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Durante estos 40 años que he podido existir en medio de la vida de los demás, en medio de las circunstancias que se levantan todos los días para desafiarnos a ser las personas que el el mundo, que la sociedad, que los cercanos, que la familia, que el colegio, que la Universidad, que el trabajo quiere que seamos, he decidido simplemente renunciar.

Renuncio a dejar que la vida siga pasando en torno a saber si podré pagar, si podré tener, si podré dormir sin que me llamen para cobrarme, renuncio a buscar tener cosas que no necesito, renuncio a querer tener lo mismo que los demás, renuncio a querer tener eso con ese nombre encima, con ese dibujo adelante, renuncio a vivir afligido en el tener, porque lo que se tiene, luego debe cuidarse y el cuidar “cosas” no tiene sentido, pues es desgastar de mi vida horas porque no me la roben, que no se pierda, que no se dañe, que siga aquí a mi lado.

Renuncio a vivir en mi mismado, si así lo digo, aunque no exista la palabra, yo la invento si quiero, (porque hasta renuncio a usar sólo las palabras que existen), así que renuncio a vivir en mi, pensando sólo en mi, alejando la mirada de los que me rodean, renuncio a ignorar al que necesita, renuncio a ignorar las lágrimas del otro, la pena de esa persona que está ahí, ese que no saludo, pero sé ha sufrido, sufre, renuncio a la indiferencia que nos enseñan con un “No te inmiscuyas, no es tu asunto”, renuncio a que no me importes, quien quiera que seas.

Renuncio a vivir así trabajo y casa, casa y trabajo, renuncio a no hacer algo que no llene mi vida, porque dar no es una virtud si no que una forma de recibir, el dar es la mejor manera de llenarte de amor, de paz, de sonrisas y alegrías, el que da nunca queda vacío, pero renuncio al vacío de perderme en la televisión o en la pantalla de una computadora u ordenador. Renuncio a dejar que la rutina me quite la oportunidad de vivir experiencias nuevas, nuevos rostros, nuevos sueños.

Renuncio a temer de darlo todo por tu amor, renuncio al temor y te digo que aquí estoy dispuesto a lo que venga por ti, por nosotros, por nuestros hijos, renuncio a no atreverme a darlo todo por ti y sólo por ti, renuncio a ser el hombre que soy para intentar ser el mejor hombre, compañero, esposo, amigo y amante para ti.

Renuncio a dejar que sigan pasando cosas que no me gustan, renuncio a dejar que las personas perversas ganen, que los mentirosos surjan y los sinceros seas aplastados, renuncio a seguir aceptando las mentiras como verdad, esas mentiras que todos sabemos y nadie habla, de aquellos que gobiernan y roban, de aquellos que discriminan ocultamente, pero igual lo hacen, renuncio a aceptar que la mentira sea la verdad, renuncio a seguir aceptando que se nos mienta.

Renuncio al silencio, renuncio a no decir, renuncio a callar, sé que al renunciar acepto las consecuencias y muchos estarán de acuerdo conmigo, y otros muchos en desacuerdo, pero sólo con hacer la diferencia de que yo puedo acercarme a ambos, al que está de acuerdo y al que no lo está y puedo ofrecerles un abrazo sincero, ya con eso creo que hacemos algo importante, pues si de algo habla esta renuncia, es de renunciar al orgullo, a la soberbia, a la indiferencia, que nos han hecho hacer de este mundo lo que hoy lamentablemente es.

Renuncio al pesimismo, creyendo que mientras mas renunciemos, será un mejor lugar para los que vienen después de nosotros.

YO RENUNCIO!!! y tu?

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3 Comentarios sobre “Presento mi renuncia

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