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Resonancias

Desde nuestros inicios, en la Fundación de la Comunicología nos hemos interesado por la Escuela de Santiago: ese movimiento de pensamiento, conocimiento y aprendizaje  con una fuerte influencia de la fisiología, las ciencias biológicas, las ciencias que hoy llamamos cognitivas, que floreció acá en Santiago, en la década de los sesenta. Desde ahí resuenan  nombres como el de Humberto Maturana, Susana Bloch, Rolando Toro o Claudio Naranjo que han tendido puentes entre la investigación en el laboratorio científico y el conocimiento de lo humano, que unen las emociones desde la biología, el lenguaje y la mente, que funden la ciencia con la filosofía y las prácticas espirituales.

Esa reintegración remece el mundo de las disciplinas preocupadas por los seres humanos, por el lenguaje, la convivencia, la cultura y la política.

Probablemente quien mejor encarna esa ruptura de los dualismos clásicos es Francisco Varela. Cuando Gustavo Jiménez nos contó su idea para dar a conocer la obra de Francisco, poniéndola al alcance de un público amplio que generara nuevas conversaciones, no dudamos en apoyar y hacernos parte.

Francisco

Francisco Varela encarnó espléndidamente el espíritu de la Escuela de Santiago y lo proyectó a una dimensión universal. Quizás uno de los hechos que mejor ilustra ese espíritu son los diálogos que construyó junto al Dalai Lama, para generar conversaciones entre las tradiciones de conocimiento y sabiduría de Oriente y Occidente, entre las filosofías orientales especialmente el budismo y la ciencia occidental. Desde el año 87´, junto a científicos de renombre mundial conversaron sobre budismo y ciencias cognitivas; budismo y  neurociencia; emociones y salud; dormir, soñar y morir. Esa iniciativa ha seguido creciendo y proyectándose a través del Mind & Life Institute.

Pero el desafío de Francisco no terminaba con acercar dos mundos a conversar. Quizás una de sus grandes enseñanzas es haber sido él mismo esa integración, como reconocido científico y riguroso meditante. No podía ser de otra manera, si desde una mirada crítica el calificaba la tradición dominante occidental como “abstracta”(1). Qué mejor manera de superarla  que encarnando y humanizando en él mismo un nuevo paradigma.

Las preguntas y caminos que abrió Francisco Varela son portales para nuevos espacios del pensamiento, la práctica, el aprendizaje o la comunicación, de una magnitud que desde hoy, todavía es difícil aquilatar.

Los primeros encuentros
Los primeros encuentros

Encarnar un nuevo paradigma

Las nuevas ideas del pensamiento científico toman mucho tiempo en hacerse sentido común. Las personas se resisten a las nuevas ideas, sobre todo cuando aquellas son tan poderosas que obligan a cuestionarse integralmente la manera en que concebimos y habitamos nuestro mundo. Pero incluso una vez que se han “comprendido” y pasan a ser discurso, es posible que la emergencia de las nuevas prácticas asociadas a esas nuevas creencias demoren un tiempo más largo.

Un cambio en nuestra comprensión de la comunicación, de lo humano, de la convivencia es urgente. El mundo ha llegado a niveles de “abstracción aplicada” insospechados. Las personas desaparecen diluidas en las funciones. En los procesos educativos y laborales, y hasta en la salud, los seres humanos, son números o indicadores  que deben adecuarse a  procesos diseñados por expertos. Las personas se ordenan en función de la eficiencia de la empresa, el banco, el ministerio la escuela o el hospital. Esto solo es posible en un paradigma donde domina “lo abstracto” por sobre “lo concreto”, lo humano. La noción de abstracción y la posibilidad de recuperar la humanidad a través de la integración, de situarse desde lo vivido y lo situacional es un gran y fértil campo de trabajo que nos abre Francisco Varela.

¿Cómo podríamos pensar y resolver los problemas de la economía, de la contaminación, de la salud, de la educación si no es poniendo de verdad las personas en el centro, con sus experiencias, con su capacidad de ser protagonistas de la construcción del mundo junto a los otros? Varela nos invita a repensar la ciencia y sobre todo las disciplinas humanas, no solo en el ámbito académico sino también en el de las aplicaciones más cotidianas.

Francisco Varela Agosto 2000. Fotografias de Cristian Valdés
Francisco Varela Agosto 2000. Fotografias de Cristián Valdés

Para la comunicología

Para la comunicología, la obra de Francisco Varela es una fuente permanente de ideas frescas que iluminan la reflexión y práctica de nuestro ámbito de acción. Conceptos como la emergencia y la enacción (1) abren puertas enormes para la comprensión de la identidad, una de las preocupaciones fundamentales de la comunicación y de los desafíos para la convivencia humana a nivel planetario.

Cuando dice que “la operación del cerebro se interesa centralmente en la enactuación de mundos a través de la historia de linajes viables, construyendo mundos en vez de reflejarlos” (2) o cuando define la comunicación “como la modelación mutua de un mundo común a través de una acción conjunta: el acto social del lenguaje que da existencia a nuestro mundo” (1), nos desafía a situarnos en un paradigma distinto del dominante en las escuelas de periodismo y comunicación.

Con su análisis y práctica de la meditación como método para guiar la mente hacia la observación de la experiencia encarnada cotidiana, valida y potencia nuevos métodos para el trabajo de las disciplinas del ser humano que buscan el conocimiento y la sabiduría. (2)

Cada uno de esos ámbitos da para entusiasmar a escuelas completas y todos sus investigadores en la búsqueda de nuevas posibilidades para la comunicación, las disciplinas humanistas y los desafíos presentes.

Recuerdo que en el 2004, en París, en un seminario de doctorandos en comunicación organizacional que venían de toda Francia, el nombre más citado por los investigadores fue el de Francisco Varela. Qué extraordinariamente renovador será cuando algo similar suceda en Chile y en América Latina.

(1) Francisco Varela, Conocer Las ciencia cognitivas: tendencias y perspectivas. Cartografía de las ideas actuales, Gedisa, 1990.

(2) Francisco Varela, Ética y acción, Conferencias italianas en la Universidad de Bolonia en 1991, Dolmen Ediciones, 1996.

viñeta-Francisco-Varela

 * Texto leído en la presentación de “Francisco Varela, la presencia de tu ausencia” en la Fundación Cultural de Providencia el 28 de mayo de 2014.

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4 Comentarios sobre “Francisco Varela, inspiración para una nueva comunicación

  1. No pude asistir al lanzamiento, pero he disfrutado leyendo el texto compartido.
    No me cabe duda el portal será un aporte a la difusión del trabajo de Varela y especialmente a la reflexión que nos provocan sus textos.
    Gracias por este nuevo aporte al estudio de la comunicación, desde perspectivas y miradas diferentes.
    Silvia

  2. Gracias Mauricio:

    Linda reflexióon, buena síntesis.

    Re encarnar toda la experiencia humana con lucidez en primera persona (meditar) y en tercera persona (medir en el laboratorio) es genial.

    Gustavo J L

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