Los chilenos hemos presenciado los discursos presidenciales, de todos los sectores, que dan cuenta del crecimiento económico del país y de los tratados de libre comercio. Muchos extranjeros que conocen Chile por la grandiosa manzana chilena que se vende en supermercados de Europa y Estados Unidos. Con esto comenzamos a creer los discursos políticos. En muchas ocasiones se ha escuchado a personajes públicos mencionar a Chile como un país en vías de desarrollo y que dentro de la región está posicionado como un país estable y con claras oportunidades a seguir creciendo y aumentando su popularidad de crecimiento.
Los diseñadores también escuchamos esos discursos, sabemos en el día a día que nuestro trabajo es valor agregado para las empresas. Que empresas que ganaban 10 llegan a duplicar sus ingresos si consideran el factor diseño dentro de sus ofertas. Porque el diseño no es sólo “hacer bonitas las cosas”. Es un factor diferenciador y considera muchos más aspectos que el sólo correcto funcionamiento de un proceso, objeto o servicio.
La importancia del diseño es estratégica, competitiva y complementaria a las industrias. El diseño es un agente de cambio en sí, proporciona posibilidades de desarrollo social, cultural y emocional. Fomenta un estilo de relación con el entorno que las personas no perciben hasta que lo experimentan. Esta relación con el entorno, desde la perspectiva del diseño, permite que las personas sean los principales actores y que los productos y servicios sirvan a propósitos concretos a sus necesidades.
El diseño comprende a las tecnologías como una herramienta útil para proyectar y dar forma a procesos de potenciamiento de productos y servicios en función de las necesidades de las personas. Hoy en día la tecnología es más un commodity que una diferencia. El diseño es la oportunidad de diferenciación, no sólo desde la estética, sino más bien como una forma de pensar y abordar los proyectos desde la lógica del ser humano, convirtiéndose inmediatamente en valor agregado cuando aborda problemas concretos para una comunidad específica desde una perspectiva innovadora.
Esta comprensión del ejercicio óptimo del diseñador, las necesidades del mercado y el crecimiento económico del país, requiere profesionales alineados con esta forma de hacer diseño, que sean valorados por ello. Necesita un escenario claro del estado actual, posibilidades, limitaciones y responsabilidad en la acción diaria. El crecimiento del país y el posicionamiento internacional demanda primero tener claro en nuestro país cuales son las directrices de diseño. De qué forma se abordan los problemas y como se traduce eso en imagen, forma y concepto. Hacia allá apunta la Política Nacional de Diseño de un país, muchos países lo han comprendido, ¿y en Chile?
Política Nacional de Diseño en Chile
Actualmente se está construyendo una Política Nacional de Diseño desde el Consejo Nacional de la Cultura y Ministerio de Economía. Hace algunas semanas fui entrevistada por mi experiencia en la Fundación de la Comunicología y OpenD, junto a Marcelo Pérez Director Grafiscopio y Claudio Aguilera, director de Plop! Galería, los tres en calidad de expertos para dar cuenta de las observaciones detectadas en el ejercicio profesional, desde las diversas áreas que nos desarrollamos.
Junto con el desarrollo de la investigación que está llevando a cabo hace meses un comité de expertos, se ha considerado como vital la conversación con diversos actores, del diseño nacional y profesionales de áreas relacionadas, para obtener información desde la propia fuente y con las observaciones desde las diversas experiencias. Cuando se diseñan procesos o se realizan reformas para comunidades es necesario integrar a sus actores, sus perspectivas, intuiciones, sensaciones y conocimientos para acercarse a la realidad diaria, tomar el pulso verdadero y abrir el debate a las inquietudes individuales y colectivas.
La metodología de la entrevista giró en torno a cuatro ejes:
1. Emprendimiento / innovación
2. Técnica / Tecnología
3. Identidad / Patrimonio
4. Desarrollo del Territorio
Las preguntas buscaban conocer el ¿cómo? De qué manera la política nacional de diseño podría contribuir en cada una de estas cuatro áreas.
Algunas de las respuestas que se conversaron ese día sobre el cómo podría aportar la Política en el diseño, considerando las actuales necesidades detectadas, fueron:
Definición de lineamientos generales que permitan establecer parámetros de creación y de relación del diseñador con los proyectos.
Mapeos de lo que se está haciendo en los diversos ámbitos para conocer los grandes y pequeños aportes que se están realizando.
Dar cuenta de los oficios vinculados y potenciados desde el diseño.
Aprovechamiento de las tecnologías para el desarrollo de proyectos de alto impacto social y de fortalecimiento de comunidades.
Fortalecimiento de la identidad nacional mediante lineamientos generales que proporcionen identificación.
Rescate del patrimonio y análisis de la proyección de la historia, rescate de las líneas gráficas instaladas por años y vincularlas al contexto actual nacional.
La pertenecía y valoración del territorio que habitamos, potenciamiento de iniciativas de innovación social territorial que redistribuya recursos para descentralizar los accesos a información y oportunidades…
La lista de ideas puede ser mucho más larga y esperamos que sigan existiendo instancias que permitan el encuentro de esas necesidades para la construcción de una política representativa de todos los sectores.
Esta iniciativa busca crear los lazos con los actores del diseño nacional, identificar las necesidades y expectativas para luego generar el vínculo con la economía nacional en donde el diseño y la economía puedan ser potenciadores de un Chile más creativo e innovador centrado en las personas, y, en sintonía con las necesidades del mercado nacional y las posibilidades de posicionamiento internacional.
¿Y tú cómo crees que la Política Nacional de Diseño puede contribuir?
Esta actividad se desarrolló el viernes 21 de Junio de 2013 en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la Universidad Católica. En la Sala de Magister de Diseño Avanzado.