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Los resultados de las votaciones del 22 de mayo han pillado de sorpresa a parte importante de la población movilizada y también a las personas que han seguido el proceso a la distancia. La pregunta es: ¿Por qué si en la plaza pública se demandaba más participación y más sector público, en las urnas ganó la derecha? Para ello es preciso entender muchos factores que no son observables a simple vista.

En primer lugar, antes del 15 de mayo ya se sabía que estas elecciones serían un golpe al PSOE, una crítica sobre todo a su gestión de la crisis económica de estos últimos dos años, basada en una enorme inyección de recursos a los bancos, de la mano de un desmantelamiento de los servicios públicos y de la precarización del trabajo (menos derechos laborales, retraso de la jubilación). Todo esto en el contexto de un país con una tasa de desempleo muy alta, sobre todo entre los jóvenes. Para el lector chileno, quizás es más fácil si le digo que lo que ha estado haciendo Zapatero es convertir a España en otro Chile. Con la apertura a un desmantelamiento estructural del sector público de curiosa semejanza con nuestra década de los 80s, pero realizada por un partido socialista elegido democráticamente.

Pero si estos antecedentes ya indican bastante, no son los únicos. La crisis económica en España va de la mano de su modelo de crecimiento durante los 90s y los 2000s, con un fuerte desarrollo en el sector de la construcción y de servicios (turismo, call centers). Todos ellos han servido para contener la mano de obra inmigrante (entre un 10-15% de la población, que mayoritariamente no tiene acceso a voto) así como a la población joven menos preparada. Pero la crisis que se arrastra desde el 2008 también ha mostrado el crecimiento irreal sobre el cual se sustentaba el pais, donde la mayoría de los jóvenes y no tan jóvenes que tienen trabajo, reciben un sueldo promedio de mil euros (los llamados mileuristas) incluso teniendo estudios universitarios de post-grado.

En el sector inmobiliario y turístico se encuentran también muchas de las denuncias de corrupción política que se han hecho públicas durante los últimos años. Los casos de funcionarios y  políticos municipales o regionales que recibieron dinero a cambio de reformular planes reguladores o de favorecer a ciertas empresas abundan. Algunos de ellos se postulaban a las elecciones del domingo, convirtiéndose en una abierta provocación hacia los votantes.

Asimismo, el movimiento que se hace visible el 15 de mayo no surge por generación espontánea. Arrastra tras de si otros movimientos que han estado activos durante los últimos años, que abarcan temáticas como autodeterminación, cultura libre, vivienda digna, soberanía alimentaria, derechos de los migrantes, entre otros. La clave está en que a partir del 15 de mayo se ha producido un espacio de confluencia entre la ciudadanía involucrada históricamente en el activismo social y un malestar ciudadano más transversal cuyo foco ha sido la clase política. Las propuestas que han surgido de las diferentes acampadas provienen de este momento de diálogo, conversación, intercambio. Este fenómeno nos recuerda la importancia de la comunicación cara a cara en la acción política. Un claro contraste con la lógica profesionalizada de los partidos dominantes.

Por último, el sistema electoral español es de inscripción automática y voto voluntario, lo que en la práctica ha favorecido el sistema binominal PP-PSOE y -salvo las particularidades de ciertas regiones donde existen movimientos nacionalistas e independendistas fuertes, como el caso de Pais Vasco y Cataluña- es una lógica que se extiende desde el ámbito estatal, al regional y municipal. La abstención aumenta ante cada elección y por eso, el sistema político “oficial” es cada vez menos representativo de las fuerzas sociales más transformadores, que desde hace tiempo han abandonado el campo político partidista y se han enfocado a la movilización social. En cambio, la votación que se mantiene es la del votante tradicional, que supone que sólo se puede elegir entre dos opciones. De cualquier modo, esta elección muestra un porcentaje importante de abstención, al punto que según ciertod análisis supera a la votación de los partidos mayoritarios (33% frente a 24% y 18%). Asimismo, votos nulos y blancos constituyen un 3% que les convierte en cuarta fuerza política, después del 4% de Izquierda Unida.

Durante esta semana de movilización, el papel de los medios convencionales estuvo retrasado y en algunos casos también prejuiciado. En vez de ir a cubrir la noticia, se quedaron observando sin saber muy bien como reaccionar. Solo el día miércoles las cámaras de Televisión Española (la televisión pública) se posó en la Plaza del Sol. Mientras tanto, Intereconomía, canal con un discurso político reconocido de derecha española profunda (anticatalanista, antivasca y al mismo tiempo nacionalista española; conservadora en lo valórico, neoliberal en lo económico), incluyó el tema entre sus tertulianos, pero con una cobertura sesgada y descalificadora, al punto que incluso se les acusó de montar una falsa entrevista en la acampada de Plaza Cataluña de Barcelona.  La radio pública tampoco estuvo a la altura, como quedó en evidencia en la intervención radial de la ya famosa señora Cristina de Burgos, que ya ha recorrido el mundo. La prensa escrita se comportó de manera más equitativa, siguiendo sus líneas editoriales previas.

Incluso los medios alternativos fueron sorprendidos, pero tan pronto comenzaron a expandirse las acampadas, comenzó también a desarrollarse el trabajo colectivo, al punto que los días 20, 21 y 22, en el caso de las radios, hubo una conexión permanente con enlaces telefónicos e intercambio de archivos por internet para poder transmitir lo que estaba pasando simultáneamente en distintas ciudades, incluso algunas fuera del territorio como Buenos Aires o Amsterdam. En algunos casos también se potenció la transmisión entre medios comunitarios dentro de su respectiva región, como ocurrió entre las radios libres y la televisión de los movimientos sociales de Barcelona o entre las radios libres y comunitarias de Galicia. Conviene señalar que salvo contadas excepciones, la mayoría de estos medios realizan su trabajo sin licencias, debido a que la legislación audiovisual estatal recién vino a reconocerles en 2010.

Al igual como ha ocurrido en las movilizaciones árabes, la vía de comunicación más expansiva de este movimiento ha girado en torno a internet: facebook, twitter, ustream, giss, youtube, flickr, blip y otros formatos de almacenamiento se han convertido en la vía por la cual este movimiento ha salido hacia el mundo. Sin embargo, me parece importante poner en perspectiva las sinergias que se establecieron entre internet, medios convencionales y medios alternativos. Preguntarse, por ejemplo ¿cómo respondió cada soporte al establecimiento de relatos colectivos sobre lo que estaba ocurriendo? ¿cuáles medios conectaron la contingencia con los anclajes históricos y contextuales que permiten entender el proceso? ¿cuáles ofrecerán relatos de continuidad respecto de los próximos acontecimientos? En el fondo, qué rol jugarán los distintos soportes en la mantención y visibilidad este movimiento frente a dos ejes: pasado y futuro, individuo y  colectividad.

El triunfo del monopartidismo “PSOEPP” o la mayor presencia de partidos xenófobos en ciertas zonas tras estas elecciones no debe llevarnos a perder de vista el bosque. Es claro que se necesita pasar de la conversación política y de la comunicación de este proceso a propuestas que puedan ser votadas en una elección. Pero los procesos social que permiten ir de un punto a otro son siempre lentos. Sin embargo, creo que se debe seguir con atención dos avances: el de las CUP en Cataluña y la irrupción de Bildu en el Pais Vasco. Las CUP, que no existen para los medios convencionales de la región, representan a un independentismo izquierdista de base que defiende la democracia participativa, el desarrollo sustentable, la equidad social, la promoción del tejido asociativo y que viene ganando terreno a nivel municipal durante los 2000s. En el caso de Bildu, que también se definen como independentistas de izquierda ,se convirtieron en la segunda fuerza más votada del Pais Vasco, pese a que estuvieron a punto de ser ilegalizados a un mes de las elecciones debido a las dificultades que existen tanto en la opinión pública española como en sus medios y en sus instituciones para poder desvincular a la base vasca de izquierda de ETA. Estos avances dentro de la institucionalidad política no están desvinculados del movimiento de las acampadas. De hecho, dan cuenta de la permanencia de la tensión entre distintas maneras de entender España.

Algunos links útiles para entender estos días

Los virales de la #spanishrevolution

¿Cómo se gestó el movimiento 15M Pablo Buentes

La rebelión de l@s indignad@s: Notas desde la plaza Tahrir de Barcelona . Josep Maria Antentas y Esther Vivas

El movimiento Democracia Real Ya y la hipocresía del establishment mediático. Vicens Navarro

15M: El peligro ciudadanista. Manuel Delgado

Elecciones polarizadas. Ecologistas en Acción.

Gráfico de la votación del 15M

 

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