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Dolor producido por la vida, por otros, por uno mismo, dolor.

Dolor que asalta en el día, en los sueños, en la soledad y la compañía, dolor al que no le bastan las lágrimas ni los lamentos, dolor, conocido común, enemigo, amigo cercano, de todos los colores, dolor.

Ese dolor que hace a veces, mirar detenidamente el horizonte buscando con la intuición de esa indescriptible e inexplicable  salida.

El tiempo, el color del tiempo, el color de las estatuas sin pintar, de las casas viejas que cuelgan del cerro, de los coironales inmensos de la pampa. El sonido del viento que golpea la rama de los árboles, el crujido de una rama en el límite de su propia resistencia, la lluvia que golpea los techos del sur y que en la ciudad no se escucha. Lluvia que limpia, lava, alimenta. Lluvia que destruye.

Algo interrumpe la soledad: El ladrido de un perro, los ruidos de una ciudad, una bocina, el canto de los Teros en la primavera del sur. Susurra la vida como  antes cantaba el piano del vecino en un día de sol de primavera. Llama a la vida  un canto juglar de antes, de ahora. El tiempo que parece querer llevarse todo y dejar solo lo que a él mismo le importa.

El tiempo y los colores, los sonidos, las formas invitan a la vida, a mirar más allá del horizonte del dolor, invitan a  saltar  a buscar salida, a encontrarse con la fuerza  que trae de vueltas a la vida.

Las canciones infantiles, por donde aflora una sonrisa, el olor del mar. El sonido de otra música, que llega a veces con recuerdos de un pasado que alimenta el futuro incierto,  otras que trae  a borbotones algo indescriptible, momentáneo  y al mismo tiempo permanente.

Silencio para que haya sonidos, porque sin silencio no podremos escuchar la música ¡Qué paradoja! Carente de silencio, la música no puede existir. Como dice John Cage en sus conversaciones con Joan Retallack: “El material de la música es el  sonido y el silencio, integrar estos es componer”[1]

Silencio.

[1] John Cage “Music” John cage en conversación con Joan Retallack, Ediciones metales pesados.

Sitiocero Cultura

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