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Inspiración desde la lectura del libro digital “Comunidades, el desplome de las pirámides” de Mauricio Tolosa. Intensa, llena de descubrimientos y cambio en la mirada. La lectura no es pasiva cuando nos enfrentamos a un texto que nos hace participes de historias, de reflexiones y nos cambia la perspectiva sobre los hechos cotidianos. Recomendado para comunicadores interesados en observar las comunidades humanas y lo que sucede en torno a ellas.

Los lugares existen, las situaciones fluyen en el relacionarse con otros, son las personas las que al habitar configuran un espacio juntos, son las que dan forma y vida. Aunque parece ser algo natural, que debería darse por consecuencia de la relación entre las personas, de sus emociones y experiencias compartidas, en un mismo espacio, volcadas para construir un algo juntos, el concepto comunidad es algo a veces lejano y menos presente de lo que debería.

Ser en comunidad, ser parte y estar envuelto en una co-creación, está muy distante a la organización y la estructura de la pirámide. Compartir con otros de manera igualitaria y en el respeto de la diversidad es lo que enriquece conversaciones y vidas, reconfigurando mundos, creando en colectivo. Las estructuras limitan y crean cegueras, no sólo desde el punto de vista de las decisiones sino que desde las emociones, son ellas las que se truncan y quedan estancadas, entre el pensamiento y el cuerpo, sin poder salir, sin existir mientras otro no lo perciba.

Me inspira la creación que se da espontánea, aquella que fluye desde la conversación, esa que se va tejiendo entre palabras, movimientos, miradas y tonos, que nos hace participes y creadores de mundos compartidos, de sueños y anhelos por construcciones cuyos objetivos no son sólo los propios. Entusiasma observar aquellos chispazos de creatividad que fluyen desde las propias experiencias e incluso de aquello que ni sabíamos que conocíamos.

Desde aquí suena lógico que un producto o servicio no existe mientras una comunidad no interactúe con ellos, son las personas las que significan o resignifican aquello que fue creado, idealmente, según las necesidades detectadas. La estructura piramidal enceguece y define nuevas necesidades, que no se ajustan a las personas sino que a lo que se desea imponer como modelos mentales o nuevas tecnologías.

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Alguien comentó sobre “Un mundo nace cuando es habitado

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