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“He vivido en busca de una visión, tanto personal como social. Personal: cuidar lo que es noble, lo que es bello, lo que es amable; permitir momentos de intuición para entregar sabiduría en los tiempos más mundanos. Social: ver en la imaginación la sociedad que debe ser creada, donde los individuos crecen libremente, y donde el odio y la codicia y la envidia mueren porque no hay nada que los sustente. Estas cosas, y el mundo, con todos sus horrores, me han dado fortaleza.”  Bertrand Russell.

Cuando se trata de pensar algo que tiene que ver con un futuro posible para muchos, la imaginación debería tener grandes alas, es un buen ejercicio que se debería fomentar, tanto como la ejercitación física.

1. Cuando se produjo el giro en el continente ya eran muchos los que querían lo mismo, entonces la revolución fue similar a una suave pero firme brisa.  Había camino recorrido en aquello de zanjar lo que era una constante: oposición entre “blanco y negro”, energías compitiendo por imponerse una sobre otra. Con el giro se desmoronó lo que se creía era el sino fáctico de la historia de la humanidad.

La historia de la humanidad está llena de misterios para mí, siempre me remito al pasado, a la pre-historia inclusive, para tratar de entender lo que somos, el cómo llegamos hasta aquí, si hubo un momento mejor, o, desde otro ángulo, determinar si ha sido una constante la  convivencia de lo salvaje y lo domesticado, de la paz y la guerra, del egoísmo y la generosidad, del amor y el odio; de lo cautivo y lo libre, del poder y la sumisión.

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Remitirse a lo bueno y a lo malo es complejo, pues involucra miradas condicionadas por patrones culturales, religiosos, experienciales, científicos, éticos, morales, filosóficos, es todo un recorrido que para occidente podría circunscribirse desde el tiempo de los griegos, pasando por Newton, Darwin y por hoy en nuestro Humberto Maturana, sin descontar los aportes, entre medio, de otros muchos miles de  connotados sabios.

Sincronizando con estas reflexiones, llega a mis manos un documento de Bertrand Russell (1872-1970) titulado Filosofía para Legos, el cual inicia el tema afirmando que la humanidad, desde que existen comunidades civilizadas, ha enfrentado el desafío de dominar las fuerzas naturales, adquiriendo los conocimientos y habilidades para hacer herramientas, armas y alentando a la naturaleza para una mayor producción de animales y plantas.

Dice Russell: “Se descubrirá que el aumento de habilidad (para el dominio sobre las fuerzas de la naturaleza) no ha asegurado, por sí mismo, un aumento de la dicha o el bienestar humanos. Cuando los hombres aprendieron a cultivar la tierra, utilizaron sus conocimientos para establecer un cruel culto de sacrificios humanos.  Los hombres que domesticaron, los primeros, al caballo, lo emplearon para saquear y esclavizar a poblaciones pacíficas.  Cuando en la infancia de la revolución industrial, los hombres descubrieron cómo fabricar telas de algodón a máquina, los resultados fueron horribles:  el movimiento de Jefferson por la emancipación de los esclavos en Norteamérica, que había estado a punto de triunfar, fue aplastado; el empleo de la mano de obra infantil en Inglaterra se desarrolló hasta un punto de crueldad espantosa; y en África fue estimulado un implacable imperialismo, en la esperanza de inducir a los negros a vestirse con telas de algodón. En nuestros días, una combinación de genio científico y habilidad técnica ha producido la bomba atómica, pero habiéndola producido, estamos todos aterrorizados y no sabemos qué hacer con ella.”  Y podríamos agregar muchos ejemplos más recientes.

Constatar la veracidad de ese lado obscuro de nuestra historia, implica la existencia, como constatación y como anhelo, de un lado luminoso, y en ello la imaginación desempeña un rol importante.

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2. Ese giro se inició sobre una práctica conocida desde la época de los griegos, pero bastante imperfecta en los hechos: la democracia; su mismo dificultoso recorrido era manifestación de una gran reserva de potencial, sólo bastaba aunar las voluntades para reconocer que ese era el escenario donde los todos diferentes cabían para escribir una obra.

Así, este mundo nuevo se ordenó desafiando los cánones conocidos, deconstruyó lo instituido: las naciones, los estados, los modelos de país y gobiernos quedaron obsoletos, nació una nueva estructura verdaderamente centrada en el hombre, su libertad y su bienestar.  Para ello el territorio fue dividido para dar lugar a pequeñas comunidades autosustentadas y autodirigidas. La conducción y prosperidad eran responsabilidad de todos sus miembros, no existían jerarquías y luego de un simple proceso aceptado por todos, los representantes tomaban lugar en una mesa llana y circular donde se resolvían los asuntos.

Cada cierto tiempo, o cuando fuera necesario, se organizaban mesas intercomunidades para hablar de los logros, proyectos comunes, analizar las amenazas y definir las estrategias.

Retomando a Russell y sus ejemplos de cómo el dominio sobre la naturaleza ha significado yerros para la humanidad en lugar de avances hacia las satisfacciones humanas, el mismo explica que en sus primeros tiempos la filosofía (“amor a la sabiduría”) anhelaba alcanzar una comprensión teórica de la estructura del mundo como, paralelamente, descubrir e inculcar la mejor forma posible de vida, es decir ciencia y filosofía unidas en pos de un mejor lugar para todos.  Sin embargo reconoce, a partir de Newton, una separación de ambas aspiraciones, remitiendo lo concreto al ámbito de la ciencia, y lo especulativo a la competencia filosófica y con ello desvirtuando los beneficios de una acción pensante que acompañe a la experiencia práctica, sesgando, al mismo tiempo, el significado de sabiduría.

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Dice Russell: “Algunos hombres se sienten tan impresionados por lo que la ciencia sabe, que se olvidan de lo que no sabe; otros se muestran tanto más interesados en lo que se ignora que en lo que se conoce, que menosprecian sus logros.”  “En asuntos prácticos, tienden a pensar que la habilidad puede ocupar el lugar de la sabiduría, y que matarse unos a otros por medio de la última técnica es más «progresista».” “Por otra parte, los que se burlan de la ciencia retroceden, por lo general, hacia alguna antigua y perniciosa superstición, y se niegan a admitir el inmenso aumento de la felicidad humana que haría posible la técnica científica, si se empleara ampliamente. Ambas actitudes deben ser deploradas, y es la filosofía la que enseña la correcta, al poner de manifiesto al mismo tiempo el alcance y las limitaciones del conocimiento científico.”

3. Los grandes poderes trasnacionales y globales se debilitaron, fueron insostenibles frente a los pequeños poderes representados por las comunidades, cohesionadas fuertemente en torno al cuidado de su hábitat y el bienestar individual y colectivo.

La práctica participativa fue llevada a extremos inimaginados, se comprobó que ésta no tiene límites cuando la voluntad, inteligencia y coherencia de hombres y mujeres la consideran el medio para alcanzar armonía y crecimiento, es decir y representándola alegóricamente, era la madre de brazos abiertos para que en ella converjan todas las ideas, todos los proyectos, todas las diferencias, todas las conversaciones y decisiones. Esta – la democracia – fue declarada por todos los pueblos del continente como valor universal sacro, representando el medio por donde fluye la existencia humana con sus alas de libertad y realización, en su ser siendo y haciendo con todos como iguales y a la vez diversos, generando así fuertes lazos entre los individuos.

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Russell desafía la efectividad científica al plantear interrogantes que ésta no ha sabido responder, obviando cuestiones de interés perenne para el ser humano y sin las cuales la existencia se vería empobrecida, entre otras muchas preguntas que formula destaco una: “¿Puede la mente dominar la materia, o es la materia la que domina completamente la mente, o cada una de las dos tiene, quizá, cierta limitada independencia?”

Cito a Russell: “Los que tienen pasión por los rápidos beneficios y por un equilibrado balance de esfuerzos y recompensas, pueden sentirse impacientes con un estudio que no logra, en el estado actual de nuestro conocimiento, llegar a certidumbres y que alienta lo que podría ser considerado como ocupación malgastadora de tiempo de la meditación inconcluyente sobre problemas insolubles. No puedo suscribir en modo alguno este punto de vista. Algún tipo de filosofía es necesario para todos, salvo para los más irreflexivos, y, en ausencia de conocimientos, con seguridad que se tratará de una filosofía tonta. El resultado de ello es que la especie humana se divide en grupos rivales de fanáticos, cada grupo firmemente persuadido de que las tonterías de su cuño son verdad sagrada, en tanto que las del otro bando son herejía condenable.”

4. La tecnología constituyó uno de los recursos orientados exclusivamente al bienestar y no a la guerra; la medicina, además de su gratuidad y excelencia, amplió sus conocimientos incorporando una visión holística; de la misma manera la educación se enfocó en desarrollar la reflexión y el cuestionamiento tanto como el conocimiento, otorgando relevancia a la creación práctica, tecnológica y artística.  El lenguaje era un ámbito con especial tratamiento, reconocido por su poder generador de realidades y herramienta vital para la convivencia en la diferencia y diversidad.

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“Arrianos y católicos, cruzados y musulmanes, protestantes y papistas, comunistas y fascistas han llenado gran parte de los últimos mil seiscientos años de lucha inútil, cuando un poco de filosofía habría demostrado a ambos bandos de todas esas disputas que ninguno tenía buenos motivos para creerse en lo cierto.”

5. De esa manera creció la prosperidad en muchos aspectos, recobró importancia el cuidado por la naturaleza, el uso de las riquezas fue racional, y ese compromiso constituyó el elemento que enlazaba a todas las comunidades que pisaban un mismo suelo, haciendo del sustento alimenticio y de otros insumos materiales para el bienestar colectivo, un eje de intercambio colaborativo, complementario y solidario. Con ello la época del capital llegaba a su fin.

Afirma Russell: “El dogmatismo es un enemigo de la paz y una barrera insuperable para la democracia. En la época actual, por lo menos tanto como en eras anteriores, es el mayor obstáculo para la dicha humana.”

6. Al nacer, a cada habitante se le asignaba un ingreso de por vida para su sustento básico, ello permitía que, llegando a la edad laboral, éste podía desarrollar los trabajos de su preferencia y/o competencia, la mayor retribución era apreciar los efectos positivos sobre la gente y su medio.  Así, el deseo sobre lo material suntuoso y frívolo pasó a un plano posterior y la competencia cruel fue reemplazada por el sentido de responsabilidad de cada miembro, sin diferencias por el menor o mayor grado de conocimientos o habilidades, entonces  la gente comenzó a vivir más feliz.

Este continente y su refundación constituyeron la mayor revolución en la historia conocida de la humanidad, dio lugar a un mundo nuevo y a un hombre nuevo,  rescatando a la humanidad de las tinieblas que la amenazaban…

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