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Fernando Rosas Pfingsthorn, (1931-2007) director de orquesta, Premio Nacional de Arte 2006, nacido en el Cerro Alegre de Valparaíso, hijo de Lautaro Rosas Andrade y Ana Pfingsthorn.  Lautaro, un hombre importante en la historia del puerto, ex  marino, ex Ministro de Hacienda. El mejor alcalde que ha tenido Valparaíso, dice la mayoría de los porteños que lo recuerda a pesar del tiempo transcurrido. La vigencia de sus informes sobre los problemas del “puerto herido” asombran. A don Lautaro se le recuerda porque sus obras permanecen. Así también,  la obra musical creada por su hijo Fernando.

Durante el mes de enero, la misma Quinta Vergara del Festival de Viña, se llena de música clásica. La Fundación Beethoven, liderada por Fernando Rosas y la Municipalidad de Viña del Mar,  comenzaron hace veinte años con los  Conciertos de Verano,  con el objeto  de realizar conciertos masivos y de buena calidad en la región.

Este año,  en  un trabajo  conjunto entre la Municipalidad de Viña, Fundación Beethoven, Fundación e Orquestas Infantiles y Juveniles, Copeuch, Cámara Chilena de la Construcción, en asociación con otras  más de 12 instituciones, se realizó la XX temporada.

En el concierto de clausura, al que asistieron varios miles de personas,  se presentó la obra de José Luis Domínguez “Réquiem para Fernando Rosas”. Una composición para orquesta sinfónica, coro y solistas. Con textos de Fernando Rosas,  Álvaro Gallegos y José Luis Domínguez, un réquiem de homenaje a un querido Maestro.

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El Maestro Rosas director de orquesta, profesor,  abierto a todas las expresiones musicales, comprometido con la realidad del país y su propia vocación de servicio. Un músico que junto con sus colegas de la orquesta,  exploró y  realizó  desde las grabaciones de música desde Osmán Pérez Freire hasta  el Réquiem de Mozart. Creó y dirigió hasta su fallecimiento la Orquesta de Cámara de Chile,  que estrenó gran cantidad de obras contemporáneas del mundo y del país producto de un  contacto profundo y permanente con compositores nacionales  como Gustavo Becerra, Celso Garrido Lecca, León Schidlowsky, Guillermo Rifo y tantos que compusieron para esta Orquesta, la primera  orquesta de cámara del país en realizar giras internacionales en América del norte y Europa. Un músico que aportó enormemente a la construcción de la vida musical chilena.

Fernando Rosas junto con ser un músico que con la orquesta dio a conocer la música en Chile, fue un gestor y creador de proyectos, un soñador que seducía e invitaba a soñar.  Capaz de congregar voluntades para cumplir este sueño:  Música para hacer de Chile un país mejor, mas sensible,  solidario, igualitario. Lideró  el nacimiento de la Fundación Beethoven, la Radio Beethoven, la Fundación de Orquestas Infantiles y Juveniles de Chile. Entre muchas otras cosas, movió montañas  para  llevar a lo largo de todo el país la novena sinfonía de Beethoven. Con un estilo muy  típico en él, llegaba a la zona las orquestas de Cámara de Chile y Orquesta Nacional juvenil, el coro del Crecer Cantando del Teatro Municipal, y en todos los lugares donde se presentaba el concierto; se sumaban los coros locales para cantar el coro final de la obra.

También llegaron a Coyhaique, en la epopeya de un concierto en la Catedral de esta ciudad con mas de dos mil quinientas personas.

El Maestro, como le dijimos tantas veces los que trabajamos con él; los directores de las orquestas infantiles y juveniles; los niños que tocaron en las orquestas; sus tres grandes compañeros del día a día: Adolfo Flores al principio, Sergio Marín y Claudio Pavez después, organizando entre tantas otras actividades  los conciertos de Viña, los encuentros de orquestas de Puerto Montt, donde el Presidente Lagos le entregó la orden al mérito Gabriela Mistral;  Viña encuentro que congregó a mas de dos mil quinientos niños y jóvenes venidos de todo Chile en ese escenario de la Quinta Vergara;  Estación Mapocho de Santiago; la Serena. Niños venidos desde Arica a Magallanes que hoy son adultos insertos algunos en la vida musical del país, otros en el extranjero; dirigiendo orquestas de niños y jóvenes y dando oportunidad a niños que nunca siquiera han podido ver un instrumento, en un círculo virtuoso que trasciende.

Esta es  una de las grandes  lecciones que el Maestro Rosas nos ha dejado: Construir con nuestras diferencias en  nuestra diversidad. Trabajando juntos, llenando de música nuestro entorno, hacemos  también nosotros un mejor país.

Sitiocero Cultura

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Alguien comentó sobre “La música un lugar de encuentro

  1. Tuve la fortuna de conocer al maestro en distintas funciones y facetas…me dirigió más de alguna vez en distintas orquestas juveniles, luego trabajé codo a codo con él en la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile y guardo hasta el día de hoy cartas públicas y otras muy personales que me dictó y pidió que enviara tanto a personajes de la cultura y música del país como a familiares muy cercanos antes de partir…sólo nos quedó pendiente un libro de memorias que me encargó que registrara, pero “la otra vida” se lo llevó antes de comenzarlo…
    Compartimos mil y un anécdotas, cigarros y conversaciones…criticó desde mis pantalones que parecían género de cortinas hasta mis relaciones de pareja. En fin, fue un personaje tremendamente importante en mi vida, y su recuerdo lo seguirá siendo!
    Don Fernando, maestro…usted será parte de mi historia para siempre!

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