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Sucedió en un antiguo tiempo de la India… Ganesh y Karthikeya, admirados por dioses y humanos, eran los dos hijos de Shiva y Parvati. Entre las devas y otras criaturas divinas surgió una discusión sobre cuál de los dos muchachos era el más sabio. La conversación se prolongó por varios días hasta que sin poder llegar a un acuerdo, decidieron preguntar a los progenitores de los jóvenes.

Como sabían del amor que Shiva y Parvati profesaban hacia sus hijos, los devas idearon una astucia que aclarara la decisión pero evitando enfrascarse en largos discursos explicativos. Les llevaron un mango mágico que no se podía partir, explicándoles que era un regalo para el hijo más sabio. Shiva y Parvati comenzaron a discutir sobre quién sería el destinatario del fruto y como tampoco se pusieron de acuerdo, concibieron una prueba en que ambos hijos demostraran sus destrezas, habilidades y sabiduría. Los dos jóvenes tendrían que dar la vuelta al mundo y el que llegara primero se haría merecedor del maravilloso regalo.

Karthikeya, reconocido guerrero y más atlético que el apacible Ganesh, montó sobre su pavo real y partió convencido de que ganaría la competencia. En el camino se detuvo a convivir con distintas comunidades, realizando ofrendas y compartiendo sus rituales, aprendiendo de sus tradiciones y sabiduría. Para Karthikeya, fue un intenso viaje alrededor del mundo, en el que siempre se mantuvo atento a no ser adelantado por su hermano. Grande fue su sorpresa cuando al regresar a casa se encontró con que Ganesh ya se había comido el preciado fruto. Sin comprender qué había sucedido, pidió respuestas a sus padres. Y ellos le explicaron.

Cuando la silueta de Karthikeya hubo desaparecido en el horizonte, Ganesh inició su viaje. Dio siete vueltas alrededor de su hogar, el de sus padres, explicándoles que ese era su mundo, el que amaba y le hacía feliz. Él no necesitaba más. Ellos, asombrados de su sabiduría, le entregaron el fruto prodigioso.

Shiva, conmovido por la decepción de Karthikeya, le explicó que cada uno crea su mundo según las personas con las que convive, aprende y goza. El suyo era la vasta comunidad de todos los seres humanos. El de su hermano Ganesh, en cambio, era el hogar en que vivía con sus padres. Ambos vivirían amando el mundo que habían decidido habitar.

Este texto forma parte del libro “Comunidades y redes sociales, el desplome de las pirámides.

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3 Comentarios sobre “Ganesh y Karthikeya ¿Qué mundo quiero cambiar?

  1. QUE PRECIOSOOOOOOOOO. Y así, mi amigo querido, vamos construyendo, día a día, el mundo luminoso que queremos habitar y habitamos. Sin duda en ese mundo estás tú y todos los tús que amo.
    Gracias por esta belleza.

  2. Asi la historia, hacer amable su mundo fue, para cada uno un sentido para iniciar el viaje. Y tener donde regresar la gran fortuna que los acompaño.

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