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Decodificando la calidad en Educación

El otoño la virtud que tiene es cubrir, el suelo con las hojas. ¿Cuántas  veces hemos cubierto la realidad que vivimos con velos y mantos hasta quedar  convencidos que esa es la verdadera realidad?

La calidad en educación tiene muchas máscaras: “En este colegio hay disciplina”; “Este colegio tiene una buena infraestructura y además es seguro”; “Los alumnos en este colegio tienen buenos puntajes en el SIMCE”; “La mayoría de los estudiantes de este liceo ingresan a la universidad”; “La mayoría de los padres y apoderados son profesionales o de gente esforzada”; “Los profesores procuran pasar todas las materias y no pierden el tiempo y además son todos exigentes”; “en todas las salas de clases existe tecnología ”;”La mayoría de los jóvenes son parecidos y tiene el mismo credo” ; “En este colegio no entra cualquiera” etcétera y más etcétera.

En los debates en televisión, en las conversaciones cotidianas y en las salas de los profesores se conjugan indistintamente los conceptos de educación, enseñanza y aprendizaje. Mas, ¿Qué entendemos por educación, enseñanza  y aprendizaje? O en otras palabras, ¿ Cuál es el sentido de una escuela primaria o secundaria? o más sencillamente ¿Para qué van los niños y jóvenes al  colegio o al liceo?

En la ley 20370, Ley General de Educación, en el artículo dos, define la educación de la siguiente manera:

La educación es el proceso de aprendizaje permanente que abarca las distintas etapas de la vida de las personas y que tiene como finalidad alcanzar su desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y físico, mediante la transmisión y el cultivo de valores, conocimientos y destrezas. Se enmarca en el respeto y valoración de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, de la diversidad multicultural y de la paz, y de nuestra identidad nacional, capacitando a las personas para conducir su vida en forma plena, para convivir y participar en forma responsable, tolerante, solidaria, democrática y activa en la comunidad, y para trabajar y contribuir al desarrollo del país”.

La responsabilidad de organizar esto a nivel nacional es el del Estado; éste finalmente quien decide el curriculum nacional.  La educación es esbozada por diseñadores curriculares y una vez concluido el trabajo, se elaboran los planes y programas educativos. En los últimos años, estos “son encadenados y asegurados, en todo el país, con dos candados”: el SIMCE (27 años) y la PSU (11 años). A propósito, es menester expresar que en los colegios que tienen alumnos y alumnas con las mejores condiciones físicas, económicas, sociales y culturales no se alcanza a tratar la totalidad de los contenidos programáticos. Por tanto, ¿será posible hacer alcanzar la finalidad del concepto de educación desarrollado en la Ley General de Educación?

El asno en la Escuela, Peter Brueghel
El asno en la Escuela, Peter Brueghel

La enseñanza es la aplicación de los Planes y Programas. Esta labor la realizan los profesores.  

Ellos, principalmente, reproducen los contenidos, sin intervenir en ellos. Pues están prescritos para ser replicados. Con todo respeto, estos  profesionales de la educación pueden ser considerados como operadores del curriculum. Desarrollan sus labores establecidas, sin saber cómo aprenden efectivamente sus alumnos. Como sabemos el curriculum, principalmente, está delineado en base a objetivos, bajo un paradigma conductista, cognitivista, y memorístico, de corto alcance, y medido y “condenado” social y familiarmente por las dos pruebas nacionales el SIMCE y la PSU. “El operador” requiere de recetas más que de conocimientos de neurociencias para saber el desarrollo neuronal y emocional del aprendiz. “El operador” requiere que lo asistan más que vayan a compartir su experiencia. “El operador” necesita que sus aprendices “traguen” más que experimenten los contenidos porque al final del segundo, cuarto, octavo año básico y del segundo y cuarto medio, deben “rendir” pruebas para verificar el grado de retención.

El aprendizaje es el proceso que se focaliza en el alumno, principalmente en el despliegue neuronal y emocional.

Es un proceso neurocognitivo y evolutivo que está relacionado no sólo con lo que se le entrega en la escuela sino también con lo que recibe del entorno en que se desenvuelve. De acuerdo a lo establecido en documentos de la Universidad de Talca, se puede definir el aprendizaje “como un cambio relativamente permanente en el comportamiento, que refleja la adquisición de conocimientos o habilidades a través de la experiencia, y que pueden incluir el estudio, la instrucción, la observación o la práctica. Los cambios en el comportamiento son razonablemente objetivos, y, por lo tanto, pueden ser medidos. Se aprende de todo; lo bueno y lo malo. Se aprende a bailar, cantar, robar; se aprende en la casa, en el parque, en la escuela: se aprende en cualquier parte.”

Hoy más que nunca se puede afirmar que los niños y niñas, preferentemente, no sólo aprenden en las escuelas sino también en otros contextos de aprendizaje, esto es en internet, en la televisión, en las tablets, en la redes sociales, en los videos juegos, con los amigos o amigas, etc. Además estos ambientes tienen las siguientes  cualidades: son atractivos, emocionantes, lúdicos y muchos de estos, actualizados.

Conceptualizar obliga a reflexionar en un nuevo paradigma

Una vez definidos conceptualmente educación, enseñanza y aprendizaje debiéramos decodificar el concepto de calidad en educación preguntándonos:

¿A qué van los niños y niñas al colegio? ¿Qué importancia tienen los sueños de los niños y niñas para la escuela? si cada niño y niña tiene un estilo y ritmo de aprendizaje. ¿ Por qué los niños y niñas deben ir al ritmo que “marca” el profesor, sabiendo que en este su preocupación es “pasar” la materia? Si la vida es desarrollo ¿Quién dijo que el aprendizaje se expresa en buenos resultados estandarizados? Si la buena vida es colaboración y no es competencia ¿Qué valor tiene el SIMCE? Si la calidad de la educación se ha construido y se ha  utilizado como marketing, competencia o instrumento de mercado ¿Por qué “amarrar” los proyectos de vida de cada niño y niña a un espejismo?

Si la información y el conocimiento se renueva aproximadamente cada dos años ¿Por qué doblegamos al curriculum escolar a la adquisición de los contenidos máximos”. Si el aprendizaje significativo está imbricado a la emocionalidad, a los gustos y las pasiones del aprendiz ¿Por qué “matamos” el sentido de la escuela en la dimensión exclusivamente cognitivista? Si en la vida cotidiana y laboral se requiere tener competencias ¿Por qué no se desarrolla un curriculum escolar por competencias” Si en la vida de cada día de nosotros se desarrollan alrededor de 100.000.000 millones de sinapsis correlacionadas con la toma de decisiones ¿por qué el curriculum, la escuela y los profesores no facilitan y promueven en el estudiante el tomar de decisiones? Si en la vida cotidiana es fundamental la convivencia ¿por qué el currriculum no promueve mecanismo de negociación y de mediación escolar para aprender a vivir con los otros y con las otras?

Concluyendo, está en nosotros, vosotros y ellos que empecemos a realizar y responder las preguntas expuestas.

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2 Comentarios sobre “Educación, Enseñanza y Aprendizaje

    1. “Los operados del currículum” están sujetos a su formación inicial que en muchos casos es deficiente, para que hablar del acompañamiento del Mineduc. La línea de Stenhouse o Donald Schön pueden ser alternativas viables. Buen artículo.

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