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¿Por qué no fuiste a votar?

No fui a votar porque todos son iguales, siempre con el baile de los abrazos; dependiendo del tipo de elección o partido son las lucas, por ejemplo en las senatoriales de la otra vez me regalaron gorritos, gafas para el sol, empanaditas; como siempre, te dicen que todo va a ser mejor pero se ve que las cosas mejoran solamente para ellos, para mí todo sigue igual…en esta última nos regalaron una caja de mercadería, pero no fui a votar porque no me dieron plata para la micro…

¿Has estado alguna vez compartiendo historias alrededor de una fogata o de un brasero? Eso es comunidad, cuando has estado ahí, la mejor historia será aquella que te contarás a ti y después a otros, respecto de lo que allí sucedió. Todos los que estuvieron narrarán afectos, danzas y creencias de ese grupo. Aquella comunidad se asomará intacta cuando ellos se encuentren décadas después.

¿Qué sucedió cuando te encontraste con aquel compañero de curso después de treinta años? Surgió la comunidad. Aquel curso fue una fogata, un brasero en torno al cual se jugaron elecciones de reina, paseos de fin de año, vivencias que hoy constituyen la argamasa de los relatos que atraviesan el tiempo. Relatos a nivel de amigos, familia, barrio, ciudad, país y más.

Inversamente, la inexistencia de relato significa fragmentación. En vez de comunidad hay “incomunidad”.

Chile es en gran parte una “incomunidad”, sufre una carencia aguda de braseros o fogatas positivas. Aquí, a diferencia de otras cunas no hay núcleos que integren transversalmente a la gente. Por ejemplo en Brasil se puede ver a un ABC1 junto a un habitante de la favela más brava de Río bailando en una escuela de samba; de alguna manera ellos se conocen. “Solo se ama lo que se conoce” dice un antiguo refrán. Quizás por eso han sido campeones mundiales de futbol tantas veces. Y no es porque la población sea numerosa y tienen mucho donde elegir; quizás esa transversalidad evita la transmisión de los conflictos de clase al interior del campo de juego. Un equipo fragmentado pierde. Así de simple.

Uruguay tiene poco más de tres millones de habitantes y el 2011 ganó su decimoquinta copa América, ha sido dos veces campeón mundial. ¿Cuál es uno de sus braseros? El mate; si compartes con un grupo de uruguayos y en algún minuto te consideran su amigo, te pasarán el mate en la ronda.

En el caso de Chile, la falta de braseros y fogatas se refleja en la cancha, la falta de relatos unificadores refleja la lucha de clase, entre muchas otras fragmentaciones. La selección es solo uno de los reflejos. Los demás se ven en la calle, los edificios, en los buses del transantiago, las oficinas, los discursos políticos: La síntesis de relatos de una sociedad que se piensa es la democracia y no asoma integración allí.

Se observa que cuando no hay principios unificadores, las personas nivelan sus expectativas en la cota de sobrevivencia. Si quieres que vote por ti, al menos ponte con las monedas para la micro…La “incomunidad” es la hija no reconocida del modelo neoliberal.

Observe la foto, ¿se ha fijado en las vallas papales que salvaguardan hoy al palacio de gobierno en Santiago de Chile? ¿No es acaso un reflejo de la falta de principios unificadores, fogatas, braseros, puntos focales, instrumentos comunicacionales; en fin, como quieran llamarle? Les invito a cada uno a reinventarse con una nueva fogata … En Sitiocero se cuentan buenos relatos, bien Mauricio.

 

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2 Comentarios sobre “Fogatas y voto. Comunidades y relato.

  1. Estimada Patricia, es cierto que cuando estaban las flores las vallas eran para que no se las robaran, el asunto es que las vallas llevan mas de un año en ese lugar y las flores estuvieron apenas un mes…tienes razón es el principio unificador de la inseguridad

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