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La cultura del derrotismo en Paraguay cada vez más es superada por líderes y empresas que hacen bien las cosas y proyectan al país entre los mejores del mundo. Paraguay debe construir un camino hacia el liderazgo en base al autoconcepto, la autoestima y aprovechar que las puertas del mundo ya están abiertas.

Esta semana un colombiano nos mostró que amar a Paraguay es posible. “Te invito un buen asado Santafé” era el mejor regalo que podíamos escuchar no hace mucho tiempo, comentó hace poco el Ministro de Industria Gustavo Leite en una charla sobre liderazgo. El placer de la costilla argentina era entonces el manjar de los dioses. Sin embargo, hoy podemos decir con orgullo “te invito una tapa cuadril de San Pedro”, y estamos seguros que será carne de buena calidad. Si, San Pedro, la zona tan estigmatizada que produce la mayor cantidad de carne for export de país. En el exterior, en más de 80 países mencionan a Paraguay cuando quieren hablar de la mejor carne del mundo y otras 70 serán seducidas este año, según los responsables de la producción de vacunos. Y no tienen miedo de que esa calidad sea adulterada, fraguada, fruto de abigeato, vacas locas, o que le estén vendiendo chancho por vaca y otros males del pasado. Si, en Paraguay, las vacas vuelan también para llegar a más mercados. Al inicio del 2017, con la fiebre del Dakar, apareció un corredor colombiano que despertó nuevamente la llamada del autoestima del paraguayo. “Yo amo Paraguay” o “I love Paraguay” fue la frase más repetida en redes sociales, tanto así que en Colombia expresaron ciertos celos con el colombiano. Juan Esteban Sarmiento, alias @ChiloDakar se ganó el amor de los paraguayos y fue retribuido con creces con menciones en redes y hasta fue tendencia en Twitter durante 3 días. Sin embargo, no faltaron los que criticaron al colombiano de ser un farsante que apenas estaba buscando votos, al estilo Bailando por un sueño. El Dakar no necesitó votos en redes sociales y Chilo hizo un gran favor a Paraguay tanto que en su perfil de Twitter posa con un dibujo del genial Melki con su corazón albirrojo.

No es la primera vez que hablan bien de Paraguay y que saltan los que dicen que es un montaje. Cuando el Papa Francisco elogió a la mujer paraguaya, más de uno pensó que se estaba candidatando a presidir la ONU. Será que el voto de Paraguay será tan decisivo?. O cuando el prestigioso periodista de CNN José Levi elogiaba a este país, más que uno preguntó cuanto costó esa publicidad. Cuando escuchamos las loas a nuestro país, es como un bálsamo al oído que nos agrada, nos contagia, nos motiva, pero aun tenemos la costumbre de esperar que otros hablen bien de nosotros y no nosotros mismos. Fue emocionante leer en setiembre del año pasado que la empresa paraguaya Koga Impact Lab, fue galardonada con el reconocimiento de los premios Best for The World (mejores empresas para el mundo), por crear impacto positivo en la sociedad. Causó alegría escuchar que las semillas de las empresas Broterra ingresaba a prestigiosos mercados europeos, o que, Rusia habilitaba al frigorífico de Belén, JBS para su codiciado mercado. Cómo lo hicieron para merecer tales galardones?. Creyendo en ellos mismos y en sus empresas, y muy importante, haciendo bien las cosas. “Hmmm que rico es, seguro que es argentino”, decía una comensal en un céntrico bar asunceno al probar un delicioso helado. No pude dejar de decirle que se trataba de un helado local y que Paraguay exporta helados hasta al país que se proclama mejor productor de helados del mundo: Italia.

¿Que nos pasa?. Cuál es el problema que tenemos entonces de reconocer las cosas buenas que hacemos?. O será que siempre tenemos que pensar de que no somos capaces de conquistar buenos mercados o acceder a mejores condiciones de vida. O peor aún, no postular a cargos o concursos internacionales por el derrotismo de creer que no estamos suficientemente capacitados.

El colombiano no hizo más que despertar 2 puntos sumamente necesarios para creer en nosotros mismos: el autoconcepto y la autoestima. 1. El autoconcepto, valiosa palabra que sirve para conocer nuestras fortalezas y nuestras oportunidades como personas, como país, pero también para trabajar nuestras debilidades y amenazas, una vez que sepamos bien cuáles son. Cuáles son las barreras personales, empresariales y hasta las que como país tenemos que superar. “Conócete a ti mismo”, necesidad de una persona para acceder a la sabiduría es el autoconocimiento, según la antigua Grecia. 2. Y la autoestima, que es el amor o valor que nos tenemos a nosotros mismos, o conjunto de pensamientos, evaluaciones, sentimientos, tendencias dirigidas a nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser, de comportarnos, de producir, de ganar, ser más positivos y proactivos. Acaso solamente un extranjero como Chilo Dakar o como el Papa Francisco deben darnos con sus menciones la autorización para creer en nosotros?. No precisamente; nos alienta, nos alimenta el alma, nos glorifica como país y personas, pero es tiempo de que nosotros mismos, cada uno de nosotros, empecemos a cambiar nuestra manera derrotista de pensar y darnos cuenta de que si somos capaces de hacer cosas espectaculares. Paraguay debe construir un camino hacia el liderazgo en base al autoconcepto y la autoestima y aprovechar que las puertas del mundo ya están abiertas.

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Alguien comentó sobre “Autoestima y autoconcepto, claves para el liderazgo

  1. No sabía lo de la baja estima de los paraguayos. Bueno, en varios países latinoamericanos estamos muy de autoflagelarnos y no ver lo bueno que tenemos. Abrazos.

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