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“Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya.”

El Principito

 

Durante décadas, la economía chilena ha crecido y se ha sostenido gracias a la explotación, producción y comercialización de minerales subterráneos.  El chileno ha sabido estudiar la tierra a lo largo del tiempo y ha sacado frutos –para gusto de algunos y disgusto de otros- de la actividad minera nacional. No por nada somos primeros productores de cobre y terceros en producción de molibdeno del mundo, según indican estudios actuales del Consejo Minero.

En torno a la riqueza de nuestro suelo se han creado un sinfín de instituciones, organizaciones y empresas, además de todo un circuito económico –y de poder- que gira alrededor de la extracción, producción y venta internacional del mineral.

Es así como la actividad minera se ha convertido además en una característica propia de nuestro país, incorporándose incluso como un atributo distintivo de nuestra identidad como nación, sobre todo en el extranjero. La marca Chile ha estado fuertemente vinculada a la tierra, y este es un sello que ha caracterizado nuestra imagen país a lo largo de los años.

Si nuestros ojos –y bolsillos- han mirado constantemente hacia la tierra, cabe alzar la vista durante un segundo y cuestionarse entonces, ¿qué pasa con nuestro cielo?

Esta fue la pregunta que se hicieron distintas organizaciones públicas, académicas y privadas, que se han unido para instalar un nuevo e interesante concepto  que viene a refrescar y diversificar la oferta turística, la actividad económica –y por qué no la imagen- de nuestro país: el Astroturismo.

 

¿Qué es el Astroturismo?

Tal como señala la consultora VERDE (a cargo de implementar la iniciativa) el turismo astronómico, o Astroturismo, comprende actividades recreativas y/o educativas que se desarrollan en torno al cosmos, los fenómenos astronómicos y las maneras de comprenderlos, tanto pasadas (cosmogonías, mitologías, etc.) como presentes, incluyendo los últimos hallazgos científicos, así como los instrumentos y tecnologías que los astrónomos emplean en la actualidad.

El proyecto Astroturismo Chile -un bien público financiado principalmente por Corfo- busca desarrollar herramientas para mejorar la calidad y competitividad de los productos astroturísticos nacionales y elaborar un plan estratégico a 10 años plazo, para fortalecer este tipo de turismo en el país.

Y razones hay de sobra.

Según indican diversos estudios llevados a cabo durante el primer semestre de 2015, además de referencias recopiladas con anterioridad (entre las que destaca la información levantada por la astrónoma chilena Mónica Rubio), los cielos de nuestro país poseen una calidad única en el mundo. El promedio de 300 noches despejadas al año en la zona norte hacen de Chile un país con características únicas a nivel mundial para la investigación astronómica, solo comparable con algunas zonas de Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y España. Sin embargo, ninguno de ellos cuenta con la concentración de observatorios científicos de prestigio mundial que tiene Chile.

Tal como indican los antecedentes recogidos por el equipo de Astroturismo Chile, las extraordinarias condiciones para realizar astronomía en el país se grafican en que cerca del 40% de la infraestructura para la observación astronómica del mundo está concentrada en Chile, y se estima que lleguemos a un 70% en la próxima década, transformándonos en el centro neurálgico de la astronomía mundial.

Más allá de la actividad científica, la oferta asociada al Astroturismo también incluye observatorios turísticos, servicios de alojamientos asociados al turismo astronómico, tour operadores y un observatorio-museo (observatorio Manuel Foster, ubicado en el Cerro San Cristóbal) entre otras diversas actividades ya desarrolladas (o por elaborar).

Como conclusión, después de revisar los resultados de estudios de demanda y oferta tanto dentro como fuera del país, Astroturismo Chile declaró que como esta actividad es a su vez turismo científico, turismo cultural, turismo educativo, turismo creativo y turismo de naturaleza, es un producto que atrae a distintos públicos, de diversas edades, niveles socioeconómicos, intereses y conocimientos sobre astronomía, lo que hace de esta actividad una potencial imagen país para dar a conocer esta cara de Chile al mundo.

La invitación entonces es a elevar la vista para explorar lo que nuestros generosos y limpios cielos nos ofrecen a través de la enorme oferta astroturística que existe desde la región de Tarapacá hasta la del Biobío.

 

¿Quieres saber más?

Según los resultados de las investigaciones realizadas, nuestra demanda astroturística alcanza interesantes cifras:

Cerca de 430 mil turistas realizaron alguna actividad astroturística en el último año, siendo la Región Metropolitana la que concentra la mayor demanda (51%), seguida por Coquimbo (28%), después O´Higgins (9%) y más abajo Antofagasta (7%). El lugar con más asistentes, es el Planetario de Santiago, con 145 mil visitas al año (de los cuales cerca de 100.000 corresponden a escolares), le sigue el Observatorio Mamalluca, cerca de Vicuña, con 50 mil y después el Observatorio Cerro Chamán, próximo a Santa Cruz, con 35 mil. Las visitas a observatorios científicos internacionales y universitarios fueron más de 23 mil.

La mayor cantidad de astroturistas corresponden a público nacional (72,1%), y casi la mitad de ellos provienen de la Región Metropolitana (41,4% del total). En su mayoría son jóvenes, adulto-jóvenes y adultos, entre 26 y 40 años.

Los turistas extranjeros que más visitan Chile por astroturismo provienen de Estados Unidos (17,1%), le sigue Brasil (14,3%), luego Alemania (13,1%) y después Reino Unido (9,1%). El 21,3% de los turistas internacionales afirma que su viaje a Chile estuvo motivado principalmente por la posibilidad de realizar turismo astronómico.

Tanto los turistas nacionales como internacionales, declaran que lo que más le interesaría es visitar los observatorios científicos, luego los parques y/o reservas naturales para realizar observación nocturna, y después observar eclipses y otros fenómenos celestes.

Sobre el 85% de los actuales astroturistas cuentan con conocimientos básicos o nulos sobre astronomía, lo que confirma que el astroturismo despierta gran interés en el público general, y no sólo en los aficionados a la astronomía.

 

*Las imágenes fueron proporcionadas por la European Southern Observatory (ESO) y pertenecen a los autores B.Tafreshi (twanight.org); E. Jehin; Y. Beletsky y H. Dahle.

**Si quieres más información, puedes escribir al mail astroturismochile@vrd.cl.

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