la misma y en otras la admiración del escritor ante una obra que dice tan bien aquello que me gustaría decir.
Reitero, esta es una invitación a que lean esta oda a los árboles, los bosques y la naturaleza.
Son los mensajes del pasado ancestral. La fuerza antigua de la naturaleza. Gracias por compartir tu punto de vista.