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Carteles en español y algunos signos orientales indican el ingreso a una pequeña zona comercial Latina- asiática en Richmond, Virginia.  Junto a una colorida manicure coreana se encuentra la peluquería-bazar de Silvia. Los hispanos que allí acuden, no van impelidos solo por los cuidados del cabello, la bisutería y el café. Ellos buscan hablar en la lengua que dejaron atrás. Silvia es portorriqueña, pero comparte con su esposo la nacionalidad Siria y la religión musulmana. Ambos tienen un  hijo de 11 años, al que se han esmerado en educar en las tres culturas: norteamericana, hispana y árabe. Cuando entro al local, encuentro a Silvia buscando en la televisión las últimas  declaraciones de presidente Barack Obama, relacionadas con el posible bombardeo a la tierra de su esposo.

“Yo admiraba a Obama por la reforma inmigratoria que está impulsando, pero ahora me siento decepcionada”- Me dice, después de saludarme.  Luego, me explica que la amenaza del presidente de los Estados Unidos es una muestra de la falta de credibilidad que tienen los gobernantes de hoy. “Tanto a las personas como a los países, se los descubre en las mentiras. Ya antes un presidente (George W. Buch) mintió sobre armas químicas, atacó a Irak y metió al país en un lío del que todavía no sale. Obama creyó que los europeos lo iban a respaldar, pero…¡claro! Ellos prefieren mirar para otro lado, ya que tienen bastante culpa sobre lo que está pasando hoy en el Medio Oriente”.

Yo me siento en la silla rotatoria y ella me envuelve en un cobertor plástico. Silvia revisa en un cuaderno el color que me puso en la última visita. Me consulta si deseo también corte de puntas. Respondo afirmativamente y le pregunto por sus familiares sirios.

“Si fuera egoísta diría que están bien. Ya logramos que algunos partieran para Egipto y otros, a Dubai. Mi marido quería traer a su hermana con nosotros, pero la Embajada Americana le negó la Visa. Solo Inglaterra la aceptó. Nosotros vemos en la televisión árabe que hay mucha preocupación en Siria por obtener Visas y por los campos de refugiados. Hoy, todos los países hablan de paz, pero son pocos los que quieren recibir a los nuestros. Dios quiera que esos buenos deseos que circulan por el mundo se traduzcan en ayuda concreta, porque la gente está sufriendo mucho. No todos pueden darse el lujo de salir del país  y el costo de la vida está altísimo. ¡Una banana vale 5 dólares!

Ella empieza a trabajar con  mi cabello, explicando las dificultades que pasó para enviar dinero a los familiares que le quedan en Damasco. Junto a su esposo tuvieron que llenar muchos formularios y responder a interrogatorios de seguridad. “Como dijimos que era la compra de un cordero con el que las familias finalizan el Ramadán (mes sagrado de ayuno y oración), supieron que éramos musulmanes…y ¡ya sabes! Nos meten a todos en un mismo saco” –Silvia sonríe, mientras mezcla el color- “Pero valió la pena, ya que compraron unos corderos grandes e invitaron al asado a mucha gente pobre. Hay personas que llevan casi un año sin comer carne. Varios han perdido sus trabajos y la mayoría vive al día. Cuando hay guerra civil, nadie sabe si mañana será el último día. ¡Es horrible!”

peluqueria

 

La dictadura y los rebeldes

Cuando termina de aplicarme la tintura, ella me invita a nuestro tradicional “Tintito”. No se trata de vino, sino que de café instantáneo, endulzado con azúcar rubia. En otras oportunidades, yo le he llevado empanadas o chocolates chilenos. Ella me ha convidado pasteles hechos con masa filo y galletas caseras, pues le encanta cocinar. Le pregunto por las posibilidades que tiene Siria de terminar el conflicto. Silvia, sin titubear me explica:

“Siria está en una dictadura que comenzó con el papá de Bashar-al Assad hace más de cincuenta años (se refiere a Hafez-al-Assad, fundador del partido Ba’ath, quien protagonizó dos sangrientos golpes de estado en 1963 y 1970). Ya en esos tiempos hubo muchísimos asesinatos, mucha persecución política, porque ellos pertenecen a la minoría religiosa Alawite (la mayoría es Sunni). Como en esos tiempos había pocos medios de comunicación, casi nadie se enteró de esas masacres. Hoy, es fácil ver las atrocidades que se comenten no solo en Siria sino que en todas partes del mundo, pero la gente está más insensible. Las malas noticias abruman”.

Según Silvia, si la comunidad internacional –incluido los Estados Unidos- hubiesen estado interesados verdaderamente en ayudar a Siria, deberían haber escuchado a los rebeldes, quienes pidieron ayuda desde un principio. “Las Naciones Unidas no quiso escuchar, pero Francia e Inglaterra estuvieron a punto de apoyar, claro que se asustaron. Vieron videos de los rebeldes fabricando sus armas caseras, a mujeres andando con rifles y creyeron que estaban aliados con  Al-Qaida y otros grupos terroristas. La comunidad internacional no quiere ver el verdadero problema: Si los rebeldes se debilitan o dividen, estos temidos  grupos van a tratar de tomarse el gobierno”.

Sin detener su relato, Silvia comienza a lavarme el pelo.

“Obama dice que quiere asustar a Bashar-al-Assad bombardeando unos objetivos militares. ¿Y si se equivoca y mata civiles? Desde la guerra de Vietnam, los Estados Unidos han cometido bastantes errores. ¡Al- Assad no se va a espantar por unas bombitas! De hecho, les dijo a los Sirios que si perdía, era capaz de derribar la gran represa e inundar los campos de algodón y trigo, única fuente de sustento del país. Por eso, los rebeldes están haciendo guardia allí”. (Se refiere a la represa de Tabqa, construida con ayuda de la ex Unión Soviética entre 1968 y 1973 para contener las aguas del río Eufrates).

Mientras me seca la cabeza con una toalla, mi peluquera reflexiona:

“La guerra es un problema de poder, de creer posible reemplazar a Dios. Por un lado, en Siria tenemos a un hombre obsesionado con controlarlo todo, hasta la vida de sus ciudadanos. Luego, vemos a Obama creyendo tener la solución mágica para nosotros. Los países, al igual que las personas, cuando se sienten fuertes, creen que van a tomar el control de las cosas. Al final, todo se les escapa de las manos. Tanto en el Corán como en la Biblia, hay indicaciones simples, que si todos las siguiéramos el mundo sería otro. Por ejemplo, amar al prójimo y no hacer a otros, lo que uno no desea que le hagan. El verdadero espíritu de las religiones es pacífico”.

Le hablo de las encuestas. Casi el 90% de la población estadounidense no desea la intervención en Siria. Ella responde que no le extraña, pues cualquier nueva aventura bélica puede significar la bancarrota para el país. “En ese punto, entiendo que el Presidente haya preferido dilatar la decisión pasándole la pelota al congreso y tomando en cuenta lo que dice la calle”. La mayoría de los encuestados desafió a la comunidad internacional con la pregunta: “¿Por qué nosotros?” Según los ciudadanos, los demás países se acostumbraron a que Estados Unidos tome la iniciativa y asuma las pérdidas.

siria

 

Si no se habla en serio…

En cuanto a la decisión de bombardear objetivos militares para hacer respetar la Convención de Génova de1925, cuyo fin es no utilizar armas químicas (Siria no está entre los firmantes), viene a mi mente el artículo del periodista judío Charles Krauthhammer, quien en el Richmond Times-Dispatch, utilizó el título “A menos que él sea serio, vote No”. En el artículo, indicó que el General Martin Dempsey, comandante en jefe de las fuerzas militares, no tiene ni la más remota idea de cuáles son los objetivos de ataque. De paso, Krauthhammer dejó ver las razones por las cuales Israel está tranquilo en este conflicto: “Sin publicidad ni anuncios, Israel ya ha bombardeado Siria y ha dejado saber que no tolerará los avances de la Hezbollah”.

Silvia tiene otro punto de vista en esta materia.

Estados Unidos tiene poco campo de acción.  Basher-Al-Assad cuenta con el gran apoyo de Rusia y detrás de este país, siempre está China. De hecho, Rusia ha mantenido una buena relación con esta familia y posee en Siria  una base naval estratégica. ¿Por qué crees que Putin aceptó al señor del espionaje?(se refiere a Edward Snowden, ex contratista computacional de la CIA, que puso en aprietos al gobierno de los Estados Unidos al revelar sistemas secretos de intervención telefónica y e-mails). Ese asunto no fue casualidad. Vladimir Putin consiguió una cartita bajo la manga para disuadir a Obama. Incluso, si Estados Unidos insiste en bombardear, el otro aliado de Siria es Irán, el que puede fácilmente atacar a Israel. Obama se metió en un lío”.

Generación perdida

¿Está bien que corte dos centímetros? Yo acepto y Silvia se esmera con los tijeras. En la televisión cantan unos charros del canal  mexicano Telemundo. Le comento que en Chile se conmemoraron 40 años de un cruel Golpe Militar. Ella suspira y comenta:

“¿Ves? A veces, los gobiernos, los militares y los políticos se creen dioses y pueden llegar a hacer cosas terribles en nombre del pueblo. ¿Sabes quienes son los que más sufren? Los niños. Ellos viven la experiencia de perder a sus padres, ven mutilados a sus parientes y amigos. Cuando un país cae en un conflicto, se pierde toda una generación. Esos niños ya no pueden crecer normales, sienten miedo, sienten odio. Sanar a un país es muy difícil. Yo me aterro por tanta gente inocente que ha muerto con esas bombas químicas. Bashar-al-Assad dijo en Turquía que toda la culpa la tienen los rebeldes. Yo no lo creo, pero supongamos que está en lo cierto. ¿Debe la comunidad internacional esperar a descubrir la verdad antes de ayudar a los afligidos? La comida, las medicinas se necesitan ahora, porque la gente que más sufre no son los rebeldes ni los del gobierno, son personas normales, que viven el día a día.

Poco antes de terminar, Silvia me pasa un espejo para que evalúe su trabajo. Como siempre, ella me ha interpretado, tanto en lo físico como en el espíritu. No en vano los  peluqueros y los psicólogos son maestros en el arte de la empatía. Ella agrega:

“Tal vez, sea imposible sacar a Bashar- al Assad. Quizás, esta guerra continúe por muchos años. Lo trágico de todo, es que las ayudas internacionales van a estar absolutamente condicionadas a las estrategias de poder, por los intereses. Evaluarán las ventajas y desventajas y una vez más, se perderá al ser humano. El concepto de la vida humana es volátil, se desvanece y queda subordinado al poder, a las cifras, a lo posible. ¡Cuánta falta hace analizar y comprender la frase que dijo alguna vez un presidente mexicano: El respeto ajeno es la paz. Una verdad que, por su simpleza siempre se olvida. Por eso, orar por la paz es tan importante”. (Se refiere a Benito Juárez. El 15 de julio de 1867, después del fusilamiento de Maximiliano I de Habsburgo, con el que cayó el segundo imperio mexicano, pronunció un discurso donde  se destacó la frase: “Entre los individuos, como entre las naciones, el derecho ajeno es la paz”).

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Días después….

Pocos días después de esta conversación, Rusia tomará el liderazgo de las negociaciones diplomáticas, proponiendo a las Naciones Unidas un plan para que el gobierno sirio haga un inventario y destruya sus arsenales químicos en un plazo fijo. El presidente Barack Obama estará de acuerdo, e iniciará conversaciones con el nuevo presidente de Irán, Hassan Rouhani. Paralelamente, el periodista sirio Fareed Zakaria señalará en el periódico Richmond Times-Dispatch, que  el odio y la cuentas pendientes étnicas y religiosas entre los Alawites y Sunnis no terminarán fácilmente y que se espera un largo y doloroso proceso de balance, muy difícil de detener. Finalmente, 11 facciones de los rebeldes sirios romperán con el movimiento opositor a Bashar-al Assad, se declararán cercanos a al-Qaida, seguidores de la ley Sharia y buscarán imponer un régimen islámico en Siria. Según el líder Rebelde Kamal Labwani, quien ahora pasará a ser un enemigo de estas facciones, el peligroso quiebre entre las fuerzas rebeldes fue causada por la indiferencia de las naciones occidentales frente al uso de armas químicas en contra de civiles. Pienso en Silvia y en sus certeras palabras…¡El ser humano, que volátil es y cómo se desvanece su esencia con cada noticia!

Periodista y Máster en Comunicación Política, Universidad de Chile

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