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¡Son tan diferentes Ana (Los 80)  y Mónica (Los archivos del Cardenal), las dos series transmitidas en señal abierta por Canal 13  y Televisión  Nacional, a través de las cuales miles de televidentes han podido revivir  los años negros de la dictadura militar!

Ana (interpretada por la actriz Tamara Acosta) es contenida  y contiene;  conservadora con matices, orgullosa siempre, digna, y algo ingenua. Habla poco, pero de  de vez en cuando expresa unas tremendas verdades. Como cuando enfrenta a Juan, (Daniel Muñoz) su marido (en el momento en que el confiesa que ha estado a punto de engañarla con otra) y le dice que hay muchas maneras de faltarle el respeto a una mujer, aludiendo a su negativa para que trabaje fuera de la casa.

Mónica (Paly Garcia) en cambio es expansiva y busca el protagonismo, aun  poniendo en riesgo a su familia o a sus colaboradores  cercanos (cosa que Ana jamás haría… al menos no lo ha hecho hasta ahora)  y mas que madre tradicional figura como cómplice de Laura,  su única hija  (Ana  tiene cuatro) que  a la vez busca protegerla..

No es tan solo la clase social lo que las diferencia;  al fin y al cabo ambas pertenecen a la clase de media aunque estén en puntas diferentes, ni tampoco la rotunda  militancia de una frente a la reticencia de la otra (“Pero mi hija no es de esa gente”, exclama  Ana, cuando en la Vicaria le entregan información sobre Gabriel, el pololo frentista de  Claudia). Es algo más que eso.

El Chile dela serie “Los 80” es deslavado, pobre, casi  cansino. Las acciones suceden en comunas  como  Maipú  o La Florida, donde hay  “caseros” (por muy momio que sea el dueño del boliche es el que fía o recibe los llamados  telefónicos)  y los chicos juegan a la pelota en la calle. Los personajes  no suben de la cota Santiago centro  y no hay grandes sofisticaciones en su vida diaria. Tampoco el tema de la militancia es tan relevante, lo cual no quiere decir que no perciban la existencia de una dictadura y la de opositores a esta, tomando partido por cierto.

Al contrario,  en el país de “Los archivos del Cardenal”  la adrenalina es cosa de cada día; la crisis económica  y la pobreza que trajo aparejada casi no se ven, porque los personajes están en otra: intentando salvar a  los perseguidos del régimen, en un esquema donde no caben sino héroes o heroínas y villanos, mas uno que otro converso, como los padres del joven abogado de origen burgués.

Ana no tiene nada que hacer en ese espacio, porque para ella el mundo de lo privado- el de su casa y su familia-  es lo fundamental. O tal vez si tiene. Porque  en el Chile de los 70  y los 80  por cada Mónica hubo decenas de Anas anónimas, que “perdieron la inocencia”  cuando uno de los suyos fue tocado. Mujeres campesinas que supieron camuflarse de tal modo que durante meses mantuvieron escondidos a sus maridos,  buscados  por encabezar o participar tomas de fundos, y luego partieron con ellos al exilio. Pobladoras  que pararon la olla con diversos artilugios, convirtiéndose de golpe en jefas de hogar debido a la detención, desaparición o simple cesantía de sus  parejas; estudiantes  que arriesgaron  la  vida como enlaces; oficinistas y señoras de su casa que colaboraron para esconder personas o asilarlas en embajadas,  y a veces hasta transportaron  armas bajo las verduras compradas en la feria.

La  Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (Comisión Valech) determinó en 2004 que de 34 mil 690 víctimas de prisión política, 28. 459 sufrieron torturas y apremios ilegítimos. De ellas, 3.621 eran mujeres y  alrededor de 3. 400 fueron abusadas y violadas por sus captores. En el segundo informe, entregado  a mediados de agosto de 2011 http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/08/110816_chile_pinochet_informe_victimas_jg.shtml

el porcentaje varia,  aunque no tan significativamente. Entre 1978 y 1990- o sea, el periodo en que transcurren ambas series-  del total de personas registradas como “victimas de prisión política calificada”,   un 75,5 por ciento son hombres y un 22 por ciento mujeres.  http://www.comisionvalech.gov.cl/InformeComision/Informe2011.pdf

Muchas de ellas quizá puedan ser asimiladas al personaje de Mónica, pero no al de Ana; porque la mayoría  de esas mujeres que hicieron resistencia,  ya sea protegiendo a la familia o participando más activamente, no figura en registro alguno ni aparece en listas de reparación. Incluso muchas sufrieron vejámenes, pero no hablaron hasta hoy o no lo harán nunca, convencidas de que lo suyo fue menor.

Mas allá de las exigencias de producción de ambas series o de la opción autoral de sus directores – Nicolás Acuña, en “Los archivos  del Cardenal” y Boris Quercia en  “Los 80”- los personajes de ambas lograron impactar a los televidentes.

Pese al horario y a la tremenda presión para que no se transmitiera  “Los archivos…”  logró un rating mas que honroso  11,7 puntos en promedio) http://216.72.168.173/los-archivos-del-cardenal-lidero-el-horario-estelar/noticias/2011-07-22/003849.html Mientras que “Los 80” ya va en su cuarta temporada y marcó  33 puntos en su debut . Además,  la serie obtuvo el Premio Excelencia Televisiva 2009 ($400 millones) y fondos para la realización del tercer y cuarto ciclo, como parte de la categoría de Nuevas temporadas del fondo del Consejo Nacional de Televisión

¿Sera que la memoria  vuelve a ocupar el puesto que  estaba extraviado?

 

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Alguien comentó sobre “Ana y Mónica

  1. Me ha gustado mucho el artículo de Patricia Moscoso, tiene tanta razón en decir que son miles las/los que no aparecerán en las estadísticas, pero que hicieron acciones de una valentía enorme…por otro lado , que reconfortante resulta leer sobre “otras cosas” que no sea la última red de prostitución infantil o la campaña de la Teletón. Que horror la falta de contenidos en los medios…que mal informan , que poco saben, y si a eso le agregamos la nula intención de investigación…nos queda un pobre panorama. BIEN POR PATRICIA Y POR SITIO CERO. GRACIAS,

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