En el pasado mes de Abril, mes de la Tierra y mes del Libro, con sus respectivos días conmemorativos -22 y 23- la flama me llamó a escribir en celebración de todo aquello que indica el título. A escribir homenajeando a escritoras y escritores que han dejado y dejan valiosas obras para ser leídas por toda la humanidad en el presente y en el futuro; lo que depende bastante de que en el presente se cumplan condiciones y reglas para llegar sinérgicamente a un futuro propio, personal (si se puede personalizar la vida de una obra) y único. Es lo valioso del ambiente en que nos introducimos con una pequeña capa en la espalda para cubrirnos del frío en los sótanos del tiempo y del enigma de la palabra en el papel. Con un pequeño catalejo que nos delimitará dónde se están jugando y previendo las importancias patrimoniales de las obras literarias de y en la Tierra, que es el contenedor principal de las especies.
Estamos padeciendo en el planeta, según varios estudios, la 6ta extinción global. La quinta corresponde al cambio climático que terminó con la vida de los Dinosaurios. Ya no queda mucha gente que se burle o dude de estos datos o trate de alarmista a quienes los revelan, como ocurría aún hasta hace 15 o tan solo 10 años atrás. El Físico y Profesor Stephen Hawking, ha declarado que a la tierra –proyectada según su estado actual- no le quedan más de 1000 años de vida. ¿Está tomando nota? ¿Realmente cree más importante seguir hablando y escribiendo de política y negocios, militando, votando por la misma estructura mental que arruina el planeta? No son datos para rellenar en cuanto a la mención del Día de la Tierra sino que son los fríos calientes datos de una introducción. Doy vuelta al dicho popular que ha dejado el principio filosófico Cogito ergo sum: Pienso, luego existo. Hoy es Existo, luego pienso. Primero debo existir orgánicamente, independiente del acto pensativo, racional y positivo, para después todo lo demás, incluso el acto pensativo. En cuanto especie, vida, biología.
Foto 2: Camino a Champa, Región Metropolitana
Amo los libros y antes aún el papel, los tipos de papeles, sus colores, gramajes, grosores, resistencias, texturas. Me gusta hacer cuadernos con hojas sin ninguna información más que la que entrega el propio papel. Y estoy consciente, como millones de personas, del daño y abuso sistematizado contra los árboles, contra las vacas, contra los cerdos y los pollos, contra lo que se mueva y pueda ser gobernado por el ser humano.
Mi intención al escribir era en un comienzo resaltar las obras literarias, genéricamente, y su influencia en el panorama mundial desde -sobre todo- la invención de la Imprenta de Tipos Móviles, por ahí por 1453, de todas maneras antes de la llegada de españoles y portugueses a América, lo que significó, la Imprenta, una gran revolución tecnológica y democratización paulatina del conocimiento, solo a niveles alcanzados 500 años más tarde, es decir hoy, por INTERNET, por la NUBE, la enciclopedia virtual, la globalización de la información, de los archivos, de los documentos, de las lenguas.
Foto 3: Documentos en Archivo Nacional de la Administración
Pero, a ver, ¿cuánto más podríamos seguir dando o escribiendo discursos bonitos o concienzudos y de arduo esfuerzo en su elaboración sobre tal o cual obra, tal o cual escritor o escritora, cultura o generación literaria, sin acercarnos ni un ápice, sin hacer mención alguna o mea culpa sobre lo que significa hoy tener la consciencia plena o no sobre el estado real del planeta? De qué sirve este lenguajear hoy, más que para acercar la emergencia al tiempo del consumo que nos tiene a humanos y humanas en captura. Dos casos muy útiles a esta hora para no enmarañar el con-versar que llevamos: el actor Leonardo Di Caprio llevó a la reunión de París del año pasado un llamado a los países del mundo y a las personas para entender y accionar frente a la real situación y urgencia del estado medio ambiental del planeta. El Filósofo e Investigador de enigmas, Cristian Contreras Radovic, Dr. File, dice y repite una y otra vez en su programa de los viernes en La Red, desde distintos enfoques, lo perjudicial del ser humano para con las otras especies y los recursos. La más sucia y destructiva especie sobre la Tierra durante toda su historia geológica.
Foto 4: Follaje, simple y llano Follaje
En la Literatura encontramos obras y autores que dan vasta cuenta de su estar consciente y conectado a la Naturaleza, de su interés y su identidad con ella, como ser parte. Es buena hora de darse maña para catastrar esas obras y hacer una Biblioteca Universal VERDE, o el color que quiera usted y que represente a su casa matriz, esa que en vez de limpiar, ensuciamos y cargamos con objetos y más objetos, por todos lados. Los Mares son grandes contenedores de basura, esa basura que en la casa particular se esconde debajo de la alfombra, o en lugares donde no tengamos que verla.
Se me viene a la cabeza una obra muy particular, que sin ser explícitamente ecológica lo es en muchos grados porque atenta contra la lógica que reproduce ya por dos siglos los peores virus del Capitalismo: la posesión en sí misma, la especulación, la concentración, el narcisismo humano. La obra fue concebida durante un proceso judicial en el que el autor se enfrentó al estado norteamericano no pagando impuestos cuando éste estaba en guerra contra México. Hablo de Henry David Thoreau y su Desobediencia Civil del año 1849. El mismo que vivió en el bosque y escribió: La bondad es la única inversión que nunca quiebra.
Foto 5: Portada de Libro Desobediencia Civil, diseñada por Mauricio Amster en 1949, a 100 años de su publicación. (link)
Frente a esta frase se me cruza el siguiente dilema: un hombre rico, un capitalista neto, especulador y diariamente ejecutivo, como hay varios en Chile, será bondadoso sin duda a través de filiaciones y donaciones que no conocemos al detalle y que llegan por una extensa red a las manos de personas sin mayores recursos, y/o sin saber o tener qué capitalizar. ¿Cuál es la generosidad o la donación del que recibe, con quién, para quién o qué? Ello no suele controlarse ni parece interesarle a nadie como para que se produzca el hecho informativo, la constatación al público. ¿Importa, acaso? ¿Es correspondiente con la gran riqueza del que está más arriba en la pirámide lo que done o regale el que está bien abajo? ¿Una vale más que otra? Hay una frase con la que me quedo de momento y también es de Thoerau: Las matemáticas no mienten, lo que hay son muchos matemáticos mentirosos.
Foto 6: Paisaje Urbano desde piso 20 en Providencia
Estamos transitando un cambio de paradigma, uno que nos deja con las frases y los sentidos al borde del no decir, más continuamente que antes. Ya sea por el uso diario y excesivo de las miles de palabras que crean ideas desde las lenguas maternas, lo que no sólo les cambia con el uso continuo el sentido original, sino que además mientras más frecuentes, más las degenera. Ya sea por el portal enorme de consciencias que se reúnen a hacer sentido común en lugares que ya no son los tradicionales como eran la Escuela, la Plaza, el Mercado, la Política. Ya sea porque la Tierra por sí misma está abriendo surcos insospechados en nuestros genes y conexiones a través de su inmedible potestad, hay un gran nuevo paradigma que podemos absorber, incluso avizorar, pero no aún explicitar en el lenguaje a menos que ese lenguaje recoja y propulse una nueva forma, inédita y más infinita, de habitar el planeta y por tanto de expresarlo.
Cuando China, una cultura milenaria que tiene mucho que decir al mundo como Estado y como Pueblo (s), inventó la Xilografía, el grabado de tipos, caracteres y dibujos en una matriz de madera para ser impreso en el papel, que en el S IX ya estaba en pleno desarrollo, y lo hizo a través de sus artesanos para sí misma, consecuente con su estado unitario y concentrado, no pensó que unos europeos intrépidos en viajes y siempre ávidos de inventos y soluciones evolucionaría esa técnica hacia la Imprenta de Tipos Móviles, antecesora fundamental de la industria de la prensa y la editorial y de la revolución que significa hasta el día de hoy, nido de toda cultura escrita, libresca e incluso oral.
Foto 7: Xilografía en secado, de Laura Maldonado Robledo, “El placer del Oficio”.
Quizá China, Japón, Alemania, los Países Escandinavos u otros aún más civilizados y contenidos en su propia historia de revoluciones y evoluciones, sean antes que los mismos americanos de norte y sur, los que tengan, a través de sus altos grados de desarrollo en tecnología y bienestar humano y de su forma de ser y relacionarse entre seres y con la Tierra, los que tengan que decir cosas al respecto del cambio urgente e ineludible que la humanidad debe forjar no mañana ni ayer, hoy, para pervivir.
Quizá el hombre pobre, la mujer pobre que recibe aportes en su vida a través de fundaciones y personas ricas cuyos nombres ni sabe, sea quien tenga que decir más urgentemente -porque son (somos) la gran mayoría que se desplaza en el mundo- las cosas desde la verdad, más (incluso) que desde el amor, la fama o (el alcance) del dinero para justificar la existencia. (Las Cursivas son de Thoreau)
Foto 8: Atardecer en Valparaíso en la Calle de la Fruta
Porque si el Capitalismo o más bien su evolución a lo que sea que sea hoy, formó desigualdad piramidal, es porque la base está atochada de consumistas que nada cuestionan, que sólo pagan y quieren con eso estar lo más cómodamente posible, que quieren recibir, de quien sea o lo que sea pero recibir, sin ver cadena alguna hacia arriba, sin mirar el cielo mientras camina en la base de la pirámide, mientras le pone otra piedra a diario. El que trabaja y con su trabajo accede a, tiene cosas más interesantes que decir y hacer que los ricos supervigilados del mundo y apedreados en millones de cuentas twitter, ricos a los que les hace falta no abogados ni ejecutivos, sino que un Nazareno virtual que diga que el que esté libre de pecado, lance la primera…
Volvamos a la sensatez, a la Tierra, a la semilla, no por hecatombe sino por evolución e inteligencia humana. Vamos por la generosidad de quienes hemos sido donados con la maravilla terrenal y que devuelva cordura y protección a la casa, al escenario, a la esencia humana. ¿Le podríamos pedir hoy más donaciones a la Tierra, que es rica en todo, o lo fue?
Foto 9: Copa de árbol en Calle Lastarria.
¿Puede seguir el poderoso extrayendo de la Tierra sus recursos para seguir acumulando dinero y poder en una carrera que suicida a las especies? Y todo para que el que está abajo consuma cosa nueva, cosa mejor, así como el que baila arriba.
Fotos 10: Afiche en calle Victoria Subercaseaux, Santiago, 2014
Literariamente ¿es legítimo escribir ignorando a la Naturaleza? Más aún ¿celebrar el día del Libro, un día después que el de la Tierra, sin hacer mención o vinculación alguna con ella? Hasta cuándo los días de la UNESCO, simbólicos y doctrinales, para un comportamiento en la medida de lo posible. ¿Qué sacamos los humanos y humanas en buscar a través de las instituciones y la sociedad el orden, la civilización de las costumbres, en evitar los conflictos en la medida de lo posible, hacer con el lenguaje y el peso de lo facto, miles de leyes y convenciones que nos regulan, si hacemos la violencia en la Naturaleza y tenemos un despelote descomunal en el orbe?
Ahí es donde primero acumulamos un registro catastrófico por nuestros hábitos, mucho más abultado aún que los registros de golpes, guerras, genocidios y asesinatos a destajo, porque desde ya y como es obvio degradar la naturaleza por los siglos de los siglos, es degradarnos a nosotros mismos-as, poniendo desde siempre las primeras piedras de una pirámide de abusos.
Por último y para cerrar este capítulo de ABRIL, lo antisistémico, lo anticapitalista no es ser anarquista de marcha y piedra en la mano, o ciudadano que odia lo yankie del mundo. Así como ser diverso sexual no es apoyar esa causa en vida y obra y burlarse o discriminar lo viejo y lo gordo. Me parece que es depender menos de lo que no te gusta, hacer menos lo que odias o te hiere y apropiarte del sentido coherente que eso le dará a tu vida en acción y discurso. El antisistema es un no lugar, me parece una utopía en contra. Demasiado violenta y política, no existe el lugar antisistema. Lo viable es la autopoiesis, la autogeneración, la autonomía como ser orgánico. Al respecto una última de Thoreau: El más rico es aquel cuyos placeres son los más baratos.