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Hace algún tiempo, una vieja amiga me contó una historia de su vida que hoy he recordado a propósito de este post: <<Un día de verano, Julia se disponía a dormir, había puesto su cabeza sobre la almohada cuando en medio del silencio de la noche comenzó a sentir un ruido como de murmullos de muchas personas que hablaban al mismo tiempo, el ruido continuó durante toda la noche y no dejo espacio a que Julia pudiera dormir.

La siguiente noche, continuaron los murmullos. Julia decidió tomar cartas en el asunto y comenzó a revisar toda la casa. Cuando llego a su dormitorio se sentó cansada en su cama sin haber encontrado nada, en ese momento comenzó el sonido nuevamente, lo siguió detenidamente con su oído y descubrió que provenía desde dentro de la pared de su habitación.

Asustada con su descubrimiento, llamó a un carpintero que le ayudara a romper la muralla para ver que secreto escondía. Para su sorpresa, la muralla estaba atestada de termitas que provocaban ese sonido y que además, habían debilitado los cimientos a tal punto que sería necesario construir una nueva>>.

Recordé esta historia como una analogía que sirve para explicar uno de los males más comunes de nuestra sociedad “El Chisme o Pelambre”.

¿Pero que entendemos por chisme o pelambre? Según el diccionario de la RAE, un chisme es: “una noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna”. La connotación negativa que lleva implícita esta práctica, sus efectos en la vida de las personas y de las organizaciones, me lleva a pensar que, como las termitas de la historia, socaban cimientos fundamentales generando un gran daño en el tejido social y en las personas.

En el día a día, es común encontrarnos diciendo frases como: “no es por pelar pero…” o más humorísticamente “vamos pelando”, “lo que menos quiero hacer es pelar pero necesito que sepas algo…” y es que de alguna manera, tenemos claro lo negativo de esta práctica pero tendemos a justificarlo con frases como las anteriores, de algún modo lo validamos haciendo vista gorda a lo que pudiera causar en el otro en caso de que se llegase a enterar.

Llevo más de quince años trabajando con organizaciones y he visto los efectos de esta práctica: grupos de directorios divididos porque alguno hablo mal del otro, porque a uno le contaron que el otro, o bien, lo descubrieron hablando a sus espaldas. He visto a personas dañadas en su vida personal, profesional y familiar producto de algún chisme mal intencionado, he visto comunidades en conflicto por chismes. En fin, he visto como el pelambre corroe y daña las relaciones entre personas. Si hilamos fino, todo apunta a desvirtuar al ser humano, algo moralmente inaceptable que socialmente se justifica.

Esta práctica cobra aun mayor relevancia en estos tiempos, en los cuales las redes sociales rápidamente difunden contenidos, no siempre verdaderos, sobre personas y organizaciones, todo es más rápido y sus efectos mucho más amplios que antaño, casos de chismes entre estudiantes que son viralizados por Twiter, Facebook u otra, con efectos tan graves como depresiones y suicidios. Creo importante, la especial atención a este tema por parte de quienes educan, enseñan y lideran equipos.

¿De dónde vienen los murmullos? Creo que vienen desde dentro de las personas, desde aquellos vacíos o frustraciones que arrastramos, de envidias, rencores o anhelos de poder. Sin embargo, me asiste la plena convicción de que el verdadero cambio se encuentra en nosotros  mismos, en el ser capaces de sobreponernos a nuestro deseo de chismear. Es posible eliminar o al menos minimizar este mal social, solo necesitamos un poco de compasión y empatía por el otro y resulta más fácil cuando antes de hablar nos miramos a nosotros mismos en nuestras propios defectos y errores.

Hoy comienzo por mí, y tú ¿Cuándo empiezas?

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4 Comentarios sobre “¿De dónde vienen los Murmullos?

  1. Es un articulo muy bueno Paulita, y la pura verdad somos una sociedad de ¡¡ CHISMOSOS!!, Felicidades eres muy talentosa, nunca dejes de escribir…

  2. Interesante, ¡¡¡FELICITACIONES PAULA!!!, espero seguir leyendo tus analogías y otros temas.
    En general, cuesta encontrar donde está la verdadera felicidad del Hombre, Que por cierto, está muy lejos del Chisme y los Rumores.
    Comparto comentario de JC.- Un abrazo

  3. creo que esta historia refleja fielmente como somos las personas y creo que el chisme vive cuando alguien lo permite de lo contrario no existiría.

    lo encontré muy bueno.

    saludos.

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