Hace un tiempo, un amigo psicólogo me contaba que en algunos países, como un elemento para medir la calidad de la salud, se tomaba en cuenta la cantidad de médicos per cápita que había. Que hubiese más médicos era un buen indicador de los estándares de salud de aquel país. Sin embargo, me decía este psicólogo, nadie considera cuántos basureros hay en ese país, y si no hubiese personas que recogieran la basura todos los días, la salud de la población se vería seriamente afectada. En otras palabras, es más relevante que haya personas para curar enfermedades que personas encargadas de prevenirlas.
En Chile, quien recoge la basura gana alrededor de 200.000 pesos mensuales (trabajando 12 horas diarias), mientras que un médico puede ganar fácilmente sobre los 3 millones. Claro, alguien dirá (y con razón) que un médico estudia 10 años en la universidad, y que además invierte en esos años una fuerte suma de dinero para pagar sus estudios. Lo que nadie dice en cambio, es que un recolector de basura está constantemente expuesto a las más diversas enfermedades y que probablemente su calidad y esperanza de vida no es de las mejores. Eso por supuesto, en un país como Chile no tiene ningún valor. Tampoco se trata de oferta y demanda, porque no es que los basureros sean tantos que el mercado baje los sueldos. Probablemente son muy pocas las personas las que tienen la valentía de hacer un trabajo tan complejo como ese.
Supongamos que aceptamos el argumento de que la instrucción universitaria tiene un valor que debe ser retribuido por la sociedad, y que por eso un médico gana un buen sueldo. Bajo esa lógica, un profesor también debería ganar un buen sueldo. Si tomamos en cuenta solo los años de estudio, y pensamos que un profesor se forma en 5 años y un médico en 10, entonces, proporcionalmente un médico debería ganar el doble que un profesor, y en Chile no es así. En nuestro país, los docentes mejor pagados ganan un poco más de un millón de pesos, y eso es en colegios privados y después de algunos años de servicio. El profesor mejor pagado gana menos que un médico promedio.
¿Cuál es la razón entonces por la cual un médico gana varias veces más que un profesor? Alguien dirá: es que el médico salva vidas. Pues bien, un profesor forma vidas, lo cual yo creo que es tan importante como salvarlas.
Por favor no entienda con esto que estoy en contra de los médicos, o que pongo en tela de juicio lo que ganan. Mi pregunta en esta primera instancia, es por qué los profesores y los recolectores de basura ganan tan poco.
Vemos otro ejemplo, de un medio que conozco bien que es la televisión. Un conductor de noticias de un canal importante puede ganar fácilmente 10 millones al mes. Es cierto, hay algunos que hacen reportajes y tienen una gran trayectoria para llegar a sentarse en ese puesto. Eso nadie lo discute. ¿Pero por qué gana un sueldo como ese el conductor o conductora de un noticiero? Entre otras cosas porque se piensa que el lector de noticias atrae rating y el noticiero es uno de los programas relevantes de un canal. Representa (en teoría), la línea editorial de la estación. Pero veamos qué pasa con los actores de una telenovela del mismo canal. Él o la protagonista de una exitosa teleserie en Chile puede ganar unos 5 o 6 millones mensuales, es decir, la mitad de lo que gana el conductor de noticias. El actor probablemente trabaja varias más horas al día (en el canal) que el periodista que lee las noticias, y casi con seguridad la telenovela atrae más rating y auspicios que el noticiero. Además hay que sumar otros factores. Es casi seguro que si se cambia el lector de las noticias, el televidente no se cambie de canal, pues la mayoría no escoge un noticiero por su conductor sino por otros factores. Sin embargo mucha gente ve una telenovela en parte por los actores que la protagonizan, es decir, en este género es más relevante quienes están en pantalla. Además, un sueldo como ese solo lo ganan los actores protagónicos, pero la mayoría de los actores que actúan en teleseries no ganan más de un millón y tienen contratos a plazo fijo o por proyecto. Si volvemos al argumento de la formación profesional, veremos que un actor estudia más o menos la misma cantidad de años que un periodista.
Todo esto por supuesto, considerando a quienes han tenido la fortuna de llegar a la televisión. Lo cierto es que la gran mayoría de los periodistas y actores y actrices chilenas ganan sueldos apenas superiores al mínimo, y eso es si tienen el privilegio de trabajar en aquello que estudiaron.
En esta instancia usted estará pesando en el argumento de la productividad económica, es decir, que ganan más quienes producen más riqueza. Eso es algo que ocurre por ejemplo con los mineros del cobre en Chile, que perciben altos sueldos porque su trabajo produce una gran cantidad de dinero. Sin embargo bajo esa lógica, un astrónomo cuyo trabajo es observar las estrellas y escribir textos científicos debería ganar el sueldo mínimo, ya que su labor no crea bienes tangibles. De hecho ni siquiera presta un servicio directamente a las personas. Lo mismo ocurriría con los soldados, que ganan buenos sueldos, en parte por su formación y en parte porque se supone que ponen en riesgo sus vidas en caso de una guerra. Sin embargo sabemos que la mayoría de los soldados y marinos pasan gran parte de su vida en tiempos de paz, y tampoco producen un bien o un servicio que se pueda medir en términos económicos. ¿Cómo se calcula entonces el valor de un astrónomo o un soldado, o el de una bailarina, o el de un sacerdote?
Alguien me dirá que el sueldo es consecuente con la responsabilidad del cargo que ejerce una persona. Si esa es la respuesta, la presidenta de la República debería ser la persona que más dinero ganara en Chile pues sus decisiones nos afectan a todos, pero no es así. De hecho varios cargos nombrados por ella, como los directores de empresas públicas ganan mucho más que ella.
En el mundo privado, los sueldos de los gerentes de las grandes empresas en Chile son muy elevados, pero la mayoría de quienes llegan a esos puestos lo hacen porque son amigos o familiares de quienes son dueños de las mismas empresas.
A estas alturas quizás usted encuentre muy odioso el ejercicio que hago de darle un valor económico a las personas. El punto de fondo que quiero exponer no es ese. En realidad tiene que ver con que ese valor económico que se le da a las personas, en Chile especialmente, va asociado al valor social de las personas.
Pongamos un ejemplo más. Supongamos que usted tiene unos 60 años y es padre o madre de una joven, que llega a casa a presentarle su novio. Le aseguro que su reacción será muy diferente si el joven al presentarse le dice que es médico, a que si le informa que es profesor de lenguaje. Bueno, salvo que piense como yo y crea que ser docente es una de las profesiones más lindas y nobles que existen. Pero la verdad es que la mayoría de los padres preferirían que su hija esté de novia con un médico que con un profesor. Esa situación sería más compleja si el novio le dice que es actor o músico. Lo más probable es que el padre termine preguntando ¿pero de qué vives? Si fuera el caso de que el novio fuera un recolector de basura, la situación se hace aún más compleja… ¿o me equivoco?
Todo esto finalmente tiene que ver con la valoración social que tenemos de las personas. Se nos ha dicho desde niños que debemos valorar a las personas por lo que son y no por lo que tienen. En la práctica, muchos valoran a los demás por lo que tienen, pero aún apreciarlas por lo que son es un concepto errado. De hecho es la lógica que muchos tienen en Chile, donde se valora más a alguien que es médico por sobre alguien que es músico. O sea, valoramos a la gente efectivamente por lo que son, y no simplemente porque son. Y no es lo mismo.
Si aspiramos a ser un país desarrollado y justo, debemos valorar a todos los seres humanos simplemente porque existen, y comprender que todos cumplimos un rol en el mundo y que todos los trabajos son importantes y necesarios.
Para que una escuela sea buena, no solo es necesario que los profesores sean buenos. Los alimentos que preparan en el casino deben estar bien hechos, el aseo debe ser el apropiado, el paradocente debe saber llevar la disciplina. Todas las personas que trabajan en un colegio son importantes, desde quien dirige hasta el auxiliar que limpia el baño. Uno no puede cumplir bien su labor si el otro no hace lo mismo. Y eso es válido para cualquier organización humana.
Comprender esto es un paso previo para entender por qué Chile es un país tan desigual y que es imprescindible un cambio de mentalidad para que deje de serlo. Solo de esta forma una mujer que hace el mismo trabajo que un hombre ganará lo mismo, y no se le pagará menos por el simple hecho de ser mujer.
Finalmente, para que Chile sea un país desarrollado no basta con que todos ganen un mejor sueldo. Es necesario primero acabar con los prejuicios, mirarnos a los ojos y vernos como iguales, como seres humanos. O si usted es cristiano como yo, que crea en lo profundo de su corazón, que todos somos hermanos y que ninguno es más importante que el otro. Ahora, lo invito a continuar esta conversación.
El trasfondo de esto creo que no es la profesión u oficio que tiene una persona y que lo hace persona, debo mirar a todos como seres humanos que tenemos la oportunidad de encontrarnos en esta vida y crecer conjuntamente en amabilidad y respeto. Nuestra sociedad requiere seres humanos más bondadosos no seres más inteligentes! La inteligencia practicada sin bondad no tiene ningún sentido, se va directo a la destrucción. Es tremendamente importante la diversidad visualizada con respeto y dignidad!. Dejemos de lado la arrogancia y soberbia, no somos más macanudos porque somos de una profesión de mayor status, y que nosotros mismos hemos creado en esta sociedad. Lo importante como dicen es mirarnos a los ojos pero lo más importante es mirar nuestra alma que no se ve, pero que cada uno sabe que está allí. Lo bueno que quiero para mí también lo quiero para tí porque no soy superior a nadie, sólo soy entre todos. Como no darse cuenta, que lo que perjudica a otros también me está perjudicando a mí. El valor espiritual de la persona es lo que nos hace ser; el valor social es lo que mañosamente el ser humano se pone para sentirse superior a otro; debemos construir en conjunto y todos podremos avanzar hacia una sociedad más bondadosa aprovechando nuestra inteligencia.
Y por cierto que mi sueldo liquido (y de moda: contrato a honorarios) es de 680.000 pero compañeros en algunos otros servicios públicos ganan 480.000.
Paso el aviso de que no hay que estudiar psicología, periodismo ni ing comercial.
Abrazos fraternos
Hola. Te agradezco mucho tu reflexión. Es algo que pienso y entiendo desde hace añod. Pero tú lo planteas mucho mejor.
Es más. Me encuentro buscando pareja y una de las preguntas iniciales que hago, no es como las de la mayoría “Qué te gusta hacer? o A qué te dedicas?”, sino justamente: “Qué opinas acerca de que todos ganáramos lo mismo ej: 2 millones. Basureros, médic@s, asesoras de hogar, psicólog@s, etc?”. En verdad todo el mundo se complica con la respuesta, argumentando, entre otras cosas, lo que tú pusiste en tu texto y que piensan las personas.
Opino lo mismo que tú y me gustaría que la gente lo entendiera. Es tan difícil acaso?!!!
De coincidencia, yo también soy psicóloga y me siento en deuda cada vez que pasa el basurero, la que limpia los baños, etc.
Ya no me siento tan sola al saber que tu también piensas como yo.
Gracias
Hola siento que al parecer algunos se quedaron en las ramas y no llegaron a la raíz, no es cuanto ganas, no es el prejuicio es que hacemos por cambiar esta sociedad, que finalmente es nuestra, somos actores sociales, más que discurso, entiendo que buscas una valoración respecto desde nuestros valores no desde eso que cobras a fin de mes, una lástima que no lo hayan entendido algunos que se quedan en el debate justificando lo injustificable la dignidad social no pasa señor doctor porque ud. gane menos pasa porque nosotros miremos las cosas con su verdadero color, que pasaría si los médicos debieran trabajar 15 años para el Estado por vocación antes de migrar al sistema privado?, mejoraría el sistema de salud público por último tendríamos un doctor que visitar en Chiloé, pasa por ser una sociedad más justa, digna y realmente solidaria con sentido de país… Con respeto por ese otro que no es médico.
Estimado:
Me explayare más sobre tu articulo acá.
Cuando te mencione en una red social que hacías interpretaciones prejuiciosas, lo digo explícitamente al mencionar que “Le aseguro que su reacción será muy diferente si el joven al presentarse le dice que es médico, a que si le informa que es profesor de lenguaje”. Eso es un prejuicio y se hace una generalización de algo que tú supones, lo cual se respeta absolutamente, pero no se comparte.
Respecto a los sueldos, si bien socialmente se podría interpretar que “son mejor miradas” las personas que tienen una profesión por sobre otra, al final del día todos somos seres humanos, algunos con más o menos oportunidades. El sistema económico en el que estamos inmersos fija los sueldos de acuerdo a una serie de factores, y si un médico gana más que un profesor (ojo: El sueldo de un médico dedicado 100% al servicio público como es mi caso se aleja mucho del que das como referencia, incluso al del “profesor que trabaja en el área privada después de años de servicio”) es única y exclusivamente porque eso es lo que pagan. Yo con la mitad de mi sueldo o inclusive menos no tendría dificultades para vivir bien. La inversión hecha en mi persona fue mucha: Egrese de una universidad privada y perfectamente podría querer el “reembolso” de lo invertido, pero hay una vocación de por medio con la cual no se transa.
El problema pasa, según mi humilde perspectiva, en que está asociado el dinero al bienestar, y ante eso se suele gastar más de lo que se tiene, y ahí obviamente se quiere ganar más dinero, dándole a este una importancia que no tiene, pero que adquiere por el mal manejo de este… en otras palabras se cae en la trampa del sistema económico actual. Ahí vienen los reparos de mucha gente que dice “el chancho está mal pelado” por ejemplo, pero en realidad no se adaptan a su propia realidad apareciendo la famosa “inequidad”, pero en realidad es no adaptarse a su realidad en un sistema bastante despiadado en lo económico. Lo anterior no influye que una persona sea más importante o tenga más valor que otra. Son ámbitos que corren por carriles completamente diferentes.
Respecto al ejemplo que pones de la persona que trabaja recogiendo la basura, quien está expuesto a enfermedades, tengo a bien a decir que un recolector de basura no toma su trabajo como una profesión u oficio a largo plazo. Un médico, un minero, un ingeniero químico hará eso lo más probable toda su vida, y es toda su vida cuando estará expuesto tanto a enfermedades contagiosas o intrahospitalarias u objetos cortopunzantes (medico), a polvo fino en suspensión de forma crónica (minero) o a sustancias químicas resultado de alguna producción en cadena (Ingeniero Químico). Estamos claros que en la basura puede estar lo peor, pero no se dedicara a eso toda su vida. Eso es un hecho. El promedio de estadía de un recolector de basura en su trabajo no supera los 7 meses.
Respecto a la responsabilidad, efectivamente la presidenta gana muchísimo menos que un ejecutivo de alguna empresa estatal que ella misma nombra (ejemplo: CODELCO). Sin embargo, un error que cometa esa persona puede traer consigo una debacle y chile se puede ir prácticamente a la punta del cerro ya que el principal Income del PIB proviene del cobre, y junto con Chile nos vamos a la punta del cerro todos. La responsabilidad es grande, y sus decisiones tienen más efectos que las decisiones del (la) propio(a) presidente(a) quien está regulado por una oposición, sea esta buena o mala.
Ahora bien, los errores de los médicos se tapan con tierra dice el dicho. Ahí también hay una responsabilidad objetiva y clara. Que un profesor “forme vidas y que sea tan importante como salvarlas” es una interpretación y juicio personal tuyo, pero al momento de los “kiubos” te darás cuenta que quienes tienen más demandas o aparecen más en la prensa por “negligencias” (ojo con el concepto de negligencia) son los médicos. No he visto a la fecha una “negligencia educacional” por parte de un profesor. Nos guste o no, un médico tiene una responsabilidad mucho mayor a la de un profesor, porque trata con vidas: a un médico se le puede morir gente, se le muere gente o incluso le puede llegar gente muerta y se le culpa por matarla como ocurre en muchos servicios de urgencia, y ahi vienen las demandas por negligencias, omisiones, mala praxis etc… O la “mala pata” que viste a un paciente en la mañana quien no consultaba hace 20 años por su salud, ya que tiene todo el derecho a sentirse sano lo que no implica que este enfermo, y que en la tarde esa persona fallezca de un infarto, que pudo ser el o cualquier persona. El difunto como vio a un medico en la mañana= La culpa es del medico y en 1-2 por 3 aparece la demanda. Eso es un hecho y en el sistema actual lamentablemente “tiene un precio”, no guste o no.
La sociedad regula a la sociedad, y esta misma corrompe a sus integrantes. La desigualdad no viene por ganar más o menos, viene de caer en el juego del sistema en el que estamos, y no pasa por un asunto de dinero ni de valoración social. Si es por esto último, si se habla de un médico, inmediatamente se imagina a un tipo con ropa de marca de pies a cabeza, que le combinan hasta los lentes con los calcetines, agrandado y mirador en menos. Si me vieras en la calle lo último que pensarías es que soy médico, gane lo que gano o 10 veces más. Y probablemente puede que sea mucho peor persona que cualquiera que haya comentado en este artículo. Que tenga la profesión que tengo o que gane lo que gano no cambia en lo absoluto eso.
Eso.
Un abrazo
Marcos Loyola R.
Hola Marcos. Voy a responder algunos de tus puntos (no todos porque sería muy extenso).
Respecto al prejuicio que hay de los profesores en desmedro de otros profesionales, te aseguro que eso está muy arraigado en la sociedad. De hecho yo no tengo ese prejuicio, pero lo he visto muchas veces. Es tan así que incluso el spot de TV de Elige educar trataba sobre eso, de un joven que tenía buen puntaje PSU y cuando dice que quiere estudiar pedagogía todos lo miran mal. Eso sucede muy a menudo en Chile.
Después dices que con la mitad de tu sueldo te alcanza para vivir bien. Eso ya me indica que no ganas poco, o al menos más que el chileno promedio. Deduzco además que no tienes hijos y/o pareja, porque eso encarece mucho la vida, incluso si tu pareja tiene ingresos. Tampoco cuestiono lo que ganas, o lo que recibe un médico promedio (además ojo, que todos los ejemplos que di son respecto a las situaciones promedio, obviamente puede haber doctores que ganen poco y profesores que ganen mucho, pero no es la regla).
Más abajo indicas que los recolectores de basura no se toman su trabajo a largo plazo y que a lo más duran 7 meses. Eso no es así, pues hay muchos recolectores que llevan años trabajando en eso. Tal y como lo planteas suena casi como que trabajaran por hobby.
Respecto a la responsabilidad, es evidente que la presidenta tiene más que todos los cargos que nombra. Estos dependen de ella. Si alguno de estos directores de empresa comete un error, finalmente es el Gobierno el responsable. Además el puesto del (la) presidente es mucho más visible. Probablemente los directores de empresas cometen graves errores y a menudo, pero nunca nos enteramos porque no salen en la prensa.
Me dices además que el médico tiene mucha más responsabilidad que un profesor porque trata con vidas. El profesor trabaja con vidas también. De hecho el médico ve a un paciente por vez y a menudo está con asistencia. El profesor tiene que lidiar con 30 o 40 personas simultáneamente, mayoritariamente niños, y así como hay denuncias por negligencia médica, hay decenas de denuncias a profesores por distintos motivos (bullyng, discriminación, etc).
Por lo demás, si entiendes el fondo de mi comentario, no es una crítica a lo que recibe como sueldo un médico. En rigor ni siquiera tiene que ver con los sueldos, sino a la valoración social, que para explicarla en términos más objetivos la ejemplifiqué con los sueldos de varias profesiones u oficios. Esto porque lamentablemente en nuestro país, la valoración social termina redundando en lo que ganas.
Más allá de que hay muchos sueldos injustos en nuestro país, lo importante es entender que todos somos un aporte a la sociedad, que dependemos los unos de los otros.
Que todos valemos lo mismo. Saludos.
Muchas gracias Juan Carlos por tu comentario!!…lo leí hace sólo un par de días y lo tomé prestado, porque me recordó una anécdota de hace 10 años atrás, durante la primera campaña presidencial de Michelle Bachelet, mi hija Daniela que entonces tenía 10 años llegó muy angustiada y preocupada del colegio porque sus compañeros de curso comentaban con total convicción que si ganaba Bachelet, ¡¡¡¡los jardineros ganarían el mismo sueldo que los médicos!!!!…además de la interesante reflexión que pudimos realizar con Daniela, y que luego me dí el lujo de replicar en la reunión de apoderados, fue gracioso pensar que lo que para algunos era una campaña del terror, para otros era el sueño de nuestra vida…
Han pasado los años, todos sabemos lo que ha pasado, Daniela ha crecido y ya tendrá su propia opinión…te agradezco mucho la serie de conversaciones que has iniciado con tu artículo…
Gracias por el articulo…. soy prof trabajo 44 horas como utp en una esc especial y mi sueldo liquido no supera los 700.000 ..
Hola,acabo de leer este articulo,y reflexiono en función de lo siguiente.Los sueldos son muy dispersos,y no precisamente mantienen los mismos niveles,así, como hay médicos que ganan 3 millones,también se de otros que ganan 10 millones,lo mismo con los profesores,hay de 500 mil a varios millones y lo he visto,lo cual dependerá del cargo.La igualdad no esta en la remuneración de los ciudadanos, según oficio o cargo,a mi entender.¿Que nos hace diferentes en nuestras remuneraciones a otro par? básicamente nuestras redes sociales,y nuestra capacidad,objetivos,propósitos,y por ultimo Nuestro ADN definirá de que somos capaces.
Hay unos que quieren y no pueden,otros que pueden y no quieren y están los otros que quieren y pueden.
Somos todos dignos al trabajar,lo importante es que ganado lo que ganemos seamos felices y hagamos lo que nos gusta.
Gracias hijo por tu artículo, que nos hace reflexionar y valorar a las personas por la importancia que tienen y todos tienen la dignidad de ganar mejores sueldos, me parece tremendamente importante que los recolectores de basura y los auxiliares de aseo en hospitales y clínicas que trabajan con lo mas sucio y contaminante con alto riesgo de su salud deberían ser mejor valorados, es tremendamente doloroso trabajar en estas áreas, ser mas encima pobre, mal alimentado, mal protegido en todo aspecto social y ganar miserias, aparte de que son seres discriminados socialmente, por esto agradezco a mi querido hijo de que siempre busca la verdadera valoración social y poner la justicia humana al servicio del mismo hombre.
Es verdad lo que comentas… Pero, cómo lo hacemos? Que hacer para yo verte de igual a igual??
Somos personas diferentes. Educadas en está sociedad “ya contaminada” por esas ideas que expones.
Yo trato de vernos a todos por igual. De ser tolerante.De aceptar la diversidad… Pero, aún así, me he encontrado con que discrimino a la gente. Y no necesariamente de manera negativa. Al contrario. Resalto sus diferencias como una “virtud”… Pero es discriminación igual. “discriminación positiva” dicen por ahí…
Pero para mi, es un ejercicio conciente, el que debo hacer día a día para considerar que todos somos iguales…
Recetas? Consejos??? Algo que nos pueda ayudar a pensar de manera más igualitaria???
Dani. Son dos dimensiones diferentes. Por ejemplo, una mujer y un hombre son distintos. ¡Y que bueno que así sea! Es una tontería pretender que un hombre y una mujer son iguales. Como tu bien dices, TODOS somos distintos. El punto es que un hombre no es mejor que una mujer y viceversa. En lo que somos iguales es en nuestra dignidad, en nuestro valor como personas. En eso todos valemos lo mismo, y todos somos un aporte a la sociedad. Por eso lo que tu llamas “discriminación positiva”, es decir, resaltar lo que nos hace diferentes es bueno, porque todos tenemos talentos distintos y hay que apreciarlos, especialmente en aquellos que aún no descubren su talento. El problema es que en esta sociedad no se valoran esas diferencias.
No sé si hay recetas. Tal vez releer a los grandes maestros, desde Jesús hasta Buda. O si quieres más actual, a Ghandi o a Luther King, porque al final lo que yo escribo aquí no es nada nuevo… El secreto es tratar a los demás como quieres que te traten a ti, comprender que todos tenemos defectos y virtudes. Ese es el primer paso. Un abrazo.
Cosa mas rara,si en nuestro país las cosas no son así todos creen que vivimos en Chile,cuando esta es la verdadera y no es una imitación de la isla de la fantasia.