Compartir

Quizás ni siquiera nos hemos dado cuenta que estamos perdiendo la posibilidad de una vida humana plena. Para saber si hemos renunciado a algo valioso para nosotros, la autora Margaret Wheatley propone formularnos algunas preguntas: ¿Las relaciones con las personas que quiero están mejorando o se están deteriorando? ¿Mi curiosidad acerca del mundo ha aumentado o disminuido? ¿Qué me enoja ahora, comparado con lo que me irritaba unos pocos años atrás? ¿Cuáles de mis conductas valoro y cuáles deploro? En general, me siento más apacible o más estresado(a)? ¿Me estoy transformando en alguien que puedo respetar? Si al responder estas preguntas, observamos que hay cosas que querríamos cambiar, quiere decir que necesitamos tiempo para pensar.

¿Qué significa pensar, en este contexto? Significa darnos tiempo para nosotros. La mayoría vivimos en una constante actividad –aún si algunos pueden estar cesantes- y nuestras mentes están llenas de discursividad.  Para regresar a quienes somos, necesitamos crear un espacio propio, simplificado. Basta un rincón en el mundo que podamos encontrar en nuestra casa o en un parque, o en una biblioteca pública (con un libro en la falda o en la mesa, como excusa) o incluso en algún templo. Y bastan unos minutos, cada día.

Hay muchas maneras de llegar a la simplicidad. Yo conozco ésta: cuando nos colocamos determinadamente en el ahora, podemos adoptar una postura corporal de dignidad – uniendo cielo y tierra, armonizar mente y cuerpo, sentir nuestro corazón y relajarnos. Entonces estamos listos para observar nuestros estados mentales. Al principio será un océano tumultuoso, como nuestro Pacífico, y poco a poco esa agitación se irá calmando como un lago. En esas aguas claras y tranquilas seremos capaces de ver surgir el despliegue creativo de nuestros pensamientos y emociones y se manifestará nuestra inteligencia, simple y natural. Entonces, las preguntas que propone Margaret Wheatley podrían sernos de ayuda para revisar cómo estamos conduciendo nuestra vida.

Comúnmente cometemos dos errores opuestos de apreciación: pensamos que los eventos de la vida nos gobiernan o creemos que podemos controlarlo todo. Lo que sí está a nuestro alcance es vivir de manera despierta, conociendo más y más profundamente quién o qué somos y recuperar el arte de ser humanos.

Compartir

Alguien comentó sobre “Tiempo para nosotros

  1. Un oportuno recordarnos la necesidad de la atención para realmente vivir, y no sólo estar, o pasar por la vida. Gracias yessica. Cada cierto tiempo insiste en ello, porque se nos olvida….

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *