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¿Son basura los restos de la comida?

En una de las zonas más prístinas del planeta, hay un río incontaminado al que los vecinos tiran su basura.  Se juntan niños y jóvenes del lugar a recogerla. Con snorkel  se sumergen  en el Río Cochrane para recolectar zapatos viejos, tarros, artefactos que duermen en el fondo.

Esta imagen parece la visión metafórica de nuestra sociedad actual. El mundo adulto acciona en un sentido y no reacciona, mientras los niños y los jóvenes intentan remediarlo.

Aquí mismo en Cochrane, el fin de semana del 26 de noviembre recién pasado, compartimos distintas acciones y formas de vivir. Conocimos Bicicletas que sirven para hacer funcionar una licuadora, instalar una bomba que recoge el agua, un cargador para el celular. Aprendimos a construir cosas con eco-ladrillos, pero especialmente nos encontramos.

Sustentabilidad y contenido. Contenido  de descubrimiento, de naturaleza, de vida distinta. Cajones que se recogen del basural y que se  adaptan y se convierten en composteras.  Huertos orgánicos intensivos, huertos en altura, familias intentando hacer la vida distinta.

Las autoridades de Aysén firman el acuerdo de turismo sustentable

El Gobernador inaugura en Cochrane el Tercer encuentro de Turismo Sustentable de Aysén, en una zona que se promociona en el mundo como un paraíso.

Declaraciones que la sociedad civil en conjunto con el Estado,  transforman en acciones:

Construcción y trabajo en redes, Corporaciones para las Zonas de Interés Turístico (Zoit), lugares  que son testigos  de la llegada impresionante de turistas que quieren encontrarse con un terreno inexplorado, un sitio donde la imaginación se despliega.

Avalancha humana:  Hace diez años cuando se abrió la carretera hasta la última frontera en Villa O’Higgins, llegaron los turistas y en esa ciudad se terminó la harina, el aceite, los alojamientos, la comida.

Rio tranquilo tiene 400 habitantes y entre noviembre y marzo la población flotante es de 900 personas diarias. ¿Entonces? Se terminan los víveres en el pueblo, se llena la basura,  la población queda en un estado de shock frente a una invasión de gente difícil de manejar como si Aisén fuera solo capillas de Mármol y no existieran otros lugares, glaciares, islas, rios, lagos, bosques.

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Sustentabilidad en Aysén Reserva de Vida. 

Mucho que decir de la creatividad del poblador Aysenino que tuvo que ingeniárselas para sobrevivir en condiciones adversas, la herencia de las generaciones jóvenes que buscan otros caminos para desarrollarse, la Escuela de Guías de la Patagonia, la Mingalegre, los proyectos de agricultura orgánica, los emprendimientos en territorios locales  y que logran conservar la vida en el campo a jóvenes que han optado por no emigrar de su lugares de origen y desarrollar sus lugares con una mirada de futuro.

No sé qué va a pasar en el futuro y me angustia.

El calor aumenta, el Ártico se muere, pero todavía hay turistas, personas que quieren moverse a conocer lugares como el nuestro, que quieren servir como voluntarios en lugares como los que tenemos aquí.

Muchos jóvenes que han dejado sus sistemas de vida tradicionales y que buscan otras formas de vida porque el tener dejó de ser razón para vivir.

Muchas personas que buscan personas como nosotros, personas que vivimos sin televisión, que sembramos nuestra propia comida, que no nos preocupa cambiar de auto cada año ni llenar nuestro closet de zapatos.

Cada día  agradecemos y celebramos la abundancia.  Laura que es venezolana y viene llegando a vivir a nuestra zona, está feliz porque en el jardín de su casa hay un cerezo. Feliz porque comerá cerezas sin pagarlas. La Rúcula, el Cale, la lechuga, Mitzuno, zanahoria, repollo que se convertirá en chucrut, manzanas que se convertirán en Kuchen, jugo, vinagre.

Fantasía, innovación, emprendimiento, creatividad, hermandad, alegría , compañerismo, abundancia, agradecimiento, son palabras que surgen en esta reunión de cierre del encuentro cuando son las  21:54 y en Cochrane comienza a oscurecer.

“Vivir en esta Patagonia es cosa única. Esta zona se formó en base a ayuda. Esa gente fue visionaria. Gente bruta que entre todos se complementaban y cooperaban, Mi abuelo llegó con machete, yo tengo su sangre. Si queremos ayudarnos, tenemos que dejar pensar en lo económico, tenemos que pensar como pensaba la gente antigua, un vecino ayudaba al otro cuando se necesitaba. No debemos olvidar esto, la comunidad. Así se hizo la Patagonia, ayudándonos entre todos”.

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Alguien comentó sobre “Sustentabilidad y turismo. Acciones con sentido.

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