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Dentro de la reflexión sobre la comunicación es de suma relevancia pensar el estado actual de la comunicación interpersonal, cara a cara. Al fin y al cabo es ahí donde se juegan nuestras experiencias más íntimas y significativas. Todos sabemos que una relación virtual, con todos sus matices y riquezas, no alcanza la plenitud de una relación cara a cara y que tras un tiempo el deseo de verse frente a frente se hace irresistible por mucho miedo que pueda conllevar.

Lo importante es preguntarse cómo nos sentimos hoy por hoy frente a ese contacto directo. Y es que los cambios que han sufrido las relaciones interpersonales en el último tiempo son innumerables y han sido extensamente documentados por las ciencias sociales. Entre los factores que han gatillado estos cambios se encuentra la tecnología que nos está haciendo vivir una época única en la historia humana pues es la primera vez que no nos relacionamos principalmente a través del cara a cara. Ello inevitablemente afecta la capacidad con la que nos desenvolvemos tanto en la realidad virtual como en la “realidad real”; y afecta lo que decimos, cómo lo decimos, ante quienes lo decimos, etc. También la ciudad conlleva transformaciones de hondo calado promoviendo ciertos tipos de interacción y relegando otros. Una ciudad de tránsito, saturada de calles y autopistas, genera las condiciones para un tipo de interacción diferente que las que produce una ciudad que invita a estar en el espacio público. La urbe, además, nos hace más anónimos, lo que en ocasiones exacerba un anhelo por ser visible y reconocido que puede transformar la comunicación en un medio de exhibición antes que un intercambio honesto de palabras. También nuestro ritmo de vida y trabajo muchas veces se transforma en un viaje frenético que hace que el contacto cara a cara libre y espontáneo sea una ocasión incómoda y sinsentido que es mejor evitar.

Es esencial pensar este tipo de interacción porque al fin y al cabo ahí se juega la organización social y la capacidad del ser humano para hacerse dueño de su destino tanto colectiva como individualmente. Frente al llamado que nos invita a empoderarnos es indispensable reconocer que el empoderamiento, cuando se trata de las cosas fundamentales de la existencia, nunca puede ser un trabajo solitario y que la lucha por lo que se anhela tiene que ser siempre una lucha colectiva.  Los manuales de autoayuda, tan prolíficos actualmente, en lugar de volcarnos hacia los demás nos llevan hacia nuestro interior, cuestión que nunca deja de ser valiosa, pero que queda trunca si no sabemos cómo expresar lo que nos inquieta e interesa. Pero no sólo la organización social se juega en la comunicación interpersonal; la vida misma encuentra en ella momentos de plena satisfacción, como una conversación de sobremesa, una discusión respetuosa, una conversación íntima y profunda, una reflexión filosófica o simplemente una conversación distendida y alegre; todas esas son oportunidades en que damos profundidad a nuestras relaciones al ir más allá del contacto protocolar y rígido al que muchas veces nos vemos limitado.

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Alguien comentó sobre “La comunicación cara a cara en un mundo frío

  1. Puede resultar ilustrativo pensar esto teniendo en mente las vacaciones, tanto por el cambio de ritmo que ellas posibilitan como por el cambio en las condiciones para la comunicación. Y esto puede ser útil pensarlo por ejemplo en un camping donde tiene la posibilidad de relacionarnos con otras personas por el pequeño espacio de la carpa que nos obliga a salir y realizar fuera actividades como cocinar, comer y pasar el tiempo a un ritmo distinto ya que habitualmente ni siquiera se cuenta con electricidad, pero es interesante notar cómo es que a pesar de que estan las condiciones para cambiar nuestro patron de interacción no somos capaces de imbuirnos de cese de las condiciones de ciudad para iniciar una comunicación más estrecha con otros. Llegando incluso a decir que las vacaciones se vuelven asi una replica del ritmo y sistema de vida cotidiano, quiza incluso llevándolo a un extremo al sumirse en la logica de recorrer lo mas lugares posiblse tratando de ser muy eficientes con el tiempo.

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