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La recta final del gobierno obliga a los corredores a apurar desesperadamente el paso, intentando desmentir el clima social adverso con un agobiante check-list de supuestos logros y anuncios express. En este contexto, el discurso presidencial del 21 de mayo siempre llama al  balance que, en el caso de las políticas de comunicación, llevaría a preguntarnos por el saldo que arrojaría este ejercicio… si existiera. Como es ya casi una tradición,  los temas vinculados a las políticas de comunicación prácticamente no figuraron en esta última cuenta pública, aun cuando los afectados por lo que suceda en este ámbito sean nada más y nada menos que 17 millones de chilenos y chilenas -cifra variable según estimaciones del INE.

En las más de dos horas de discurso presidencial, las referencias a las comunicaciones fueron casi nulas, limitándose a algunas cifras vinculadas a la cantidad de conexiones a Internet y celulares per cápita. Hubo también una brevísima alusión a la llegada de la Televisión Digital Terrestre  (TDT) en Chile ya que, en un proceso que lleva ya casi cuatro años, la ley que la regulará está en su fase final de votación en el Senado. Aunque en los últimos días se han aprobado varios puntos relevantes, de todos ellos el presidente se refirió sólo a uno: el que alude a la gratuidad de la TV Digital. Cabe aclarar que durante el largo proceso de tratamiento de la ley, la gratuidad de la televisión abierta estuvo en jaque, aunque esta cuestión tan elemental apenas trascendió en los medios de comunicación. Al respecto, el presidente Piñera señaló hoy que “… pronto tendremos a disposición de todos los hogares y en forma gratuita la nueva televisión digital o de alta definición”.

Sin embargo, aunque esto ha quedado asegurado en el nuevo artículo 17 del proyecto del ley que consagra la gratuidad de los servicios de radiodifusión televisiva, nada se dice acerca de resguardar la gratuidad al interior de los Servicios Intermedios, ni de las nuevas aplicaciones interactivas que podría permitir la TV digital. Ahora bien, ¿quiénes saben, en Chile, qué son los Servicios Intermedios de Infraestructura (SII)? La posible respuesta pone en evidencia uno problema constante que facilitó la falta de transparencia en todo este proceso: el debate en torno a la ley de TDT es casi impermeable aun para el sector de la opinión pública interesada en él. Esto no sólo por la exigencia de conocimientos técnicos que requiere seguirlo, sino por la nula voluntad de actores clave como, por ejemplo, el gobierno, en que este debate resulte accesible al público.

Así las cosas, muy pocos saben que en la ley se ha aprobado la introducción completamente desregulada de los Servicios Intermedios de Infraestructura (SII),  que implica a los prestadores de servicios de telecomunicaciones; es decir, una suerte de intermediarios -como su nombre lo indica- que no generan contenidos propios sino que “arriendan” su capacidad espectral. ¿Qué riesgos entraña esta figura? Por una parte, los SII no son responsables por los contenidos, por la otra, no se impide a los SII que arrienden su capacidad espectral a concesionarios que ya cuenten con espectro, ni tampoco estarían limitados en cuanto al número de concesiones a las que pueden acceder, abriendo las puertas a nuevas formas de concentración.

Al mismo tiempo, el carácter gratuito de la TV Digital para toda la ciudadanía sería relativo, en tanto las zonas geográficas más complejas del país no tendrán la misma cobertura que el resto ya que el cambio de tecnología implica una inversión no rentable. Por lo tanto, la TV de carácter nacional llegará sólo por satélite a esas zonas, lo que exige contar con un decodificador especial. Hasta ahora, no se ha explicitado quién se haría cargo de los costos de este equipamiento;  resultarìa discriminatorio que los habitantes de  zonas “alejadas” deban enfrentar costos que el resto del país no tendrá.

La “letra chica amenaza la gratuidad”  afirman Chiara Sáez y Jaime Mondría en un artículo reciente sobre puntos sustantivos de la ley de TV Digital publicado por la Fundación Ebert. Tal vez, aprovechando las ventajas tecnológicas  que traerá consigo la TV Digital, deberíamos ir pensando en subtitulados del discursos del 21 de mayo  que incluyan la letra chica.

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