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El estudio de las emociones ha tenido distintas rutas y evoluciones, partiendo de lo complicado y difuso del término emoción, hasta que los expertos siguen polemizando y no teniendo una respuesta única.

En relación a un estudio reciente de la Universidad de Glasgow, unos alcances:

El estudio, que se llama Dynamic Facial Expressions of Emotion Transmit an Evolving Hierarchy of Signals over Time, publicado en el Current of Biology en Enero de este año,  señala que estudiando los diferentes músculos de la cara se puede concluir que solo existirían 4 emociones, lo que no dice es que éstas son emociones básicas, es decir emociones que están ligadas a lo más ancestral y primario del ser humano.

Es importante señalar, que las emociones se pueden clasificar de muchas maneras; El Dr. Paul Ekman señala que existirían 6 tipos de emociones básicas y que universalmente pueden ser reconocidas, independientemente de la cultura, idioma o lugar de proveniencia de las personas, sin embargo, otros autores reconocen hasta 10 tipos de estas emociones. Todas estas aproximaciones solo hablan del reconocimiento de las emociones a través de los gestos y expresiones faciales, pero las emociones también se expresan a través de la cognición y la motricidad de las personas; es por ello que una clasificación de las emociones las puede dividir en básicas o primarias y secundarias o sofisticadas según como éstas alteran nuestro organismo, no solo la expresión.

Actualmente se sigue investigando, Joseph LeDoux, afirma a grosso modo, que el origen de la emoción está dado por una relación entre memoria, cognición y percepción y muchos otros autores e investigadores, entre ellos el Dr. Antonio Damasio, señalan que el sistema, las formas y las bases neurales de las emociones tiene que ver con que los humanos desarrollaron un “tri-cerebro” el cual distingue entre las formaciones tipo reptiles, compartidas con la mayoría de los vertebrados, las límbicas o paleo-mamíferas, de posterior aparición, y las neo-corticales, que constituirían la parte más evolucionada de nuestro cerebro y que solo aparecerían en los mamíferos superiores. El rol de estas 3 partes del cerebro tiene efecto sobre el control de la conducta y la experiencia emocional, los autores e investigadores actuales señalan la importancia de este sistema funcional humano como sustrato neurológico de nuestras emociones.

Por último otros investigadores hablan que la experiencia emocional no resulta de la actividad de la corteza cerebral, sino de la retro-alimentación propioceptiva de la expresión facial de la emoción, es decir, hay una la secuencia que origina la emoción a través de un feedback de sensaciones que activan respuestas provocando la expresión y que esta función de las emociones tienen un carácter de motivación, de promover acciones en la misma línea que se siente.

Todos los estudios de las emociones y su expresividad, se basan en modelos de codificación de las expresiones, tratando de reunir elementos característicos humanos que sean universalmente repetidos, aunque es posible que exista una relación entre experiencia emocional y conducta facial, este relación no es tan explícita y no es tan simple como se afirma desde la perspectiva de las emociones básicas si consideramos además que se dan muchas conductas faciales algunas fingidas otras intencionales y que la circunstancia y el receptor influyen enormemente en la forma de expresividad de quien las emite y que la forma de interpretar rápidamente la expresión facial se condice con una compleja interpretación cognitiva, donde  la educación, elementos culturales, normas sociales, etc. influyen tanto en la expresión facial como en su interpretación originando algunas disociaciones parciales en las conductas faciales que se relacionan con diversas emociones.

Es por esto que cuando hablamos de emociones, debemos tener en cuenta que es complejo hablar de ellas solo desde la perspectiva de la expresión facial, ya que esta no necesariamente refleja la “verdad emocional”, nos podemos engañar y simular expresiones por tanto emociones, recordando que hay múltiples factores y condicionantes que modulan estas expresiones. Como dice el dicho:”no confundir el galope del caballo con el latir de nuestro corazón”

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2 Comentarios sobre “Emociones y expresiones faciales

  1. Susane Bloch afirma que el Albaemoting es un método para inducir y controlar nuestras emociones. Las emociones son reacciones orgánicas ante situaciones reales y estímulos concretos en las que se produce la activación del sistema endocrino, visceral y muscular. Las emociones son mecanismos automáticos que se disparan de forma involuntaria, aunque nuestro sistema cognitivo influye en el grado de intensidad de las emociones. Pero el entrenamiento con el Albaemoting solo afecta al sistema muscular, no afecta a las glándulas que segregan determinadas hormonas (sistema endocrino) ni tampoco a la frecuencia cardiaca, la sudoración, la insalivación o la temperatura (sistema visceral). Al menos en las primeras fases del Albaemoting el proceso es consciente y voluntario, y con la habituación se va automatizando, pero aún así no es igual que la producción de una emoción real, sino una simulación. Me parece raro que, en el libro escrito con Maturana, este no le plantee estas cuestiones elementales a Bloch. En 1989 – 1990, recibí entrenamiento en el Albaemoting a diario durante casi un año en el Teaterklanen, la compañía de Copenhague que según la propia Bloch lo aplicaba en sus montajes teatrales. Allí observé que los actores actuaban con una irrefrenable tendencia al sentimentalismo sin que hubiera suficiente justificación desde las circunstancias de los personajes ni de la puesta en escena. Esto lograba cierto impacto en el público, pero este percibía más a los actores que a los personajes de forma que estos y la obra pasaban a un plano secundario. Otro riesgo del Albaemoting como método de creación actoral reside en que se aplica a partir de “suponer” qué emoción concreta vive el personaje de la obra, pero esto es sumamente complicado porque muy frecuentemente, los personajes ocultan lo que sienten. A veces esta emoción viene indicada en una acotación del texto, pero mayormente no es así. El trabajo fundamental del actor está en las acciones físicas y verbales con las que responden ante las vicisitudes de los personajes. El actor se debe concentrar en sus acciones y no en sus emociones. La contención emocional es más sugerente que la expresión abierta y clara. Esto lo entendió Stanislavski en sus últimos años de vida. Soy consciente de que el Albaemoting, en teoría, es un complemento a esto último, pero frecuentemente es empleado como un atajo que se salta ese paciente y fundamental trabajo de segmentación de las acciones. Finalmente, el Albaemoting conduce al que el actor exprese emociones en escena de una forma más “limpia” que resulta “impuesta” al personaje más que hallada a partir de un análisis activo del mismo. Gracias por la atención.

  2. Muy interesante su articulo
    Gracias

    Quiiza no importa CUANTAS son si 5, si 6 o si 10.

    Toda clasificacion es algo arbitria pero debe expresar claramente sus criterios.

    Al parecer Paul Ekmnan en USA ha condifciado todos los musculos de la cara y lleva decadas investigando esto, en un libro que ha publicado con prologo del Dalai Lama-

    Susana Bloch en Chile ha investigado con su ALBA EMOTING, patrones respiratorios y otros patrones corporales trabajando con actores y persoonas. Ella dice que son 6.

    Y Darwin señalaba que las emociones son propias de todos los animales, Hay mucgho escrito y escekebnte autiores y grandes investiagdores.

    Recientemente con scannners e instrumentos sofisticados hemos podido descompober sus partes. Es lo que la ciencia hace.

    Es interesante pero quiza no tan impiortante.
    Gracias Enrique.

    Saludos
    Gustavo Jimenez Lagos

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