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Si hoy se evaluara el estudio de impacto ambiental de HidroAysén, no se aprobaría bajo ningún concepto. No creo que los seremis, que se prestaron para sacarlo adelante de manera tan poco profesional bajo la presión del gobierno y del propio HidroAysén,  estuviesen dispuestos hacer caso omiso sobre los verdaderos informes que presentaron las reparticiones públicas, que daban cuenta que HidroAysén no era viable. Lo pensarían mucho antes de correr los riesgos de tener que enfrentar las consecuencias de esa decisión en una realidad que ha cambiado sustancialmente.

Fui parte de la comisión revisora en paralelo del estudio presentado por HidroAysén, como representante de la Corporación Costa Carrera, organización de empresarios turísticos y ganaderos de la Cuenca del Baker que es el territorio donde HidroAysén quiere construir cinco represas de muro de contención en los ríos Baker y Pascua. Somos miembros de la Coalición por un Aysén Reserva de Vida, de Patagonia Sin Represas y de la Coordinadora Regional Anti-Represas de Aysén. Puedo dar fe que lo que presento HidroAysén como estudio de Impacto Ambiental, sorprende por la falta de información relevante en todos los temas de importancia en relación a los impactos sociales, económicos, culturales y medio ambientales de la intervención de la transnacional.

Me tocó analizar lo presentado en el área Social y de Turismo. Revise alrededor de 1.700 páginas, de un estudio que tenia 10 mil en total. No había información práctica de los problemas que suscitaría la intervención del territorio de la Cuenca del Baker. Tampoco encontré información de base exponiendo la realidad actual de la cuenca y su proyección económica-social y de como HidroAysén pretendía relacionarse con las comunidades bajo esa realidad, reconociendo ese desarrollo. No existe en el estudio presentado un plan de acción adecuado a las circunstancias, que presente una relación efectiva de como armonizarían el proyecto con los intereses de las comunidades.

En un primer momento pensé que habia leído mal el estudio, al no encontrar observaciones sobre el fenómeno natural del “Glof” del Lago Cachet 2, lago que desagua millones de litros de agua al río Baker una o dos veces al año, cambiando el fluir del río de aguas abajo a aguas arriba, en un proceso natural de alto impacto que inunda todo a su paso a orillas del río  Baker, siendo precisamente este río donde HidroAysén pretende construir 3 represas de muro de contención. Esto se suma a la falta de una relación adecuada de muchos otros aspectos de importancia vital que no están en el estudio. Esto genera muchas dudas en los pobladores de la cuenca y en Aysén como un todo, sobre si HidroAysén tiene realmente la expertice necesaria para llevar adelante un proyecto de tal trascendencia y que tengamos en un futuro próximo, de concretarse la intención, un escenario similar al caso Freirina.

No encontré información ni referencia alguna, de la posible inundación de parte del Parque Nacional Laguna San Rafael por la represa Baker 3. Se sabe y es un hecho de la causa denunciado en su momento por el informe que entregó Conaf de Aysén, que HidroAysén tiene pauteado inundar el 2 % del Parque Nacional, lo que es totalmente ilegal. El estudio no habla de las directrices y de las estrategias para sustentar en forma adecuada el impacto social en la localidad de Cochrane que seria la base administrativa del proyecto, ante la llegada de 7 mil obreros y la comparsa que suele acompañar en estas obras a los obreros para amenizar sus ratos libres, a un pueblo de solo 3.500 habitantes.

 

Glaciar leones, ubicado en la cuenca del Baker y es parte de los
campos de hielo norte y frontera norte del
Parque Nacional Laguna San Rafael.
 

Se podrían llenar páginas y páginas sobre las omisiones del EIA que presentó HidroAysén y de cómo fue manipulado para sacarlo adelante. El profesor Roberto Román, académico experto en el tema energético, profesor del Departamento de ingeniería Mecánica de FCFM-Universidad de Chile y además vice pdte Internacional de la Solar Energy Society mundial, lo a dicho hasta el cansancio en sus seminarios y charlas sobre el tema:  el daño que el proyecto le causaría a la cuenca del Baker sería irreversible, comprometiendo el futuro del desarrollo de Aysén, como un todo, para siempre. Además añade que cualquier estrategia de desarrollo energético debe tener como pilar fundamental la eficiencia energética y en el caso de HidroAysén no lo es pues representa tecnología del pasado en el mundo del futuro.

Si se aplicara una política activa respecto de lo que presupone una estratégica energética adecuada, más allá de lo que ocurre en forma natural por iniciativa de las empresas, el ahorro generado por las propias comunidades es mucho mayor que lo que podría aportar HidroAysén ante el costo social y ambiental de la intención, en una región considerada como una de las últimas reservas de vida del planeta, que se proyecta a través de su medio ambiente y en la calidad escénica de su territorio.

Un EIA (Estudio de Impacto Ambiental) profesional y responsable, debe ser apoyado con información científica y real, con un análisis interdisciplinario que muestre una visión integral de las variables del territorio que se pretende intervenir. Con un estudio ambiental profesional y serio, que entregue un marco metodológico variado, entendiendo las características generales del territorio pretendido, siendo lo más claro posible al relacionar el escenario real con la intervención del proyecto, entregando las posibles soluciones en todos los conflictos posibles. Además debe considerar a las comunidades y trabajar con ellas, no en contra de ellas, que es lo que a sucedido en este caso con HidroAysén. No basta con entregar becas, comprando las comunidades con favores económicos, y hacer campañas publicitarias en donde solo se muestran la parte positiva del proyecto, justificándose con eventuales mejoras económicas que aportarán en las comunidades intervenidas con el proyecto. Una empresa que quiere hacer las cosas bien, debe trabajar con las comunidades hablando con la verdad, exponiendo el proyecto sin tapujos, sin esconder sus reales consecuencias  reconociendo a las comunidades sin bajarles el perfil económico y social, ofreciendo soluciones una vez que se ha comprendido que es lo que realmente pierden las comunidades.

Considero que es vital no olvidar todas las irregularidades cometidas al aprobar HidroAysén, . Fue un acto cometido en contra de los derechos básicos de Aysén. El abuso del poder fue ejercido sin contemplaciones sobre una región que no pudo defenderse bajo los canales habituales a través de sus autoridades y tuvo que salir a las calles para mostrar y defender su verdad. Los responsables no pueden quedar impunes, en algún momento tendrán que dar las explicaciones y presentarse ante la justicia. Lo ocurrido no fue un hecho fortuito o algo parecido, fue premeditado para sacar adelante HidroAysén, a pesar de todos los reparos profesionales y lo deficiente del estudio ambiental presentado.

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