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La capacidad comunicativa que tenemos los seres humanos ha requerido miles de años de evolución y nos ha llevado por el camino de la creación, creación de letras, palabras, para designar lo concreto y lo abstracto del mundo que nos rodea y el mundo interior de cada uno. Hoy nos “invaden” los sentidos, nos “comunican” miles de mensajes que registramos y archivamos en el inconsciente, para recuperarlos cuando nuestra mente-cuerpo los necesite y recurra a esa información. Información cargada por lo demás con todos los códigos culturales correspondiente a cada país, lo que nos lleva a pensar que la información es manipulable según las necesidades de quién informe.

A través de las palabras es que viajan historias de tiempos lejanos, el cuento de boca en boca nos trae al presente anécdotas, momentos; la comunicación es nuestra herramienta más poderosa de expresión, entiendo comunicación en todos los sentidos, con palabras, sin palabras, con miradas, con gestos…todo comunica, todo afecta. Lo cual nos hace seres capaces de afectar y ser afectados en el acto de comunicar, porque las parejas se distancian cuando no hay comunicación, porque padres e hijos son perfectos desconocidos si no saben comunicarse, porque los políticos tienen asesores para decir lo que deben cuando y cómo deben, y han adquirido habilidades especiales para hablar y hablar y hablar sin decir nada, sin escuchar nada, sin responder nada.

Ese es un pequeño detalle, el acto de comunicar está compuesto por un emisor y un receptor, no hay comunicación si no hay alguien con quien comunicarnos; en un tiempo donde parecemos invadidos de tantos que quieren comunicar, donde la tecnología nos permite acceder a infinita información, inmediata, globalizada, entre facebook, whatsapp, instagram etc. donde todos publican…todo…la comunicación frenética y vacía, instantánea y abstracta. Esta comunicación sin mirar a los ojos, que nos ha llevado a dedicarle más tiempo y cuidado al celular donde las emociones se expresan con caritas, seguidores, likes…es tanta la necesidad de ser escuchados y tan fácil decir cualquier cosa, sin mirar a los ojos, comunicar sin intención sólo por desesperación de raiting, ventas, poder,  me motiva a pensar en la necesidad de escuchar, ser más selectivo con lo que se dice,  para ampliar el espacio de escucha, de contención, en un mundo donde las necesidades son infinitas, y las ansiedades aún más. ¿Qué comunico? ¿Cuándo escucho?

En honor a la comunicación valorizo los espacios de no comunicación, los agradezco porque mis sentidos descansan de tanto procesar y clasificar todo, porque se abre la posibilidad de escuchar a otro, a la naturaleza, al silencio. Valoro infinitamente rescatar del caos en que nos toca existir, la posibilidad de guardar silencio, sin la necesidad de comunicar nada, con la sola intención de escuchar, de contener, de interesarse más en lo que otros necesiten expresar.

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Alguien comentó sobre “Comunicación sin intención.

  1. Me encantó tu reflexion, imagínate la tremenda contradicción, nos jactamos de vivir en un mundo globalizado, en donde al instante se sabe lo que pasa, lo que dijo, cualquiera en cualquiera de los continentes… pero realmente lo escuchamos, realmente nos importó, realmente lo sentimos…??, la comunicación es tal como tú lo dices, mirándose a los ojos , mirando con los ojos del alma y ahí sí se produjo la comunicación, entendiste y te entienderon, el resto blablabla, raiting, comercio etc.etc buena Clau, me encantó

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