Hace tiempo que los chilenos no avanzamos. Es más, estamos retrocediendo- No me importa lo que diga el Banco Central o los expertos Goldman Sachs. El que crezca, el que termina sus resultados con números positivos es porque descansó en otro. Y ese otro, la mayoría de las veces es un explotado, un oprimido y lo peor. Ese otro es un engañado.
Me sorprenden las utilidades semestrales obtenidas por los grupos económicos más poderosos de Chile. Me sorprende que se hable de un aumento de utilidades de 225% en un semestre. Ese porcentaje para el Grupo Matte significó 692 millones de dólares. EL Grupo Paulmann, principalmente gracias a CENCOSUD, una de sus empresas, obtuvo un alza de 151%, lo que significa que en el primer semestre solo obtuvo 116 millones de dólares y en el segundo semestre alcanzó la cifra de $ 289 millones de dólares.
Los pobres de este grupo han resultado ser el grupo Angelini que vio reducidas sus ganancias a 640 millones de dólares y los Luksic, reportaron una baja, solo obtuvieron 884 millones de dólares. DE TODOS MODOS para ambos grupos las utilidades rondaron el 15%
Es muy triste creo yo. ES TRISTE CUANDO nos damos cuenta de que HEMOS crecido en una sociedad que nos encamina hacia el avasallamiento. Eso que llaman educación y que no es más que un proceso de preparación de empleados de bajo costo. Con pocos recursos técnicos, sin herramientas ventajosas que permitan enfrenarse con mejores posibilidades al mundo laboral. Incluso con fuertes carencias lingüísticas. Uso de pocas palabras y sin manejo de alguna lengua extranjera. Así es el chileno que forma la sociedad. Sospechamos que algo no está bien y protestamos. Pero en las calles no está la respuesta.
Los grandes empresarios dirán que a cada trabajador le pagan un sueldo. ¿Pero es realmente un sueldo justo? ¿Se tratará de un sueldo ético? La única forma de hacer fortuna, esos niveles de fortuna es sentándose sobre las espaldas de otro. Mientras ellos, en sus reuniones de directorio aprueban las maneras de reducir costos, las colusiones o los acuerdos que los llevan a financiar a este u otro candidato al parlamento, hay alguien que madrugó para servir el desayuno de sus hijos. Hay alguien que se esfuerza por que sus hijos aprendan historia o matemáticas. Hay alguien que se ocupa de las fobias y de las pesadillas de sus hijos.
Mientras ellos hacen dinero de esa forma, hay alguien que se ocupa de limpiar su casa, de mantener su jardín. Hay alguien que se esmera en mantener su auto en buenas condiciones. Pero los coludidos están tan arriba revisando los números, que no les importa llegado el momento, tener que desvincular, esa palabra que ha reemplazado al despido. Desvincular a los mayores de 50 años porque bajan los costos de esa manera. ¿Y el despedido? Nada, no dice nada. Le trajeron a UBer y estará feliz por un tiempo.
No me cabe duda. Hay algo de insano en la fortuna. Hay algo de insano si no importan las personas. Cierto, el pobre no tiene idea de cuánto posee el otro. Pero el que tiene y sabe es responsable, porque sabe que con 300 mil pesos no vive una familia, ni con 400. El que tiene y sabe es responsable de esa familia. Hubo un hombre o una mujer que dejo sus hijos encargados para que el coludido tuviera esas ganancias. Hubo un hombre o una mujer que se endeudó para pagar el colegio de sus hijos y ver si así tendrían más oportunidades que las que tuvo él o ella.
Pero eso a los coludidos no les importa. Brindan celebrando aquello que los hace miserables, aquello que pudiendo utilizarlo de buena forma, los hunde más en su pobreza de alma. Creo que ninguno es creyente. Ninguno de los coludidos cree en la vida eterna o en el cielo. Si fuera así, no se esforzarían tanto en hacer crecer eso que no les sirve para el viaje del alma.
por Dios que cara dura los coludidos. No les importa nada mas que sus ganancias. Lo tremendo de esto es que después de estafar a un país entero siguen viviendo la misma vida de siempre, ni siquiera se sonrojan de vergüenza…. la justicia no los alcanza pero todo no puede ser tan gratis…