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El mimo y la pantomima, se emplazan dentro de las artes que reciben apelativos tan diversos como “artes del silencio”, “teatro del gesto”,  “teatro de gesto”,  “expresión corporal”, “lenguaje del silencio”, “mimodrama”, etc. En todas estas formas de expresión, la palabra cede su lugar al gesto, a la acción, a la mímica.

Solemos asociar los gestos, con el mundo de la representación y las palabras, con el universo de los textos, sin embargo, la mezcla de elementos en un genero y otro, no es infrecuente: podemos encontrar palabras en las representaciones pantomímicas, y abundantes alusiones a los gestos en los textos, de forma extrema casi extinta, tenemos el teatro de texto, el cual prescinde del gesto. Pero de todas formas, unos y otros, se asocian para crear nuevos espacios., el silencio acoge la palabra dramática, es su raíz. Paralelamente, de la inmovilidad, nace el movimiento. Silencio e inmovilidad, palabra y movimiento, terminan cruzándose, enriqueciéndose mutuamente en el escenario.

Etimológicamente, la palabra emoción, proviene del latín emotĭo,-ōnis que significa: el impulso que induce la acción. Según la RAE, significa: “Alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática”, “Movimiento o perturbación violenta del ánimo o del cuerpo”.

Señalamos estos significados, para entender que la emoción, en su manifestación, es un movimiento. El silencio se nos presenta como la ausencia de ese “de” que existió, se fue o viene, esta  en constante movimiento. El silencio y la emoción, tienen su primera raíz en el movimiento. El movimiento, es acción, y aquí nos volvemos a encontrar con el accionar del silencio, como origen de la palabra.

Lo fisiológico, tiene mucho que decir en este aspecto comunicativo, de hecho, el actor es un ser fisiológico, las emociones que comunica, también se presentan en un cuerpo vivo. George Mandler, distingue tres aspectos fundamentales en el fenómeno emotivo:

“1, activación 2. Interpretación cognitiva, 3. Conciencia  “El primero consiste en el principio de la homeostasis y de la rapidez fisiológica del organismo. El segundo es una señal para la organización mental concerniente a la atención, la vigilancia y la explotación del ambiente. La ultima se refiera a la interpretación y al análisis del ambiente por medio de diversos sistemas sensoriales y cognitivos”[1]

El primer aspecto emotivo es fisiológico, según el autor, al igual que en la palabra, la pausa podría ser el primer aspecto fisiológico o que da origen a la ejecución de de la palabra.

Mapa de componentes fisiológicos de las emociones.

El componente fisiológico de las emociones, es todo cambio que se desarrolla en el sistema nervioso central, y que está relacionado con la presencia de determinados estados emocionales.

Son tres los subsistemas fisiológicos que, según Goleman,[2] están relacionados con las emociones, el sistema nervioso central, el sistema límbico y el sistema nervioso autónomo. Durante los procesos emocionales, se consideran particularmente activos, los siguientes centros del sistema nervioso central, mencionados en la figura Nº 2. Las emociones, son movimientos, acciones, y éstas se encuentran en el teatro para ser presentadas deformándolas. Tadeusz Kantor nos señala:

“En su equivalente será la hipertrofia de la acción, que se cumple en el tiempo por medio de una desaceleración o aceleración del ritmo, y en la esfera psicológica, por ejemplo, por la importancia inhabitual acordada a los momentos insignificantes, por la <notación> pedante de cada movimiento, cada pensamiento o reflexión, por el estiramiento de las acciones en curso hasta el aburrimiento y el cansancio”[3]

Si el teatro es acción, entonces definir acción es lo propicio, para poder entender esto. Precisamente, la acción es la primera instancia sicológica, como nos plantea Aristóteles en su poética.  Pavis, nos define la diferencia entre siete acciones distintas entre ellas, más una acción hablada y originaria de las otras. Nos comenta: “también se sitúa y sobre todo en la tragedia clásica, en el interior del personaje en evolución, en sus decisiones y, por tanto, en su discurso. De aquí viene el termino de acción hablada definida por Pirandello”[4]

Un ejemplo de esto, es Acto sin palabras de  Samuel Beckett, las palabras ya se dan por desvanecidas. Un hombre es arrojado a un escenario, intenta salir, pero es obligado a permanecer en él. La necesidad, hace que el escenario se convierta en su único campo de acción, en su único mundo. Un hombre libre, pero su libertad es vetada por el orden que rige su conducta. He aquí su tragedia.

Kantor nos dice que el teatro es abstracción, utilización, naturalismo “El ojo y el oído se concentran intensivamente en ellos, mientras la esfera de las formas abstractas penetrara en el subconsciente. La imagen abstracta (el escenario) no es un adorno, es un mundo cerrado, que existe por si y donde nacen la vida, la dinámica, las tensiones, las energías, las relaciones”. [5]

Peter Brook, define acto teatral, señalando que: “Puedo tomar cualquier espacio vacío y llamarlo un escenario desnudo. Un hombre camina por este espacio vacío mientras otro lo observa, y esto es todo lo que se necesita para realizar un acto teatral”[6] el escenario, cualquiera que fuese, será un espacio del relato, relato que se instala en la nada, en el vacío, en el silencio.

Continuando con la relación entre la emoción y el  silencio, Marco de Marinis,  nos plantea, en su libro Comprender el teatro: Lineamientos de una teatrologia, que: “La comprensión teatral se refiere a la emoción (entendida como afecto del espectáculo, o bien como reacción afectiva ante el)”[7] Eugenio Barba, en “La casa de los orígenes y del retorno”, nos dice, que Meyerhold recomendaba que se considerara al actor, como el centro del fenómeno y del misterio teatral[8]

Valere Novarina, en su carta a los actores para Louis de Funes, nos imprime la necesidad de la nada, la ausencia total de todo, el vacío absoluto para la entrada de todo el teatro del mundo, nos comenta:

“El actor no sale a escena, el actor se adelanta con todo el teatro entre sus dientes (…) El actor es un hueco en el espacio que atravesó la palabra (…) El teatro es únicamente la representación de un hueco (…) El actor que sale a escena llega a la nada(…) el actor es alguien que no tiene nada. Como que no sabe nada. Un desnudado (…) no existe mayor desnudes en el mundo que la del actor (…) Cuando el actor entra a escena, sabe muy bien que lo mejor es no hacer nada”[9].

Los autores citados, y los ejemplos dados, concuerdan en la falta, en la no existencia, el génesis o el ocaso del teatro. El silencio es lo único que queda después del aplauso, es lo único que queda después de la tragedia que es muerte. La emoción es movimiento, al igual que la palabra, ellas nacen desde el silencio, es el intérprete el que las toma y las desvía por plataformas nuevas, que proyecten algo que es gestado en el interior del vacío, la nada. La total y absoluta ausencia de todo.

         


[1] de Marines Marco:  Comprender el teatro: Lineamientos de una teatrologia Editorial Galerna Argentina1997  128 p

[2] Goleman, D. La inteligencia emocional. Barcelona. Kairos. (1996).

[3] Saura Jorge  (coordinador) Op. Cit. P 12

[4] Pavis Patrice:Op. Cit. P 21

[5] Saura Jorge  (coordinador) Op. Cit. P 12

[6] Brook Peter: Op. Cit. P 5

[7] de Marinis Marco:  Op. Cit. P 65

[8] Barba Eugenio La casa de los origenes y del retorno Discurso en ocasión del título de Doctor Honoris Causa otorgado por la Universidad de Varsovia, 28. 5. 2003 http://filotopia.net/

[9] Novarina Valere: Op. Cit. p. 48

Este texto es precedido por Hacia una definición del silencio (1) ,  El silencio (2) como concepto filosófico y El silencio (3) y su iconografía musical

 

 

 

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6 Comentarios sobre “Silencio (4): la imagen de la emoción

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