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Millones de sitios y medios sociales, tantas posibilidades de acceder a información e interactuar con personas sin importar las limitaciones culturales, ideológicas o geográficas que se tengan. Un mundo de oportunidades, de acceso y de expandir los contenidos a gran velocidad. Tiempo de lo inmediato.

Entre tantos sitios web, tweets y estados de facebook nos encontramos con información tan diversa, tan amplia y… a veces, tan confusa. El abanico de contenidos, la oferta tan increíblemente vasta nos permite encontrar la “aguja en el pajar”, desde los buscadores con una sola palabra comenzamos a encontrar e incluso nos ayuda a definir nuestra búsqueda. Tiempo de accesos

Es ante este escenario que la persona, siempre centro de todo proceso comunicacional, decide, analiza y concluye. Es entonces cuando nuestras experiencias y emociones experimentadas previamente determinan nuestro ángulo de búsqueda, nuestra mirada y la manera en que cada una de las palabras encontradas en el espacio virtual sirve para satisfacer nuestras inquietudes y necesidades. Tiempo de decisión.

Es en el mundo virtual donde encontramos, por ejemplo, diversos fundamentos para los llamados “3 días de oscuridad” (21 a 23 de Diciembre) para algunos un hecho planetario, para otros confirmaciones de un apocalipsis. Según los conocimientos y las creencias de cada quien, la información distribuida en los diversos medios servirá para enfrentar su propia realidad y difundirla. Es así como twitter se basa en enlazar contenidos desde otros sitios, comprendiendo que la necesidad de mostrar lo que decimos se basa en datos en red. El pensamiento no es individual sino de muchos otros que aseguran con la misma convicción lo que se dice. Tiempo de linkear y argumentar.

Las configuraciones personales se adquieren en el contacto con otras personas, en la relación que establecemos con nuestras distintas comunidades, con sus emociones y construcciones colectivas de experiencias. Es entonces, la información en internet la posibilidad de confirmar y fundamentar nuestras perspectivas, tomando sólo aquellos contenidos que sirven para dejar fluir nuestro pensamiento y hacerlo extensivo a otros.

Son nuestras configuraciones y reconfiguraciones las que definen cuales son las interpretaciones que daremos al mar de contenidos con el que nos enfrentamos a diario, seleccionando y concluyendo a partir de lo que nuestra memoria dinámica permite incorporar como conocimiento confiable. Es el tiempo de interpretaciones donde nuestra identidad se ve reflejada en la selección y proyección del contenido, es el tiempo de selproyectar* desde nuestras propias experiencias y emociones vividas.

 

*Selproyectar: concepto creado por Mauricio Tolosa que se refiere a los dos verbos, seleccionar y proyectar, integrandolos en uno porque son los dos procesos claves de la configuración de universos individuales y colectivos. Leer más en Comunicología, de la aldea global a la comunidad global. (página 57)

 

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