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En el proceso de ejecución de mis consultorías, he podido trabajar en diversos escenarios educacionales. Desde escuelas públicas y rurales en las cuales no poseen baños para profesores a exclusivos colegios privados donde sus alumnos vacacionan en Europa o Estados Unidos. En ambos  casos me he encontrado con niños y niñas vulnerados en sus derechos, violentados de manera sicológica y sexual, u otros felices, llenos de sueños y esperanzas.

La Educación es de por sí un tema sumamente complejo, porque al mismo tiempo que nos involucramos con el desarrollo neuronal, afectivo y moral de los hombres y mujeres del mañana, no existen manuales que vengan a responder todas las problemáticas que día a día se nos presentan.

En cada uno de los centros educativos que he asesorado, he podido constatar que la estrategia es un núcleo fundamental de donde emanan cada una de las acciones posteriores. Pero en esta ocasión no me refiero a la planificación estratégica que vendrá a pensar y ejecutar la gestión directiva del Colegio, sino más bien a la estrategia áulica, el decisivo y central para procesos de aprendizaje efectivo.

La estrategia áulica consiste en varios pasos – por motivos obvios de extensión no podré explayarme mayormente – que se resume en su primera parte, en un profundo conocimiento del contexto que nos permite manejar toda la información posible tanto física y material, de capital humano, del rol de los padres y la sociedad, como también factores emocionales y sicosociales. Cada detalle se vuelve importante, para posteriormente tener la capacidad de plantearse metas, que deben ser medibles, específicas, bajo un tiempo limitado y accesible.

He ahí donde el rol del Profesor es fundamental. Superando todos los factores de adversidad, genera un ambiente futuro a partir del centro creativo que debe tener como objetivo remediar las deficiencias de aprendizaje, corregir los procesos no efectivos y sobre todas las cosas, potenciar los factores de autonomía intelectual de los niños.

Este es un desafío mayor. Significa superar el viejo concepto de la planificación curricular y de metodologías estáticas, como también el uso de modelos extranjeros que como recetas prometen más de lo que cumplen. Es más bien, atender las necesidades particulares de cada Escuela y Colegio, de cada Aula en particular, y a partir de esa focalización pensar y ejecutar una estrategia que genere nuevos espacios de creación.

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Alguien comentó sobre “La necesidad de la estrategia en el aula

  1. Completamente de acuerdo con lo planteado , es lo que se hace en educación especial donde cada alumno tiene distintos grados de discapacidad, distintos ritmos de aprendizaje, en general, cada uno de ellos es un desafío constante para el profesor, en donde la creatividad docente se pone a prueba día a dia.

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