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Que un filme de las características de “Ida”, realizado por el polaco Pawel Pawlikowski, recale en las recientes nominaciones a los premios Oscar (como Mejor película extranjera y Mejor fotografía) es ya tema que da para otra película.

Hollywood, cerebro y corazón de la “industria del entretenimiento”, epicentro del cine entendido como un negocio y una fábrica de cintas donde campean hoy superhéroes montados en una batería inagotable de efectos especiales y acción pura y dura, acoge en su seno comercial una obra fílmica que transita en las antípodas del cine que calza a los gustos de la Academia.

La protagonista de ‘Ida’ es Anna, una joven novicia católica a punto de tomar los votos en la Polonia de los años 60, en el mismo convento que ha sido su hogar desde que era un bebé. Se entera entonces de que tiene una tía y que antes de consumar su matrimonio con Cristo debe viajar a conocerla y asi reconstruir su pasado familiar del que nada sabe.

Ya en compañía de su único familiar, una ex jueza de los tribunales populares (Wanda la Roja) hoy devenida en patética prostituta alcoholizada, Anna emprende un viaje que las lleva al lugar donde nació y donde están enterrados sus padres. Allí descubre que su verdadero nombre es Ida, que es judía y que sus progenitores y hermanos se cuentan entre los millones de víctimas del nazismo durante la segunda guerra mundial. Ella es una sobreviviente.

El periplo de las mujeres es también una evocación de la historia e identidad de Polonia, que pasa del nazismo al comunismo, en un complejo devenir en el que se evocan el antisemitismo, el stalinismo y la traición.

“Ida” es un filme de lacerante belleza y logradas actuaciones, dueño de una pulcra narrativa que, con una extremada economía de recursos, obtiene una no muy habitual profundidad en la pintura de las situaciones y los caracteres. La cuidada fotografía en blanco y negro de Lukasz Zal y Ryszard Lenczewski y la sutil iluminación le confieren un ascetismo extremo en lo formal pero pletórico de significados en lo humanista.

Se trata de una cinta de aguas quietas y profundas en las que el placer estético que provocan sus imágenes no es impedimento para estremecerse con el drama que late en la historia. El tempo narrativo resulta solemne y cargado de fino y punzante lirismo, mientras que sus encuadres, fotografía y montaje recuerdan el cine de los maestros del ascetismo cinematográfico como Dreyer, Bresson, Tarkovsky y por cierto Bergman, cuya mano asoma en cada escena.

Con ‘Ida’, Pawel Pawlikowski (nacido en Varsovia en 1957) entrega una película reposada pero no lánguida, una cinta profunda y dolorosa, un viaje al pasado de dos mujeres y un país que aún está en carne viva.

http://youtu.be/AntrawlOBWQ

 

“Ida”
Dirigida por Pawel Pawlikowski con guión propio y de Rebecca Lenkiewicz.
Con: Agata Trzebuchowska (Anna/Ida) y Agata Kulesza (Wanda). Fotografía: Lukasz Zal y Ryszard Lenczewski.
Montaje: Jaroslaw Kaminski. Música: Kristian Eidnes Andersen.
82 minutos
Estreno en Chile: 12 de febrero de 2015.

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2 Comentarios sobre ““Ida”: Impactante viaje al pasado

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