Compartir

Este texto se basa en una experiencia personal y expone una forma de ver la vida que es, reitero, muy personal. La invitación a leer y discutir está abierta. Todos son bienvenidos.

“Olvidar es una necesidad. La vida es una pizarra en la que el destino, para escribir un nuevo caso, necesita apagar el caso escrito”

Joaquim Machado de Assis

“En la existencia del hombre no hay realidad que no sea hija de su propia alma creadora”

Franz Werfel

El punto de partida es ese: comprender que nuestra realidad la creamos nosotros mismos, y que esa pizarra simboliza nuestro inconsciente. Esta es la base para entender el Ho´oponopono, una técnica hawaiana ancestral que propone una nueva forma de enfrentar la vida, y que invita a “borrar” la información que cada uno trae “de fábrica” para encontrar la inspiración que nos permita manifestarnos en una vida plena, creando una realidad basada en la paz y el amor.

Para entender (y creer en esto), hay que asumir que toda nuestra realidad es creada por nosotros mismos, incluyendo las personas que aparecen en nuestra vida, y por lo tanto, depende de nosotros sanar nuestra realidad y también la de quienes nos rodean.

Para comprender mejor, esta técnica de sanación reconoce que es en el inconsciente donde se aloja la memoria, y que esa memoria está compuesta por miles de millones de datos que permanecen ocultos hasta que, para cada momento de nuestras vidas, los traemos a la conciencia para crear el universo que nos rodea.

HOOPONOPONO

Así, con esa información, sabemos cómo reaccionar, qué hacer en cada caso, qué sentir, qué decir. Son datos que codifican nuestra forma de vivir la vida, de recrear nuestras realidades. Y lo más interesante, es que son datos que no necesariamente tienen que ver con nuestras vivencias, sino con memorias históricas, memorias colectivas, incluso memorias prestadas de nuestros padres, abuelos, ancestros y vidas pasadas. No necesariamente son parte de nuestra experiencia y en la mayoría de los casos, esas memorias son programaciones mentales  -muchas veces negativas- que nos impiden vivir una vida plena.

Frente a esto, la idea es limpiar esas memorias, sin que eso se entienda como que debemos “olvidar” nuestros recuerdos. Esas memorias no son recuerdos, son información que no recordamos, alojada en nuestro inconsciente. Ese es el fundamento que nunca debemos olvidar (o mejor dicho, lo que nunca debemos dejar de estar conscientes).

Lo importante, es que esta técnica de sanación no está ligada a ninguna religión ni nos exige hacer grandes sacrificios. Sin embargo, sí nos invita a creer en un ente superior, una inteligencia divina, una energía cósmica o un dios cualquiera, el que va a recibir nuestras peticiones formuladas de una manera muy distinta a lo que estamos acostumbrados: en vez de pedir por que algo suceda, alguien cambie o tengamos un “golpe de suerte”, debemos simplemente pedir por que estas memorias que impiden que nuestras vidas se desarrollen de manera pura y limpia, desaparezcan.

girasoles65740

Personalmente, todo esto me hace mucho sentido. Siempre he creído que somos nosotros los que tenemos la capacidad de crear nuestro mundo a nuestra “imagen y semejanza”, es decir, poniendo lo bueno y lo malo que existe en nosotros mismos. Mucho antes de conocer esta técnica me convencí de que lo que somos, sentimos, hacemos y decimos construye la realidad que nos rodea.

No creo que simplemente nos toque vivir una determinada realidad por azar. Ahora más que nunca, me hace sentido el que estas memorias inconscientes sean las que crean nuestro universo y atraen personas a nuestro entorno. Todas las personas que conocemos están ahí por algo, y su felicidad también es nuestra responsabilidad.

Al pensar así, vuelvo al núcleo de todo mi pensamiento: que todos somos uno, que yo soy otro tú y tú eres otro yo, y que juntos, somos un universo de energía pura, única y poderosa.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *