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En el año 2012, Chile uno de los países de América con más obesidad (25% en niños y alrededor de 30% en adultos) aprobó la Ley 20.6006 de Rotulado y Publicidad de Alimentos. En ella se establece “específicamente” que es el Ministerio de Salud quien debe definir a través de un reglamento que alimentos corresponden a aquellos con alto contenido o exceso de energía (kcal), azúcar, sal (sodio) y grasas saturadas. ¿Por qué? Porque el consumo de éstos alimentos es uno de los principales determinantes de la epidemia de obesidad y de numerosos otros riesgos en salud que nos afectan (diabetes, hipertensión arterial, hígado graso y algunos tipos de cáncer). ¿Qué establece además esta Ley? Establece que éstos alimentos con exceso de calorías, azúcar, sal y grasas saturadas deberán llevar una señal o logo que los identifique. Éstos no podrán ser vendidos en las escuelas y no podrán ser publicitados a menores de 14 años ni tampoco promovidos usando elementos de atracción para niños como juguetitos, chapitas, “stickers”, etc.

¿Qué ha hecho la empresa de alimentos?

La empresa de alimentos a través de sus asociaciones nacionales y también internacionales ha presionado a través de los medios y otras instancias al gobierno de Chile para que este reglamento no sea aprobado o sea modificado y al igual que ha sucedido en otros países con leyes semejantes (Perú, Brasil), esta Ley quede solo en el papel o bien no aplique.

¿Qué dice la empresa de alimentos para confundirnos? Los límites máximos, fijados por el Ministerio de Salud para definir alimentos con altos en calorías, azúcar sal y grasas saturadas son considerados por la industria como “excesivos” en comparación a los usados en otros países.

El segundo informe sobre Dieta, Actividad Física y Cáncer del  “World Cancer Research Fund” que ha revisado toda la información científica disponible ha establecido que los mayores riesgos para desarrollar obesidad y enfermedades asociadas dicen relación con dietas altas en calorías (entre 225 a 275 kcal/100 gramos). En concordancia con estos antecedentes el Ministerio de Salud ha establecido como alimentos altos en calorías aquellos con una densidad energética superior a 275kcal/100 gramos, al igual que México que utiliza el mismo criterio. Entonces,  yo le pido a usted que compare en la Imagen 1, que se muestra a continuación, lo que usted come en su casa o en la de su abuelita, con lo que contiene muchos de los alimentos que se venden en bolsitas o paquetes en supermercados y díganme si no hay razón para rotularlos como de alto contenido o exceso de calorías.

Imagen 1
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El Ministerio de Salud revisó y estudió el contenido de azúcar, sal y grasas en alimentos naturales, considerando el percentil 90 del contenido de azúcar, sal y sodio (es decir las cantidades más elevadas de estos nutrientes en los alimentos tal como los entrega la naturaleza) estableció los límites considerados excesivos. Vean ustedes y digan si son significativamente excesivos o exigentes como dice la empresa de alimentos. Como ejemplo, una bebida, leche o néctar será considerado con alto contenido de azúcar cuando contenga sobre 5 gramos/100 ml (sobre 1 cucharadita por 100 ml) que es igual a una cantidad superior a 2 cucharaditas (10 gramos) por taza o vaso de esos que usted utiliza todos los días. La nueva propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para consumo de azúcar establece que un consumo de más de 15 gramos diarios (3 cucharaditas de azúcar ) en niños es excesivo  y en el caso de los adultos más de 6 cucharaditas (30 gramos de azúcar). Los juguitos, leches con sabor y bebidas, esos que usted ha mandado por años como colación saludable, aportan más de 20 gramos de azúcar (4 cucharaditas) por cajita, es decir,  más de lo que un niño puede consumir al día. Pongamos otro ejemplo de la normativa que critica la empresa. Cualquier alimento natural tiene como máximo 100 mg/sodio/100 gramos, eso es 0,25 gramos de sal o sea nada. La norma chilena define como excesivo alimentos que contengan sobre 400 mg/sodio/100 gramos o sea 4 veces más de lo que usted encuentra en un alimento natural. ¿Eso es una norma excesiva?. ¿Es eso tan escandaloso como dice la industria de alimentos? ¿O es que bajando azúcar y sodio la dependencia del sabor, casi adictiva, se verá alterada y los niños podrán a volver a sentir el sabor de los alimentos naturales y empezar a comer más saludable?

Lo que no dice la empresa es el efecto que ha tenido la venta de estos productos altos en calorías, azúcar, sal y grasas en la salud de los chilenos (Figura 2), en especial de los niños, pretendiendo que todo depende de cuanto se consume, soslayando la enorme inversión en publicidad y marketing, especialmente dirigida a los niños, que nos hace uno de los países con mayores prevalencias de obesidad.

Imagen 2
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Pero revise usted la Figura 3 que se muestra a continuación y analice si la preocupación real de la empresa de alimentos tiene que ver con la salud de las personas, con su derecho a seleccionar productos más saludables o derechamente con el margen comercial que obtienen con la venta este tipo de productos. Somos el segundo país con mayor venta per cápita de alimentos con alto contenido de azúcar, sal y grasas. ¿Cuál es el objetivo? ¿Qué seamos el primero?

imagen 3
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Tendencia de la venta per cápita de alimentos ultraprocesados y bebidas(kg) en 12 países Latinoamericanos 199-2013 Tomado de PAHO/WHO  Fact Sheet  Consumption of ultra-processed food and drink products in Latin America: Trends, impact on obesity, and policy implications.

A juicio de la empresa internacional, el disco pare que se usará en Chile, es agresivo con los consumidores, por ello plantean ocupar las guías diarias de alimentación (GDA). ¿Agresivo? ¿GDA?

El uso de un disco pare de color negro identificando alimentos con alto contenido de calorías, azúcar, sal y grasas saturadas fue validado en dos oportunidades en Chile por especialistas (Figura 4) ¿Usted de verdad cree que poner una advertencia de estas características que informa en forma clara y autoexplicativa es una agresión? ¿O es el temor de la empresa que las personas dimensionen exactamente que lo que han estado consumiendo por años, ofreciendo a sus hijos, nunca ha sido precisamente saludable?

Imagen 4
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¿Alguien piensa que usando el rotulado que propone la empresa, estas pilas de colores denominadas GDA se puede discriminar entre un alimento con exceso de azúcar de otro con un contenido aceptable?

Como ustedes podrán observar en los productos alimentarios que compran (vayan a su despensa y miren), se observa una imagen en forma de pilas que muestran el porcentaje(%) de calorías, grasas, grasas saturadas, azúcares y sodio que entrega una porción del alimento, en relación a las recomendaciones para una persona adulta (2000 kcal/día) (Figura 5). Es decir, sin importar, si el alimento lo consume un niño preescolar, un escolar o un adolescente, la recomendación está hecha como si el que va a comer es un adulto. Esto determina una enorme confusión y engaño porque un adulto requiere alrededor de 2000 kcal/día pero un niños de 4 años requiere alrededor de 1200 kcal o un escolar alrededor de 1700 kcal. ¿Qué pretenden? ¿Qué sigamos desinformados comprando sin conocer lo que contienen los alimentos?

Imagen 5
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De acuerdo a los establecido por la Ley 20.606 la definición y decisión final depende del Ministerio de Salud, por eso, de acuerdo a informaciones de prensa, parece difícil de entender que hace el Ministerio de Economía, específicamente la Subsecretaria de Economía declarando que se está reuniendo con las empresas reclasificando los alimentos.

¿Desde cuándo las definiciones técnicas en alimentación y nutrición se toman en el Ministerio de Economía? ¿El Ministerio de Salud ha renunciado a sus funciones que le encomienda la Ley? ¿Es acaso que las empresas de alimentos han encontrado un espacio gubernamental que las cobije para imponer sus criterios y sus visiones? ¿Es que una vez más las prioridades en salud quedarán supeditadas a los negocios? ¿Es que éste gobierno privilegiará los intereses comerciales por sobre el bienestar de la población?

Las notas de prensa que han aparecido en diferentes medios, definitivamente tergiversan el sustento técnico de esta medida, el impacto en la población, así como, el efecto en la economía del país. Todos estos alimentos “altos en” pueden seguir siendo vendidos en los lugares habituales y los padres o adultos podrán decidir si comprarlos o no, o buscar alternativas más saludables. Nadie ha dicho que serán prohibidos o retirados de las estanterías de los negocios, solo se pretende informar adecuadamente y estimular el desarrollo de productos con perfiles más saludables. Esto ha pasado de ser un problema técnico a un problema ideológico y de poder. Está por verse quien gana, la salud pública o los negocios.  Como dato técnico, la semana pasada todos los países de América han aprobado el Plan de Acción para luchar contra la Obesidad impulsado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En éste plan seestablece que los niños deben ser protegidos sin vacilación, reconociendo que esto requiere de nuevas formas de regulación a la industria alimentaria. Veremos al final de todo esto si Chile cumple con sus compromisos y avanza en la dirección adecuada, estableciendo regulaciones correctas en alimentos pensando en el  bienestar de su población.

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