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Aliaa Elmahdy es una joven, @aliaaelmahdy en Twitter, que se define como Secular Liberal Feminista Vegetariana Individualista Egipcia. Aliaa subió a un blog, creado como una acción de arte o protesta, una foto suya, desnuda, con medias  negras y zapatos rojos, y la acompañó del texto   “Lleven a juicio los modelos de artistas que posaron desnudos hasta principios de los 70’, escondan los libros de arte y destruyan las estatuas de la antigüedad, luego desvístanse frente a un espejo y quemen sus cuerpos que desprecian para deshacerse de sus manía sexuales antes de atacarme con su humillación y chauvinismos y atreverse a tratar de negarme mi libertad de expresión.” En un mes, el posteo alcanzó casi 4 millones y medio de visitas y 5000 comentarios.

Quien conoce Egipto o ha visitado los países islámicos reconoce la valentía que necesita una mujer para realizar un gesto como ese. Quien no tiene referencias, hoy puede aquilatarla escuchando los gritos y reclamos de La Coalición egipcia de Graduados en Derecho Islámico que  denunció  a la bloguera ante la Fiscalía General de Egipto y reclama un castigo de 80 latigazos en público o hasta 5 años de cárcel de acuerdo a la Ley Islámica.

Una mujer con una idea clara, una fotografía, un blog, una cuenta de Twitter, un golpe mundial al corazón de la injusticia. Una emoción, una idea, y un gesto alineados para encarnar  el rechazo a la injusticia, la decisión de desafiarlo, ejercer su derecho, instalar un debate, abrir un espacio para las mujeres que viven en la opresión en el mundo y desafiar los cimientos de las estructuras de poder de la religión islámica. (Y cuidado no se crea tan a salvo, y fíjese en los muchos periódicos y sitios de “occidente” que publican la fotografía del desnudo pixelada, censurada.)

Cuando un gesto así, sencillo, creativo y valiente genera tal impacto, es casi obvio comparar con la multimillonaria campaña de la fábrica de ropa, con 6000 tiendas distribuidas en 120 países, Benetton. La nueva campaña muestra, besándose en la boca, los montajes de Barack Obama y Hugo Chávez; el Papa Benedict XVI and Ahmed Mohamed el-Tayeb, el Imam de la mezquita Al-Azhar de El Cairo;  el presidente palestino Mahmoud Abbas y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, y siga usted mezclando los líderes “enemigos” que quiera, de acuerdo al criterio creativo de Benetton. La intención, explica Benetton, es instalar el concepto de “NoOdio” (Unhate).

Hace un par de décadas Benetton se ganó la simpatía de los consumidores/ciudadanos del mundo por sintonizar con valores humanos asociados a cuestionar los valores dominantes, a promover la diversidad y la libertad, a darle una segunda lectura a los hechos, a combatir el racismo y la discriminación. Utilizaba su publicidad para promover imágenes fuertes que desafiaban el stablishment comunicacional e instalaban debates más profundos que la cotidianidad noticiosa de los medios. La campaña de Benetton de hoy, al contrario, está en la misma línea sensacionalista de los medios dominantes que buscan el ratting, a través de la estimulación neurológica de la percepción. La propia construcción de los soportes polariza, irrespeta las creencias de muchos.

Benetton, la marca de ropa del pasado glorioso, sin ideas claras con recursos ilimitados, tratando de reposicionar la marca de manera oportunista, aprovechándose de la ola de rebeldía y anti líderes tradicionales, pero como esos viejos líderes de sus anuncios sin entender lo que está sucediendo. Aliaa Elmahdy, una mujer joven, que con un propósito claro, su creatividad y cero recursos, pone su cuerpo desnudo para instalar un debate y cuestionar uno de los oscurantismos más densos de nuestra época, y lo logra.

Esperanza: una idea, escuchar el escenario, un propósito claro, audacia y creatividad, y puedes sacudir el mundo. Moverlo es tarea de todos.

 

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