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Todos hemos tomado malas decisiones alguna vez. La mayoría de las veces, éstas evidencian la improvisación, la falta de planificación. No se ha estudiado el escenario, las alternativas. No se conocen las respuestas. Es de porros. Eso me parece que es lo que sucede con el cada vez más comentado impuesto al título ¿Qué es eso?  Como una forma de buscar financiamiento al sistema de gratuidad y el futuro deudor de impuesto al título estudió gratis, debe pagar. Y el impuesto al título es el mecanismo más brillante que se les ha ocurrido. El respaldo es el tan manoseado “el beneficio es para los que estudian”.

¿A quién quieren impresionar? Me parece que es suficiente con que la única lista-oferta para los jóvenes que buscan una profesión sea la misma de hace 50 años. Me parece absurdo que sigan formando periodistas, psicólogos, sociólogos, profesores de filosofía, de historia y abogados entre otros, en circunstancias que los datos acerca de los cesantes en Chile están cada vez más abultados en estas categorías. Cesantes ilustrados. Pero tienen la esperanza de que el pueblo se dé con una piedra en el pecho por la gratuidad y con eso, se dé por honrado. Pero sabemos que el único que pierde es el chico o la chica con sueños que estudiará sin pagar una mensualidad, aunque en el fondo sabemos que las universidades adscritas a la gratuidad recibirán de todos modos su pago por cada alumno matriculado. Las universidades no serán gratis.

Sucede lo mismo que cuando le dicen al pueblo que las vacunas son gratuitas. Y la gente se alegra, pero no saben que las vacunas están vencidas.

Se espera que se reúnan los iluminados (debe haber alguno en este país)  y se sienten a conversar sobre la calidad de la educación, la actualización de las necesidades de profesionales de nuestra sociedad. Hacerse cargo también involucra a las universidades CRUCH o no que deben responder a los jóvenes que invierten tiempo en su formación. Ellos no pueden darse el lujo de pasar otros 5 o más años en otra carrera o peor, tener que colgar el título porque al egresar se darán cuenta que el mercado laboral está saturado y tendrán que postular a ser cantantes de metro o así no más.

La educación necesita cambios profundos. Cambios que no saben cómo abordar o no quieren porque mientras el chanchito siga dando manteca, ellos estarán esperando su porción. Perverso. El pueblo requiere compromiso. El pueblo y sobre todo los jóvenes, necesitan ser mirados con respeto y dignidad. No les mientan por favor.

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Alguien comentó sobre “¿Impuesto al título? Otra “brillante” idea

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