“Vergüenza” es la palabra que utilizó el Papa Francisco para referirse al naufragio de un barco procedente de Libia que transportaba cientos de africanos que deseaban llegar a Italia. La artista chilena Emma Malig viene trabajando ese tema desde hace años y hoy presenta su instalación “Atlas in Fine” en un pequeño invernadero de París, durante el transcurso de de la Noche Blanca. Se trata de un evento donde participa más de un millón de personas y que se celebra desde 2002.
La instalación de Emma simboliza la ruta de las aves migratorias, el recorrido de los inmigrantes ilegales y las constelaciones que los guían.Y tiene especial vigencia en estos días cuando un nuevo naufragio de un barco de procedente de Africa, en la costa italiana, muestra nuevamente el horror de un viaje que tras la pretendida felicidad encuentra la muerte.
La Noche Blanca congrega a decenas de artistas que se apropian de espacios públicos y museos durante toda una noche, para deleite de cientos de miles de parisinos y visitantes de la Ciudad Luz. En 2012 el público superó al millón de personas. El proyecto de la artista visual chilena residente en Francia fue seleccionado en abril por una comisión organizadora integrada por curadores y críticos de arte.
Emma presentará su trabajo en un invernadero público situado en el parque Edouard Vaillant, cuyo nombre recuerda a un destacado político socialista francés de fines del siglo XIX. “Atlas in fine” hace un paralelo entre las migraciones de los pájaros que año a año atraviesan el Estrecho de Gibraltar buscando un lugar propicio para continuar su ciclo de existencia y los inmigrantes africanos que recorren el mismo trecho con el anhelo de encontrar mejores horizontes de vida en Europa, muchas veces sin lograrlo.
La elección de Emma está muy relacionada con el tema de su obra. El distrito XX alberga barrios cosmopolitas como Ménilmontant y Belleville, que han acogido a muchas olas sucesivas de inmigración desde mediados del siglo XIX. Es en este ambiente mestizo, donde Emma instalará tres esferas de papel de 8 metros de diámetro que en su superficie representan la navegación y el naufragio, por una parte y el vuelo hacia la luz, por otra, movidos por un sutil mecanismo que permite un juego de luces y sombras.
Desde su estudio en la capital francesa, Emma espera que el montaje resulte algo especial tanto para quienes visiten el distrito como para sus habitantes:” De algún modo quiero esta Noche Blanca sea también la noche de los inmigrantes”, dice.
Emma Malig vive en Francia desde comienzos de la década de los 80’. Entre 1983 y 1987 estudió en la Escuelas de Bellas Artes de Paris y ese mismo año viajó a Berlín, Alemania, becada por Kunstlerhaus Bethanien. Al año siguiente y hasta 1992 realizó una residencia en Kioto, Japón para volver nuevamente a París a la Cité International des Arts.
La errancia ha sido uno de los motivos de su obra. La lejanía del país donde nació, la añoranza , se mezclan con la instalación en el país donde habita con su familia (un marido francés que también es artista visual – Frederic Sapey Triomphe- y dos hijos adolescentes) y donde ha consolidado su carrera artística. Por eso va y viene con obras livianas y transportables (en enero expondrá en Concepción).
La residencia en Kioto y los viajes posteriores a Japón han marcado fuertemente su trabajo. Allí conoció las técnicas tradicionales de fabricación de papel, pintura (Nihon-ga) y grabado, adoptándolas en su obra. Explorando las relaciones de este soporte con el grabado, dibujo, pintura y escritura ha utilizado diversos formatos planos (algunos de enormes dimensiones como la cartografía que exhibió en el Museo de Arte Contemporáneo de Chile en 2003) y tridimensionales, como el usado ahora con la instalación “Atlas in fine”.
Sus grabados y pinturas han sido expuestos en muestras individuales y colectivas en Chile, Francia, Japón e Italia. Sus obras se encuentran en colecciones como la del Museo de Arte Moderno de Paris, Colección Nomura, de Kioto Japón, la de Rotschild en Londres y en el Kunstlerhaus Bethanien, de Berlín, entre otras. Por su trayectoria, en 2011 recibió el reconocimiento de la Academia de Bellas Artes de Paris a través del Instituto de Francia. Últimamente ha expuesto en la Galeria Ueda, de Tokio (2012); en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago (2011); en la Galeria Julio Gonzales, Arcueil (2010) y en la Galería Animal, Santiago (2009).