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Melodías suaves o más fuertes que nos permiten hacer un viaje personal y emocional a través de los sentidos. Un pasado que se vuelve presente colmando de sensaciones y emociones, un presente que vuelve a revivir y a connotar desde el ahora.

Al igual que las fotografías, la música es un detonador emocional que evoca tiempos anteriores, personales o colectivos, o es parte de un futuro que ya se está tejiendo desde la emocionalidad actual. La intensidad depende de cada persona, en cómo le asigna diferentes atributos y características a aquello que sus oídos perciben. De alguna manera pasa a ser mucho más que sólo melodías ingresando a nuestros oídos, podemos definir colores y sentimientos tan variados como las melodías y sus mezclas posibles.

La incidencia emocional es un factor determinante, tanto en lo que comenzamos a definir en el presente como un recuerdo futuro o de las experiencias que ya vivimos y nos evoca desde la repetición de la escucha.

Para quien escucha, es un viaje a través de los sentidos, es una manera de relacionarse con las emociones, con el entorno y asociado a algunas acciones. Así como para mí Ravi Shankar  es inspirador y generador de atmosfera, para otros pueden ser melodías, por ejemplo,  Latinoamericanas o Anglosajonas, entre muchas. Las connotaciones y asociaciones son personales y provenientes de nuestras experiencias y relaciones con otros.

Para los músicos o en el caso de la intérprete de Viola da gamba y Clavecín, Pía Rocco, la relación que establece con el instrumento es un ciclo infinito emocional, de dar y recibir. Por sus ojos ingresa las instrucciones de la partitura, pero es ella quien a través de sus emociones  y conocimiento lo convierte en música, siendo el instrumento el encargado de amplificar y difundir para luego aquellas melodías ingresen por sus oídos provocando la satisfacción del músico y el entusiasmo por seguir en aquella danza sensorial. Es un estado particular, una manera de sentir y expresar diferente.

Si la música viene de la intensidad emocional de los músicos e intérpretes, para quienes la recibimos la connotación y sensibilidad sólo puede estar en la misma sintonía emocional. La música nos transporta y nos hace experimentar emociones tan profundas e intensas, tanto para quien compone, interpreta y escucha.

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Alguien comentó sobre “El poder emocional y transportador de la música

  1. Bien que lo saben los músicos y compositores (Qué decir de de los bellísimos cuartetos de Mozart, las cantatas de Bach,etc). También quienes manejan el negocio del disco.

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