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Hoy después de dar mi clase de cálculo de carta astral a los dos únicos valientes alumnos que se atrevieron a lanzarse a la aventura de hacer cálculos sexagesimales, a  averiguar qué es el tiempo sideral, y adentrarse en el uso de las efemérides y las tablas de casas, salió a la conversación el legendario Gonzalo Pérez, psicólogo y astrólogo  que ha producido uno de los libros más bellos y mejor escritos de astrología que conozco, cuyo nombre es en sí mismo un poema: UN ESPEJO CÓSMICO.

La imagen del  cosmos como espejo del alma humana nos devuelve a su vez la mirada hacia  la vida como reflejo de las estrellas, y nos recuerda que estamos hechos de polvo cósmico, un tema que fue abordado con maestría por Patricio Guzmán desde otra perspectiva en la película Nostalgia de la Luz, una cinta que nos muestra que las búsquedas incansables de los astrónomos  en el océano cósmico, son tan exhaustivas y osadas como las de las mujeres de los desaparecidos durante el gobierno militar, que buscan rastros vida humana extinta en la inmensidad el desierto

Los astrónomos entrevistados en la cinta confirman que los huesos humanos están hechos, principalmente, de un material creado durante la formación de los astros, el calcio, y que en ese sentido el  calcio forma parte tanto de lo celeste como de lo biológico, y es esa quizá la razón   por la que nuestros ancestros, cuya sabiduría nunca deja de sorprendernos, llamaron a nuestra galaxia Vía Láctea, es decir el camino de leche, en alusión al color lechoso que su luz deja a su paso, pero quizá también a que identificaban a las estrellas como fuente de la vida.

El hecho de que lo biológico y lo cósmico estén hechos del mismo material,  que partículas de calcio, por ejemplo, integren tanto nuestro cuerpo como  las estrellas, nos confirma el indisoluble vínculo entre el cielo y el ser humano, y que el cielo no hay que buscarlo demasiado lejos, lo tenemos metido en nuestros huesos y, con toda seguridad, nos cala hasta la médula.  Por eso es que toda duda sobre la efectividad o veracidad de la astrología resulta realmente sorprendente, máxime  a la luz de conocimientos científicos de  última generación, como los que nos ha revelado el físico francés  Jean Pierre Garnier Malet, que nos pone a pensar que quizá las partículas de que está hecho mi cuerpo, por ejemplo,  sean tan sólo “el doble” de las que habitan en estrellas situadas en  los confines del universo, o en algún tiempo paralelo.

Hoy al entrar a Facebook vi que Gonzalo Pérez invitó, hace algunos días, a su conferencia de apertura del año bajo el título “2015: año de entrega, magia y revelación”. Genial el título, genial el autor. No podía ser menos, la genialidad es su sello.  Yo lo recuerdo cuando estudiaba psicología en el pedagógico, y mi madre, Isabel, era su compañera de clases. En ese entonces yo, a mis 6 o 7 años, solía acompañarla a casa de sus compañeros a intercambiar apuntes o hacer alguna otra diligencia, y sus compañeros también solían venir a nuestra casa a estudiar.  En una ocasión en que trataba de incorporarme a esas reuniones molestando lo más que podía, puse en práctica una de mis estrategias que era machacar el piano de media cola que había en el living tocando melodías inventadas al vuelo o simplemente la polka de los perros. Entonces Gonzalo predijo que me convertiría en psicóloga a los 11 años.  Erró, la Astrología me cautivó a los 22 y es hasta hoy mi compañera de ruta.

En aquella época ser psicólogo era algo totalmente revolucionario, y muchos de los estudiantes de esa disciplina lo subrayaban con su apariencia, llevando el cabello largo, una indumentaria relajada y mostrando una actitud que marcaba la diferencia, en un país que de más en más se sumaba a la oleada de cambios que trajo  consigo la conjunción de Urano y Plutón en Virgo a fines de los 60’s, cuando la música derribaba fronteras y unía a los pueblos, las esperanzas de un mundo mejor animaban el ambiente,  y había en la atmósfera un no sé qué, un qué se yo, un algo electrizante que sólo los que lo vivieron pueden recordar… ¿sería a causa de los astros?

Gonzalo por supuesto no era la excepción, era uno de los lideres de ese movimiento renovador, un líder cuya notable impronta hasta hoy se conserva prácticamente intacta, un ser de luz que aún en medio de una cuadratura Urano Plutón que parece que no da tregua, que exacerba la intolerancia, que atiza la competencia y que divide al mundo, se atreve a anunciar, con total confianza:  “URANO, UNO DE LOS GRANDES PROTAGONISTAS DE MI CONFERENCIA DEL MIÉRCOLES SOBRE LAS ENERGÍAS EL AÑO 2015: activadísimo, como está, confirma más revolución, más inaudita creatividad, más liberación sexual, más futuro irrumpiendo en el presente…” Ante tanto contagioso entusiasmo no nos queda más que decir QUE ASÍ SEA.

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