Otoño.
La tierra es cobijo.
Un camino de alas desprendidas
siguen mis pasos,
ahora reivindicados,
de mis raíces antiguas.
Elevaciones cohabitan con las estrellas
pero se vuelve largo el desvío aéreo
para existencias ignotas
prendidas de la biosfera;
Ilusorias son muchas vías
y certera la del ombligo,
el final está de vuelta al principio de todo.
El otoño reposa el camino,
el pecho del universo, guardado en el bosque,
sujeta el silencio para hacerme dormir
al ritmo de su corazón apaciguado.
Invierno
Respiro el viento,
ese que carga el frío,
mi alma mimetizada de estepa
se abriga de coirón,
inmensidades de mar,
donde los ojos aran
incandescencias transmutadas.
Anidan en lo profundo inercias,
aún esperando una hora,
mientras evaden el compás
de relojes invisibilizados;
las ansias acobardadas
refugio buscan del frío
de estación en estación.
El lienzo frío congela
el fuelle del viento
y se desprenden pétalos,
flores guardan labios del cielo,
flores, decretos de muerte necesitada.
Primavera
Suele demorarse sutil en la esquina,
y mientras espera
– transparencia ingenua –
madura emanando perfumes,
así embriagadas,
criaturas de la noche y el día,
se someten a sus sensuales designios.
Desde dos ventanas,
incrédula la desesperanza,
observa renovadas latencias,
exitada ante brotes palpitantes
una huerta dispone en su corazón.
Moscas alborotan el aire con zumbidos,
derribadas las barreras del hielo,
celebran la libertad en vuelo de a dos;
comienzan suaves brisas
ondeando gasas herbáceas
y floreciendo el vuelo de mi vestido.
Es primavera otra vez.
Verano
Nostalgias de durazneros
no ofrece con su néctar y sombra la pampa,
a cambio alarga su brazo
de planicies y lomas
para inclinar el cielo
y en su mano acercar el fruto
de horizontes lejanos.
El frío da tregua,
cede su lugar al viento tibio,
deviene en goce
la piel con su roce,
promesas iluminan
la noche estrellada,
abreviada,
por ansias de sol que apuran su llegada
y demoran su retirada.
Emergen del fondo acuático
juguetonas criaturas,
sonrisas son pájaros
en el aire y desde el mar,
saludos traen de las profundidades,
mientras calladas las nostalgias
hibernan sus secretos.
