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Todos los años se inician con buenos deseos y se terminan con buenos deseos, a menudo los mismos.

Para 2015 yo deseo no desear.

Deseo no desear que los míos gocen de buena salud, sino disfrutar con ellos de una vida plena y saludable.

Deseo no desear que el mundo entienda la diferencia entre el bien y el mal, sino ejercer el bien en mi trocito de territorio para que el mal sea una mera referencia de recuerdo y contraste.

Deseo no desear que las guerras se acaben, sino no iniciar alguna, por pequeña que sea, por nimia que parezca.

Deseo no desear que el hambre emigre del estómago de niños pobres, sino dar de comer a un puñado de ellos mediante el ejercicio de la solidaridad.

Deseo no desear que los demás me miren, sino mirar a los demás de frente con ojos cristalinos y pensamientos sinceros.

Deseo no desear que me escuchen, sino escuchar a aquellos que merecen ser escuchados, que son todos y cada uno hasta que pierdan ese derecho mediante el abuso del mío.

Deseo no desear que la vida me trate como creo que merezco, sino merecer la vida que tengo.

Deseo no desear que el amor me envuelva, sino envolver en amor a aquellos que me quieren, incluso a los que podrían quererme.

Deseo no desear ser reconocido por mis obras, sino obrar para reconocer a los otros y que los otros se reconozcan en mí.

Deseo no desear que el azar me depare encuentros con personas interesantes, sino salir al encuentro de ellas.

Deseo no desear que el camino sea llevadero, sino llevar mi camino allí donde la felicidad te acompañe.

Deseo no desear que mis juicios sean asentidos, sino compartirlos para generar nuevas visiones colectivas, comunicarme y ser en la comunicación.

Deseo no desear, sino gozar, hacer el bien, generar paz, dar de comer, mirar con el corazón, escuchar, merecer, amar, obrar, encontrar, caminar, compartir y comunicar… VIVIR.

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2 Comentarios sobre “2015: deseo no desear

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