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 “El mundo no es algo que nos haya sido entregado: es algo que emerge a partir de cómo nos movemos, tocamos, respiramos y comemos.”
Francisco Varela

Francisco Varela es un referente intelectual y espiritual, es un placer explorar sus textos y seguir sus entrevistas, en cada una se enriquecen y amplían los conocimientos y distinciones para el crecimiento y desarrollo humano. En sus investigaciones y reflexiones siempre traspasó las fronteras de lo evidente, un poco revolucionario para su tiempo, en la última década de su vida promovió la convergencia entre ciencias cognitivas y espiritualidad que fue parte del inicio del Mind & Life Institute  y que ha inspirado a muchas disciplinas que abordan el estudio del ser humano. Ésta integración de los mundos y conocimientos: oriental y occidental, la ciencia y la espiritualidad, las emociones y la filosofía, es lo que invita a la comprensión de una convivencia más esencial y fundamental, valorando a las personas y comunidades con sus procesos biológicos, emocionales y conductuales propios y compartidos.

En la entrevista de la Belleza del Pensar (2001) Francisco Varela define trascender, sentir y experienciar como las características básicas de la empatía: “una cualidad humana, tan humana como tener células y carne”. Esta trilogía cobra un sentido distinto cuando observamos el mundo que nos rodea, las personas y sus ritmos, las relaciones y los espacios de interacción presenciales y virtuales.

Podemos observar las dinámicas y comportamientos sociales en distintas situaciones y contextos, por ejemplo en algunas discusiones sobre medio ambiente, educación o salud, se puede identificar claramente quienes están en contra o a favor del tema siguiendo la historia de descalificaciones que se van sumando en cada conversación e interacción como forma de protección de la posición. Es interesante observar en cada caso que la forma de relación y discusión instalada se centra en la defensa de la verdad particular y en la agresión por todo aquello que no valide y respalde MI opinión, alejando completamente lo que debería ser el norte: llegar a consensos para construir y no destruir.

Muchos son los lugares y momentos que reflejan esa inminente necesidad de tener LA verdad única y enmarcada en un territorio personal donde no es posible comprender o recordar que hay personas que viven otras realidades o que simplemente su motivación es distinta. En esa territorialidad no hay cabida para la integración de otras perspectivas.

La forma cómo nos relacionamos está vinculada con la capacidad que poseemos de trascender nuestro territorio, nuestra realidad y ego, cruzar ese límite que nos separa del resto del mundo y que ofrece posibilidades infinitas de interacción. Como describe Francisco Varela: “trasciendo mis límites para ponerme en el lugar del otro y de hecho en el lugar de los otros”

Esa capacidad de trascender mi cuerpo, de difuminar los límites para encontrarme con un otro, sentirlo y experimentar juntos la danza del intercambio, ese komein creador de un cuerpo juntos para relacionarnos y existir en ese intercambio.

Las emociones son una hebra presente y permanente en ese trascender, el eje articulador que envuelve cada acción tiñéndola y matizándola de nuestro sentir, reforzando cada decisión y evidenciándose en cada palabra, gesto y movimiento. Las emociones se funden, las mías, las tuyas, las de ustedes, para sentir y respirar esa fusión enriquecida de nosotros en la cual el mismo aire nos alimenta y nos permite co-existir.

“Soy capaz de sentir, de experienciar lo que es no sólo mi posición sino la posición de los otros”
Francisco Varela, la belleza del pensar

Inspirada en la lectura del libro Ética y Acción(1) sintetizo la experiencia como la capacidad de percibir y generar nuevas distinciones en las interacciones, aprendizajes y movimientos, desde lo cotidiano hasta lo más sofisticado, en las diversas acciones, estímulos e interacciones de y con nuestro entorno, incorporando la nueva información en nuestros registros corporales, sensoriales y emocionales, conformando y entramando nuestra memoria, construyendo y nutriendo constantemente el conocimiento.

“No es dado al hombre saber cómo describir y explorar su experiencia así no más, no es una cuestión inmediata, es un aprendizaje”
Francisco Varela, la belleza del pensar

 Si queremos mejorar la convivencia, un primer desafío sería  volver a esa característica tan humana de compartir y crear espacios comunes considerando al otro dentro de nuestro universo de posibilidades como un elemento tan vital como nuestro propio cuerpo. Tomar consciencia de nuestros procesos, de la forma en cómo estamos generando los vínculos y que nuestras acciones pueden influir en las decisiones o registros experienciales de otras personas. Comprendernos como una red multiefectora en la cual nuestras acciones, intensidades y decisiones están siendo parte de una cadena que involucra a más personas que mi cuerpo único. Un concepto maravilloso que describe Francisco Varela es la “empatía calurosa: ese sentimiento de ser tocado en la emoción por la presencia del otro” incorporar al otro en nuestro mundo comprendiendo que el mundo existe por la presencia de otros, de todos. Sentir ese calor, esa temperatura que me acompaña en la danza comunitaria con los otros que son tan parte de mí como yo de ellos.

 

[1] Francisco Varela, Ética y acción, Conferencias italianas en la Universidad de Bolonia en 1991, Dolmen Ediciones, 1996.

 Lecturas inspiradoras:

Francisco Varela, inspiración para una nueva comunicación.

Francisco Varela: muchos talentos, un gran corazón.

Los invito a explorar un espacio dedicado a Francisco Varela en la Fundación de la Comunicología.

viñeta-Francisco-Varela

 

 

 

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2 Comentarios sobre “Francisco Varela: trascender, sentir y experienciar

  1. Me encantó el concepto del amor según Francisco Varela, que lo describe como “el poder constitutivo de la empatía” esa capacidad que tenemos como seres humanos, de ponernos en el lugar del otro, de los otros” ser tocados por la emoción del otro….una grandeza simple, que nos hace humanos.

  2. bella columna, he logrado comprender esta visión del ser humano y la vida en un camino largo en la vida, q son la suma emociones q me hacen sentido. Concuerdo plénamente.

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