El aroma a tinta se respiraba a cada paso, muchos carteles tendidos en hilos que cruzaban de lado a lado un patio universitario. Papeles tipo roneo e imágenes estampadas de colores negro, rojo y rosa. Mi primera impresión fue una fábrica de películas antiguas, donde hay mucha gente e implementos que permiten que realicen el trabajo. Nada de maquinarias, exceso de imaginación.
Mientras caminaba entre las hileras de papeles secándose en cordeles me transporté a tiempos de nuestra historia gráfica nacional de la que he sido participe leyendo y mirando libros como Cartel Chileno (1963 – 1973) Compilación de Eduardo Castillo Espinoza y Un Grito en la Pared de Mauricio Vico y Mario Osses. Estos libros, principales referentes históricos para diseñadores, me contaron una historia visual y fundamentada de la realidad social y política que se mezclaba con la capacidad de plasmar en imágenes y gráficas realizadas por diseñadores y artistas de la época. Por un momento me sentí parte de esa historia, fascinada seguí caminado hasta llegar a las personas que se encontraban alrededor de enormes bastidores.
Este taller práctico fue la culminación de varias sesiones en las que representantes de diversas organizaciones sociales aprendieron sobre práctica e importancia de la Serigrafía en la historia gráfica. El papel y presencia de la técnica, antes que existiera Photoshop, vinculados al contexto social y político. El taller es parte de un conjunto de actividades organizadas por Espacio Londres 38, donde invitaron a organizaciones sociales a ser parte de los 5.000 afiches que serán pegados para la marcha del 11 de Septiembre por los 40 años luego del Golpe de Estado en Chile.
Los encargados de hacer esta actividad fueron el grupo de Taller de Serigrafía Instantánea quienes de forma autónoma se han organizado y participado en muchas de las movilizaciones que se han realizado en nuestro país. Para las movilizaciones estudiantiles estampaban poleras y afiches para aportar con la construcción gráfica de las demandas estudiantiles. Ya llevan 3 años realizando estas actividades, su fundador César Vallejos, explica que la serigrafía es una técnica enriquecedora porque mantiene el trabajo colectivo y compartido, por este motivo siempre le ha entusiasmado ampliar el conocimiento y ser parte de la historia gráfica actual con una técnica muy representativa del patrimonio gráfico nacional.
Todas las organizaciones presentes en ese taller realizaban afiches relacionados con su objetivo común como ginecología natural para mujeres, mejora en la alimentación, la comunicación para el crecimiento de comunidades, organizaciones de resistencia, entre otros. Todas forman parte de la diversidad y amplitud de reflexiones. Desde distintos lugares de Santiago plasmaron sus pensamientos y tendencias en el diseño de patrones sostenidos por bastidores, abajo el papel y encima una capa de pintura que era repartida lo más uniforme posible por los recovecos que imprimían la hoja. Varias veces la misma acción les permitía replicar el mismo afiche y aumentar los gritos en la pared.
La energía del lugar era potente, la música acompañaba los movimientos de quienes disfrutaban y seguían el ritmo con el cuerpo, mientras bañaban en pintura la superficie del bastidor para luego con fuerza esparcirla. Alrededor de cada soporte comentaban los resultados, si faltaba pintura o se agregaban un nuevo color. A 40 años del golpe una técnica representativa de la participación ciudadana de la historia de nuestro país convoca a organizaciones y está presente para seguir construyendo y siendo parte de la historia.
Pensé mientras miraba el trabajo y los resultados de cada afiche, la gran importancia del rescate y uso de las técnicas, no sólo como romanticismo sino también como parte de nuestra identidad. Cada afiche era un mundo todos juntos un universo colectivo, un trozo de la historia en desarrollo.