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La cultura nos modela, configura nuestro mundo y nos posiciona en un espacio determinado de relaciones y conversaciones. Concebir la cultura como un elemento fundamental en la sociedad y articuladora de comunidades, es necesario para exigir la calidad y la riqueza de contenidos que nos permita integrarla en nuestras vidas. Ampliar las posibilidades de observación y escucha adquiriendo mayor conocimiento, hacerse más preguntas y crear un criterio propio. Ampliar la mirada y potenciar a todos quienes buscan y se inquietan por ir más allá para comprender y reconfigurar su mundo.

El diseño es una de las profesiones en las que influye y requiere la cultura porque se potencia de ella. Porque crea desde el mayanadi personal, de sus experiencias, emociones y conocimientos, la configuración de un profesional como creador de nuevas miradas y de posibilidades de expansión en la comunicación de comunidades. Cada proyecto es una nueva posibilidad de aprendizaje, para diseñar se debe no sólo escuchar el requerimiento, sino que contextualizar, empatizar, pensar más allá de las propias experiencias. Ser creador y espectador. Diseñar es un proceso creativo y de investigación en el que el enfoque está puesto en las personas, en aquella comunidad beneficiaria que con sus características se distingue de otras. Crear necesita un proceso previo de investigación, en todos los ámbitos posibles, todo aquello que nos haga sentir, vivir y pensar como aquella comunidad (emociones, experiencias, relaciones, características, productos comunicacionales, expresiones, etc), lo que nos permitirá generar la estrategia pertinente que dará como resultado un producto o servicio.

Para algunos el diseño es una de las profesiones que necesita mayor cultura porque debe estudiar cada proyecto, imaginarlo y proyectarlo. Se necesita un vasto conocimiento para tener la posibilidad de innovar y crear nuevas soluciones. Como dice el chef francés Thierry Marx “hay que conocer todo lo tradicional para ser capaz de innovar”, lo mismo se aplica a todas las disciplinas que requieren de la innovación para plantear nuevas soluciones y que vayan tomando la forma del contexto social actual. La única manera de incorporar la cultura en nuestras vidas es que vivamos de ella, nos alimentemos y sea nuestra fuente inagotable de inquietudes.

Valorar la cultura, porque es nuestro mayor activo y lo que nos da las herramientas para generar los cambios. En el diseño, es fundamental contar con profesionales ávidos de aprendizaje y con amplios conocimientos que puedan aportar al diseño nacional y que cada uno con su hacer diario construya la identidad actual, la que nos define en cada afiche, en cada spot publicitario, en cada escenografía, en cada parque, en cada objeto. Una construcción colectiva que permite la valoración del diseño a nivel país, porque somos aquellos profesionales que posibilitan la comunicación de empresas, organizaciones, instituciones con sus comunidades. Posibilitadores de que la comunicación ocurra y parte importante en la construcción de la identidad nacional que proyecta a nuestro país al mundo.

 

Fotografía de Mariluz Soto H.

 

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3 Comentarios sobre “La cultura y el diseño

  1. Me pareció interesante la lectura porque me hizo caer en cuenta, un poco más allá de la importancia del diseñador. Esto es algo que ya tenia claro, pero que fue reforzado con esta lectura por el simple hecho que me ayudo a comprender un poco mejor en todo lo que hay detrás de un diseño o un diseñador. Es una parte crucial entender las culturas para las cuales estamos diseñando. Me encanta que se hagan comparaciones con otras disciplinas como es la cocina, porque ayuda que todo mundo pueda entender el mensaje.

  2. ¡Muy buen artículo!
    Me gustó mucho la mención del chef porque acerca el concepto a otras disciplinas, a veces encerramos en el concepto “cultura” al ámbito humanista y lo segregamos sólo al conjunto de imaginarios sociales, dejando de lado la importancia de construir realidad mediante los roles de cada persona. La belleza de nuestra disciplina es considerar y ser capaces de ver, comprender y enfocar estas distinciones en un proyecto dirigido a las comunidades que construyen la realidad psico-social.

  3. Cultus significa “sembrar o cultivar”. El problema surge cuando la siembra se hace sin pensar en el terreno, en el entorno ambiental y en quienes cosecharán. La siembra debe ser portadora de una identidad y de memoria. Hoy, sin embargo, las mareas del diseño, la arquitectura, el cine y en general las artes doctas, nos llevan por el camino de la industrialización, donde el crecimiento económico y las utilidades son un fin primordial. Este sistema, esta haciendo que nos quedemos sin cosecha, sin frutos ni elementos propios, sin raíces en las cuales sumergirnos y hacer comunidad.

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