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Hace unos años, en una conferencia de prensa de un organismo internacional en Asunción, un consultor extranjero hablaba efusivamente sobre una cooperación que ofrecían a unos comités de campesinos productores de mandioca. Era un proyecto innovador, porque la mandioca, infaltable en la mesa guaraní, sería procesada e industrializada.

El experto, un mexicano, hacía énfasis sobre las bondades del proyecto. Y así, la charla giró entre conceptos tales como; sustentable y sostenible.

En mi papel de reportero de TV, mientras esperaba que llegara la hora de preguntas y respuestas, observaba a uno de los labriegos que participaba del evento. El señor miraba atentamente….. con los ojos fijos. Le pregunté si le parecía interesante lo que decía el conferencista, en guaraní, obviamente.

Me respondió; “ndaikuaai la he’iva ko karai, pero oñe’e kuaa ko karai”. (No sé lo que dice, pero parece que sabe hablar este señor), me dijo!.

Desde la Secretaría de Información y Comunicación para el Desarrollo de la Presidencia de Paraguay, justamente lo que queremos es que, por más que se hable en castellano, inglés o portugués, los campesinos, las amas de casa, estudiantes y ese 97 % de la población también tenga noticieros y programas en guaraní. En Paraguay, hablamos en español, pero pensamos, sentimos y vivimos en guaraní.

Todavía es fácil encontrar personas que crean que hablar en guaraní, es sinónimo de ignorante. “No te juntes con ese guarango”, era una frase común….. son más de 500 años de intento de apagar el idioma, y fueron más de 500 años de resistencia. Guarango, según el diccionario, es ignorante. Es así también como aquí en la Argentina es utilizada esa palabra, cuya morfología deriva del guaraní.

Hasta hace poco, decir que no se hablaba guaraní, era sinónimo de inteligente y culto. Hoy existe una conciencia de que es un idioma menos, tan importante como cualquier otro. Lo llamativo es que un paraguayo cuando se encuentra en el exterior con otro, sea sacándose una foto en el Obelisco o en la Torre Eifel, se saluda en guaraní con un caluroso, “ha upei” (que tal?). Claro, no pasan desapercibidos, porque siempre andarán con su tereré.

En los medios públicos de mi país, apostamos a que nuestra lengua y nuestra cultura, sean revalorizadas. Los años de sesgo hacia el guaraní, quedaron atrás.

El 15 de mayo pasado, hemos habilitado los estudios de la Televisión Pública Paraguay, en coincidencia con los 200 años de independencia; ¡qué mejor forma que celebrar una independencia que entregando tecnología y calidad a la población!. A partir del pasado 15 de agosto, el canal público trasmite una programación experimental en formato digital y analógica, mientras se avanza hacía el apagón analógico. La era digital comenzó en Paraguay con el inicio de las transmisiones de la TV Pública y es el cuarto país en la región en realizarlo.

Las promociones televisivas en la TV PÚBLICA, muestran la cultura paraguaya, dando amplio espacio al guaraní hablante. Se siente y se escucha en guaraní. Che gustá, (me gusta), fue una de las primeras promociones!.

Estamos trabajando para que la televisión, además de informar, alegre la pantalla, con colores y sabores vivos!. Queremos que el que no puede o no quiere pagar por el servicio de tv a cable, también vea el partido de fútbol con vivos colores, o disfrute de conciertos y espectáculos.

El proceso de implementación de los medios públicos en Paraguay es una revolución cultural, un cambio de paradigmas. No se trata solo de importar tecnología y capacitar técnicos. No es una cuestión meramente “tecnológica” ni se resume en el apagón analógico, en caso de la TV DIGITAL, proceso que se lleva adelante desde la TV PÚBLICA, de reciente creación.

Los medios públicos son una propuesta, y como tal, deben ser validadas por la ciudadanía. Es un trato de hombres y mujeres libres, con la guía de los líderes, los gobernantes, en un marco de respeto.

Entender qué es lo público lleva tiempo y estudios. Ese marco conceptual que es necesario aprehender antes de los trabajos de campo, se debe iniciar con los propios líderes, gobernantes, comunicadores, docentes multiplicadores de conocimiento.

En el Paraguay se ha iniciado el proceso de empoderamiento de la ciudadanía de los medios. Que ellos acepten los medios públicos no es sólo un “regalo” para ellos o nosotros los ciudadanos.

Semana pasada, por primera vez la TV PÚBLICA PARAGUAYA transmitió en forma ininterrumpida la Cumbre Iberoamericana y luego la de UNASUR, cuya presidencia pro témpore asumió Paraguay, hace 1 semana. La intención, es que la ciudanía vea y escuche que pasa detrás de esas paredes de Cumbres y saque sus propias conclusiones.

Desde el 2008 hemos iniciado también, dentro de este cambio de paradigmas y empoderamiento de conceptos nuevos para esta parte del continente por mucho tiempo sometida al autoritarismo, un cambio jurídico estructural, con la creación por decreto de la SICOM en el 2008, la estructuración de los medios públicos, la creación de la Dirección General de Medios del Estado desde la SICOM, la reestructuración de los antiguos medios gubernamentales con una nueva mirada ciudadana y pública; la creación de nuevos medios públicos digitales e impresos, radiales y televisivos, como IP Paraguay, agencia noticiosa, Semanario Red Pública y la TV Pública Digital. La potenciación de Radio Nacional del Paraguay y Radio ZP 12 Carlos Antonio López; los proyectos para la FM Nacional, y la difusión masiva a través de las redes sociales, Internet, encuentros, seminarios, audiencias, foros y otros.

Hacer un recuento de todo lo hecho en tan poco tiempo y por tan pocas personas sería largo, por tanto sólo les puedo decir que en Paraguay estamos haciendo una revolución en el campo de la comunicación sembrando el terreno para que los ciudadanos sean los padres y hacedores como corresponde, de los medios públicos… Habremos cumplido nuestro cometido de comunicadores responsables al frente de este proceso, cuando los propios ciudadanos sean quienes digan al mundo: He aquí nuestros medios, estos son, y allí nos van a encontrar, en sus contenidos y en sus administradores.

 

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