Compartir

Don Choche

Te llamo así porque con los años llamarte  Choche se fue convirtiendo en un sinónimo de Papá o quizás fue al revés o quizás fueron palabras en paralelo que se fundieron en el cariño que te tenemos.

Hoy te escribo a la distancia y no sé si te vayan a leer o llegar estas letras, pero opté por hacerlas públicas porque me parece que las palabras y las emociones, que ahora al escribirte me inundan, no pueden ser sólo para nosotros, no puede haber vergüenza en mostrar toda la admiración y respeto que siento por ti.

Cuando pensé en iniciar esta carta me acordé de las muchas veces que hemos conversado y de las tantas cosas que con paciencia e infinito cariño me has dicho, de las veces que te seguí tu consejo y me sentí grande por la sintonía que se ha producido entre nosotros y de las veces que no lo hice y tuve que lamentar las consecuencias, gracias por estar en ambas situaciones, pero sobre todo gracias por estar después de que coseché de mi soberbia o de las ganas de recorrer y vivir mis propias decisiones.

Papá Hernán Caucao - rocas

Ya hacen muchos años desde que me dejaste en el terminal de nuestra ciudad con un par de cajas de cartón donde llevaba mis cosas para ver si podía doblarle la mano a la vida y tener una vida diferente a la tuya, al menos esos eran tus deseos, no me acompañaste no porque no quisieras, sino porque no teníamos como costearlo. Pero eso no era problema, tú y mi vieja me criaron para poder adaptarme a la adversidad y en eso sé que estás seguro de mí, salimos apellinao’ los Caucao.

De esa época hasta hoy nos han pasado tantas cosas, hemos recorrido mucho, juntos y por separado, pero nunca nos perdimos de vista. Me encanta volver donde Uds., y me alegra haber aprendido tempranamente el valor de poder conversar contigo o con mi mami cuando estoy claro y feliz con mis sueños, pero sobre todo cuando me he perdido, que no han sido pocas, gracias por toda la calidez de tus palabras.

Ya han pasado muchos años desde que debes haberme estrechado en tus brazos siendo yo un bebé, me gustaría que por esas cosas de la magia y la fantasía, el tener la posibilidad de verte conmigo en tus brazos, ver cómo era tu cara, como jugabas conmigo, me dicen que mi llegada cambió muchas cosas, espero que haya sido para bien. ¿Quieres que te diga algo? No sé si fui planificado, deseado o no, si me buscaste o fui el resultado de tu juventud apasionada. Lo que sí sé es que me sentí querido desde niño y eso para mí queda.

Los años han pasado viejo y hemos envejecido juntos, tu más calvo y yo con las canas que comienzan a aparecer y me dicen que el tiempo pasa para todos. La vida nos puso en caminos similares, yo también me convertí en Padre a la misma edad que tú me tuviste a mí y mi vida también cambió como la tuya y cuando pienso cómo debe haber sido para ti tenerme entre tus brazos imagino que debe ser igual de inmenso como ha sido tener a mi Rocío en los míos, es algo tan grande que a ratos mi pecho no tiene espacio suficiente para contener tanto amor.

Papá Hernán Caucao

Hoy no estoy físicamente contigo y tampoco con mi hija, en todas partes anuncian que es el día del Padre, pero la verdad es que es un día común y corriente como cualquier otro, el día del Padre es cuando estamos juntos en el fogón de cocina chilena cantando y tocando guitarra y disfrutando de un buen tinto, el día del Padre es cuando te pregunto a solas por alguna cosa que me dan vueltas o conversamos de algún tema contingente o cuando estoy con mi Rocío y podemos hacer especial una tarde yendo al cine y después hablando de alguna cosa que le paso en el Colegio o le preocupa.

Hice pública esta misiva porque una vez me dijiste que cuando te mueras no querías grandes discursos o cosas de ese tipo, me imagino que serás congruente hasta en ese crucial momento; entonces, si he de respetar tus deseos, quiero aprovechar ahora que estás vivo para decir públicamente lo mucho que te quiero, cuanto te admiro, cuanto he aprendido de ti en estos años y que estamos en paz, no hay pendientes, y por tanto, todo lo que nos pase sólo sumará a la gran vida que has tenido don Choche, una vida noble, decente, una vida de obrero, de campesino, una vida que tu decías no querías para tus hijos porque era muy sacrificada y como Padre querías algo mejor, a tus ojos, para nosotros; pero es sin duda, tu vida, más honesta que muchas otras que no tocan la tierra como tú lo haces día a día.

 

Un abrazo enorme y hasta el próximo tinto que espero sea pronto.

Uno de tus hijos

Hernán

Compartir

Alguien comentó sobre “Carta pública de un padre para otro.

  1. No puedo más que emocionarme con cada palabra tuya… cada una de éstas lleva sentimientos que de alguna u otra manera asimilo como míos y que me remontan a mis propias vivencias. Gracias por compartirlas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *